El Plan B
Los gobernadores del país fueron por lana a San Luis Potosí, pero regresaron trasquilados.
Todos los mandatarios estatales, algunos de manera destemplada y otros cuidando las formas, pidieron recursos extra para poder remontar la crisis que cae sobre el país.
En el encuentro con la Conago el Presidente dijo que lo pensaría. Ya lo pensó. Les mandó decir que si saben contar no cuenten con dinero extra de la Federación.
Simplemente no tiene. Hay demasiados compromisos y una cobija presupuestal cada vez más pequeña.
Lo cierto es que los estados tienen un Plan B: el endeudamiento. Ya hay varios de ellos explorando las mejores opciones para contratar deuda.
No podemos, dicen, quedarnos de brazos cruzados.
Golpe jurídico
El caso Ayotzinapa se mueve. Un juez federal otorgó un amparo a María de los Ángeles Pineda, esposa del exalcalde de Iguala José Luis Abarca.
El matrimonio había estado fuera del radar de los medios, pero el amparo a Pineda, que no asegura su la libertad inmediata pero sí la acerca a la puerta de salida, cambia las cosas.
Una vez que estalló políticamente el caso de los normalistas desaparecidos, los Abarca salieron sigilosamente de Iguala para esconderse en una casa de la alcaldía de Iztapalapa, donde fueron localizados y detenidos.
De la señora Pineda, cuyos hermanos fueron integrantes del cártel de los Beltrán Leyva, se dijo en el año 2014 que no sólo estaba vinculada al grupo Guerreros Unidos, sino que era uno de sus mandos.
No obstante, el amparo deja sin efecto el auto de formal de prisión por delincuencia organizada, lo que es un fuerte golpe jurídico, otro más, a la llamada Verdad Histórica.
Los regañados
“Se la pasaron peleando”, recriminó el presidente López Obrador a sus correligionarios que buscan la dirigencia nacional de Morena.
Por eso, por la imposibilidad congénita de ponerse de acuerdo, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y el INE se metieron ya al proceso para dar las instrucciones porque ellos, los de Morena, no se pueden gobernar solos.
Como lo suyo, lo suyo, es reprocharse, ahora los morenistas están diciendo que el Presidente regañó a otros no a ellos.
Lo cierto es que la encuesta va y sea cual sea el resultado lo seguro es que habrá muchos inconformes que se resistirán a conocer los resultados y pueden ponerse en rebeldía.
Para intentar congraciar a todos los grupos alguien pidió al subsecretario Alejandro Encinas que participe, pero como es un político sensato mejor declinó.
Lo seguro es que López Obrador tendrá que volver a regañarlos cada vez más fuerte.
El gato y el garabato
Los fideicomisos desaparecerán. La sentencia está dictada desde la punta de la pirámide del poder y sólo falta que Mario Delgado sea capaz de concretarla en el próximo periodo ordinario de sesiones de la Cámara de Diputados.
El Presidente no quiere que desaparezcan cinco o diez fideicomisos, quiere a todos porque necesita con urgencia ese dinero.
Tal vez sobrevivan uno o dos vinculados a comunidades con capacidad para hacerse escuchar, como la gente de cine, por ejemplo.
Delgado tiene un ojo en la agenda legislativa y otro ojo en el garabato de la encuesta de Morena, proceso en el que pronto aparece como favorito.
Los mal pensados sostienen que la salida de Delgado de San Lázaro le permitirá al presidente ubicar en la coordinación parlamentaria a alguien con otro perfil, más de garra y menos de negociación, porque viene una guerra política.