EU: el miedo es el estado de la Unión
El país vive una etapa de conflictos sociales como no había conocido al menos en medio siglo.
“A lo largo de más de dos siglos, Estados Unidos ha generado una amplia gama de sentimientos en el resto del mundo: amor y odio, envidia y desprecio, admiración y enojo. Pero hay un sentimiento que nunca le había sido dirigido hasta ahora: la lástima”.
Tal es la imagen que proyecta Estados Unidos, de acuerdo con el escritor y crítico literario irlandés Fintan O’Toole, quien así lo puso en un artículo aparecido a fines de abril en el diario The Irish Times.
Los hechos del pasado fin de semana no hacen sino confirmar el deterioro de una nación que hace no mucho era punto de referencia por la calidad de su democracia, la solidez de su Estado de derecho, la seguridad de la que gozaban sus habitantes y las posibilidades de progreso personal, sintetizadas en la expresión “el sueño americano”.
Para desgracia de los estadunidenses, todo eso está hoy en entredicho. El país vive una etapa de conflictos sociales como no había conocido al menos en medio siglo.
En días recientes, Estados Unidos ha tenido enfrentamientos armados entre facciones ideológicas y grupos raciales; confrontaciones de civiles con los cuerpos de seguridad, que han llegado a la violencia; delincuencia y vandalismo rampantes y una tensión política a punto de desbordarse.
Conforme se acercan las elecciones del 3 de noviembre, el discurso del miedo va tiñendo más y más la campaña presidencial. Parece que lo que esta vez convocará a los estadunidenses a las urnas no será el patriotismo y la confianza en el espíritu de logro que forjó esa nación, sino el temor de sufrir algún daño físico, infligido por criminales o por los partidarios enardecidos de alguno de los dos bandos que se disputan la Casa Blanca.
Es increíble cómo incluso la peor epidemia que ha sufrido el país, ante la que las autoridades han tenido una respuesta digna de república bananera, con una cauda de más de 180 mil muertos, ha dejado de ser el tema de conversación, igual que ha pasado con la severa crisis económica, que ha obligado a 58 millones de estadunidenses a solicitar apoyo para el desempleo.
El miedo es hoy el estado de la Unión Americana. Mientras milicias de ultraderecha patrullan las calles de muchas ciudades, armados con rifles de alto poder, contingentes de izquierda radical recorren por las noches los barrios residenciales para despertar a los moradores de sus “sueños de riqueza”.
Los muertos por la violencia política y social en las calles de Estados Unidos todavía pueden contarse, pero, como escribí en esta Bitácora el pasado 31 de julio, no hay que perder de vista que académicos como Jack Goldstone, de la Universidad George Mason, han pronosticado que la inestabilidad que vive el país –donde hay 393 millones de armas en manos de particulares y 42% de los hogares tiene al menos una en su poder– bien podría desembocar en un conflicto armado interno.
De terminar muy cerrada la elección entre Donald Trump y Joe Biden, las posibilidades de una salida pacífica parecen limitadas. “Hoy no hay base para un acuerdo político”, como el que evitó que Estados Unidos regresara a las armas luego de la disputada elección de 1876, once años después del fin de la Guerra Civil, tuiteó ayer Goldstone. “No habría final a la vista en caso de un conflicto similar”.
BUSCAPIÉS
*El presidente Andrés Manuel López Obrador llega hoy a su Segundo Informe de Gobierno con datos que no dan para presumir: en lo que va del periodo de gobierno –ayer se cumplió 30% de los dos mil 130 días para los cuales fue elegido–, ha habido 60 mil 915 asesinatos dolosos, 11 mil 693 desapariciones, 64 mil 414 decesos por covid, 961 mil 974 empleos netos esfumados (noviembre de 2018-julio de 2020) y una pérdida acumulada de 952 mil 686 millones de pesos en las operaciones de Pemex (enero 2019-junio 2020).