La curva de la violencia no se doma
Unos días después del arresto del líder del cártel Santa Rosa de Lima, José Antonio Yépez, alias El Marro, el secretario Alfonso Durazo dijo en una conferencia mañanera: “Podemos resaltar sin que ello hable de una tendencia que, a partir de este evento, hay una baja sensible en los homicidios dolosos en el estado de Guanajuato, alrededor de 50 por ciento. Estamos hablando de solo cuatro días y esto no necesariamente es indicativo de la situación en el estado, pero es alentador registrar cualquier dato de homicidios dolosos a la baja".
Tenía razón Durazo, no era una tendencia y la declaración parece prematura. En el reporte de incidencia delictiva diaria que se presenta en el gabinete de seguridad, el 16 de agosto hubo en el país 102 víctimas de homicidio, 10 de ellas en Guanajuato, las mismas que en Tamaulipas y solo superados por Jalisco con 12.
Ayer mismo rondó por ahí un video en que supuestos miembros del cártel del Marro insisten que están activos y listos para seguir combatiendo al Cártel Jalisco Nueva Generación en Guanajuato.
No nos confundamos, ahí, como en otras zonas del país, la guerra sigue. Según el mismo reporte, agosto será un mal mes; en 16 días el promedio diario de víctimas es de 80, en julio fue de 81 y en junio de 80. El promedio en lo que va del año es ese, 80 víctimas diarias. Y no baja.
El mismo reporte, para comparar peras con peras, indica que en diciembre de 2018 el promedio de víctimas diarias fue de 79; 20 meses después, andamos en las mismas. ¿Cuánto tiempo para que la nueva estrategia dé resultado? ¿O así, en esa meseta, para utilizar los términos de moda, nos vamos a quedar?
¿En serio?
Ayer, el espectáculo mediático del caso Lozoya nos entregó el primer video. En él se ven a dos colaboradores cercanos de ex senadores panistas de la Comisión de Energía en tiempos de la reforma energética rodeados de paquetes de dinero. El hoy gobernador de Querétaro, Francisco Domínguez, cesó a su secretario privado, uno de los que aparece en el video; dijo que él nunca supo nada, y lo puso a disposición de la contraloría estatal.
Tenemos que creer que quien desde hace años es uno de sus colaboradores más cercanos andaba recibiendo fajos de billetes sin que su jefe supiera. Okey, gran defensa gobernador.
@puigcarlos