En el 2019 el recuento oficial fue de 119 víctimas; hoy se conmemora el Día Mundial para la Prevención del Suicidio
En lo que va de este año, en Morelos se tiene un registro de 44 personas que se han quitado la vida; en el 2019 el recuento oficial fue de 119 víctimas, según fue dado a conocer por autori-dades del estado en el marco del Día Mundial para la Prevención del Suicidio, que se conme-mora cada 10 de septiembre. Yurica Ríos Quintero, jefa del departamento de Prevención y Control de Enfermedades de la dirección de los Servicios de Salud de Morelos (SSM) indicó que, de acuerdo con la Organiza-ción Mundial de la Salud (OMS) el año pasado el suicidio fue la segunda causa de muerte en personas de 15 a 29 años en todo el planeta; cada año se suicidan 800 mil personas, lo que significa una cada 40 segundos.
En la entidad, refirió, la Fiscalía General del Estado (que es la instancia competente para recabar estos datos) reportó durante el 2019 un total de 119 suicidios y ya registra 44 casos en lo que va de este 2020. Dichas cifras dan cuenta de que se trata de un importante problema de salud pública que, ade-más, va en aumento. En México, según el Insti-tuto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) en 1970 la tasa era de 1.7 suicidios por cada 100 mil habitantes, pero en 2017 se incrementó a 2.5, anotó la funcionaria. Los métodos más comunes para quitarse la vida son por ingestión de plaguicidas, ahorcamiento por suspensión o el uso de armas de fuego. Cabe destacar que por cada suicidio que se con-creta se realizan 20 intentos, y por lo general la persona que decide quitarse la vida ofrece algu-nos indicios previos, e incluso lo externa abier-tamente. Por lo tanto, destacó Yurica Ríos, este problema está considerado como prevenible.
La especialista explicó que quienes tienen riesgo de suicidio comienzan con fantasías de muerte, piensan y muchas veces expresan cómo creen que sería morir y hasta imaginan la ma-nera en la que sería su funeral: “hay una idea-ción suicida, que incluye los métodos posibles. Esa persona prepara el plan suicida, elige for-ma, lugar y tiempo y lo prepara”. No hay una causa única, existen factores psico-lógicos, biológicos, sociales e incluso ambien-tales.
Por lo tanto, las estrategias de prevención deben ser integrales, con la participación social, comunitaria, de autoridades y familias. Aceptó que entre los riesgos se encuentra la dificultad para acceder a la atención en salud mental y recalcó que el factor considerado como el más importante por los expertos, es la fácil disponibilidad de medios utilizables para acabar con la existencia. También se ha hecho notar otros aspectos como la estigmatización de quienes buscan ayuda, cuando tienen ideas suicidas. En lo individual, también se considera entre los indicadores de peligro el consumo de alcohol y otras drogas ilegales, así como tener antece-dentes familiares de suicidio y naturalmente padecer trastornos mentales como la depresión. “Es importante que la población sepa que cuan-do una persona desea morir, puede recurrir a pedir ayuda.
Para ello, hay indicios porque la persona que intenta terminar su vida, por lo ge-neral se despide o regala sus pertenencias. De hecho, ocho de cada 10 personas que platican de sus intenciones de suicidio, finalmente lo concretan. F amiliares y allegados a las posibles víctimas pueden coadyuvar, canalizándolas a la atención psicológica o psiquiátrica. Además, es funda-mental tomar en serio esta situación, no mini-mizarla, restringir el acceso a los medios más comunes (como armas de fuego) y jamás dejar sola a la persona en cuestión, hasta que sea va-lorada profesionalmente. Ríos Quintero añadió que en los SSM se cuenta con 22 módulos de atención en salud mental. En lo que va del año se han otorgado más de siete mil consultas y en psiquiatría más de tres mil, de las cuales 93 están relacionadas con conduc-tas suicidas.