Audios, delitos y videos
No es casual que empiecen a circular videos comprometedores para el Presidente. Es la reacción que muchos esperaban a la ofensiva de videos y acusaciones que el Presidente sostiene contra otros.
Porque el Presidente exhibe mediáticamente a gente que no tiene tanto poder como él, pero que no está manca. Si lo que estamos viendo son respuestas al Presidente por parte de sus acusados, creo que tendremos una temporada larga.
Parecía haber un pacto de impunidad del nuevo gobierno con el anterior. El pacto se había respetado, piedritas más o menos, hasta que el Presidente decidió usar a Lozoya como gran trompeta y desplegar una ofensiva en forma de chuza contra la corrupción.
La ofensiva tiene en la picota a tres ex presidentes, tres gobernadores, al ex candidato a la presidencia del PAN y a varios senadores y diputados.
La artillería presidencial es más visible y de alto vuelo, pero los tiros de precisión que le han regresado desde las catacumbas de los videos anónimos no dejan de ser una molestia.
Dos videos nos muestran al hermano del Presidente recibiendo sobres de billetes para la campaña de Morena y pactando entregas regulares con su facilitador, nada menos que el personaje al que este gobierno había nombrado ya como el zar de compras de las medicinas para la gran transformación del sistema de salud en que el gobierno está empeñado.
Circula otro video, que en realidad es un audio, donde el actual abogado de la Presidencia presiona a un empresario para que aporte a la causa del “amigo” unos millones de pesos más, por encima de los 50 que había aportado hasta ahora.
El Presidente aceptó en una de sus conferencias de la mañana que sí, que recibió efectivamente el dinero que le dieron a su hermano Pío, pero que en el caso suyo no se trata de corrupción sino de “cooperación” de la gente.
El Presidente le puede llamar a eso como guste, pero lo que aceptó en público es haber cometido un delito electoral, pues delito es recibir dinero en efectivo para una campaña y no reportarlo a la autoridad.
Los videos anónimos son terreno jabonoso: el que no cae resbala. Serían preferibles los tribunales.