Gobernadores al rescate
La fragilidad de los partidos políticos de oposición, que no encuentran el camino para regresar a la competencia, propicia de los gobernadores emanados de sus filas sean los únicos actores políticos que levantan la voz ante la 4T.
Esto ha propiciado un forcejo permanente entre el presidente y los gobernadores que difícilmente le dejará ganancias políticas al mandatario federal. Es así porque los ciudadanos suelen interpretar los dardos presidenciales a los gobernadores como ataques del odiado centro a sus estados.
De ahí que los gobernadores de Morena, de la alianza gobernante, se tendrán que subir al ring para dar ellos la pelea.
No son muchos, apenas media docena más Cuauhtémoc Blanco que es del PES, pero de cualquier manera se harán sentir.
La jefa de Gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum, adelantó que publicarán un posicionamiento como inicio formal de su defensa de AMLO.
La solución se aleja
El problema de la presa La Boquilla en Chihuahua ya es un pleito político de gran escala entre el gobierno del estado y el federal.
López Obrador y Javier Corral se están dando con todo. No sorprende. El forcejeo permanente con golpes arriba y abajo del pantalón, es el estilo personal de ejercer el poder de ambos personajes.
Lo que preocupa es que la tensión sube y el problema que originó el pleito, el acceso de los productores agrícolas de región al agua de la presa, no se resuelve, lo que augura más motivos de fricción.
Las lenguas viperinas, duchas para el agravio, generan ingobernabilidad y no resuelven nada. ¿Habrá alguien realmente interesado en solucionar este problema?
La pesadilla
Si alguien supone que una vez que el INE diga quiénes ganaron la encuesta para la presidencia y la secretaría general de Morena se acabaron los problemas del partido en el poder, se equivoca.
De hecho, a los ganadores pueden decirles aquello de “bienvenidos a la pesadilla”.
Para principiar es casi imposible que se les reconozca el triunfo y el liderazgo.
Bertha Luján, que opera desde hace años en las entrañas del partido, ya adelantó que cualquiera que sea el ganador será ilegítimo.
De manera que en lugar de comenzar a preparar la elección del año entrante y de aplicar un principio de orden y disciplina partidista, los ganadores tendrán que caminar por un campo minado.
No se deja ayudar
El senador Ricardo Monreal hizo su parte. Preparó con cuidado el encuentro de Rosario Piedra Ibarra con senadores para darle una plataforma óptima y que presentara los planes que tiene para la Comisión de Derechos Humanos en tiempos de la 4T.
Una buena oportunidad que sin embargo la presidenta de la CNDH desperdició. Es claro que no está para estos trotes y usó el blindaje que le brindaron para disertar sobre el menú de la cocina de la Comisión y sus cortes de carne.
Agravios monumentales a los derechos humanos como las muertes en el hospital de Pemex o la pareja de productores agrarios de Chihuahua le pasan enfrente pero no los ve, porque no entiende el papel del organismo que preside, por eso lo quiere convertir en otra cosa.
En lugar de salir por la puerta grande, salió por la puerta de atrás para que los reporteros no la vieran. Ni modo, dicen en el Senado, ni como ayudarla.