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ESTRATEGIAS

Huexca, caldo de cultivo

Los ingredientes están puestos para que el conflicto social por la puesta en operación de la termoeléctrica construida en la comunidad de Huexca, municipio de Yecapixtla, se eleve a su máxima potencia en los próximos meses. Por un lado están (extrañamente en el mismo extremo), las empresas extranjeras, la CFE y su desprestigiado director, Manuel Bartlett, y el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, con sus dos principales armas: “la mañanera” y la Guardia Nacional. En el lado opuesto se encuentran los pueblos en defensa del agua, con un mártir (Samir Flores) cuya muerte la Fiscalía no ha sido capaz de aclarar; con un supuesto descendiente de Zapata listo para encabezar la revuelta, a la que podrían sumarse ecologistas de todo el mundo y –no podían faltar los del Frente Nacional AntiAMLO.

No podríamos emitir una opinión técnica al respecto porque no somos expertos en el tema, sólo nos queda reproducir lo que dicen los que saben, tanto de un lado como del otro. Por ejemplo, el catedrático de la Facultad de Ingeniería de la UNAM (y dueño de una de las empresas más beneficiadas por CEAGUA cuando él fue titular, pero esa es otra historia), Juan Carlos Valencia Vargas, se apresuró a dar una opinión técnica en cuanto el presidente anunció el reinicio de actividades en la planta: “La CCC Huexca usará 245 litros por segundo (lps) de agua para enfriamiento, de los cuales retornarán 60 lps después del proceso. Es decir, habría una disminución efectiva de solo 185 lps por evaporación, que equivalen a menos de 6 millones de metros cúbicos anuales. Este volumen es mínimo si se considera que ASURCO tiene un volumen anual concesionado de 247 millones de metros cúbicos, es decir, representa solo el 2.3% del volumen concesionado.

“Los beneficios son mayores: por una parte, la CCC Huexca generará en una primera fase 642 MW, que es el equivalente al 80% del consumo de todo el estado de Morelos, y por la otra, la Comisión Federal de Electricidad pagará un total de $5.57 ( Cinco pesos 57/100 m.n) por cada metro cúbico de agua utilizado, mismo que se dividirá por partes iguales entre el Sistema Operador de Agua Potable y Saneamiento de Cuautla y la Asociación de Usuarios del Río Cuautla (ASURCO). Esto equivale a un total de más de 2.5 millones de pesos mensuales para cada uno. Un total de casi 30 millones de pesos al año, que puesto como contraparte de los programas federales y estatales puede significar una inversión de casi 120 millones de pesos anuales en sus sistemas hidráulicos. Inversión nunca antes vista.”, escribió en su boletín que coincide casi totalmente con el comunicado del gobierno federal.

Graco Ramírez, ex gobernador de Morelos y ex jefe del antes mencionado, se apresuró a tuitear eufórico: “Teníamos razón. Por eso la hicimos. Con diálogo y acuerdos”. Pero en el mismo tuit el ex secretario de Desarrollo Económico en el gobierno panista, Rafael Tamayo, le reviró: “La iniciativa de hacer la Termoeléctrica y el gasoducto fue del gobierno de @MarcoAdame así como toda la planeación, gestión del derecho de vía, acuerdos con municipios y comunidades. A ti solo te toco ver como se construía y no pudiste concluir el tema del agua”.

Aurelio Fernández, Fundador del Centro Universitario para la Prevención de Desastres Regionales (Cupreder), escribió en La Jornada (el periódico consentido de AMLO, a juzgar por las facturas pagadas): “Los análisis y discusiones hechos con los expertos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) y otros centros de educación superior llevan a una conclusión inequívoca: el problema principal de la obra es que se trata de un ramal de distribución de gas a lo largo de un trayecto de 180 kilómetros que pasa por los estados de Tlaxcala, Puebla y, en menor medida, Morelos, negocio que llevaría adelante una filial de las empresas españolas Elecnor y Enagas. Estas firmas, tan criticadas por el presidente López Obrador, cuentan con la autorización otorgada por la Comisión Nacional de Energía (CRE) en el año 2012 (permiso G/292/TRA) para distribuir por su cuenta el hidrocarburo en los ramales que ya están construidos en el trayecto del ducto.

“El desarrollo está diseñado para abastecer de gas natural a futuros parques industriales, como el que se encuentra trazado ya en las proximidades de Huexca, y con ello el desarrollo urbano sería inevitable del lado sur y del oriente del Popocatépetl, pero también a casas habitación. Imaginemos asentamientos humanos, industriales, habitacionales y de servicios localizados en los puntos de avalancha de escombros, lahares o proyectiles balísticos arrojados por don Gregorio cuando buenamente disponga”. Mónica Romero, de las más férreas defensoras de los recursos naturales, aporta un dato importante: En el expediente 1181/2019 del Juzgado Quinto de Distrito, con fecha de acuerdo 10/09/2020 (o sea, hace apenas tres días, se asienta, y se transcribe textual: “Finalmente, respecto a su solicitud de revocar la suspensión de plano decretada, dígase a la autoridad oficiante que no es posible acordar favorablemente, en razón de que esta juzgadora, atendiendo al principio de certeza jurídica, no puede revocar sus propias determinaciones, salvo por causas extraordinarias (hechos novedosos o supervenientes) o bien por resolución emitida en queja o revisión, situación que en el caso concreto no acontece”.

Lo anterior confirma lo declarado por varias personas que se oponen a la termoeléctrica: es falso que los amparos estén concluidos como dijo el presidente en su mañanera. El portal de Carmen Aristegui (otra de las consentidas de AMLO, pero que al igual que la revista Proceso enfrenta las críticas de los “chairos” por publicar verdades), da cuenta de la posición extremista de muchos pobladores de la zona oriente de Morelos. “Pondremos nuestros cuerpos si es necesario como lo hizo Samir”, le declaró Jorge Velázquez, vocero del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y el Agua Morelos a la reportera Estrella Pedroza.

Luego lanza una explicación de lo que está pasando políticamente y lo remata con una premonición: “Con esto podemos decir que (el presidente) tiene el garrote por el mango en dos caras. Uno, “la mañanera” con los medios para mentir porque dice cosas que no son verdad, y (dos), las fuerzas represivas. Regresemos al 10 de febrero de 2019 cuando López Obrador dijo que aunque hubiera gritos y sombrerazos el proyecto iba, y antes del 23 de febrero (día que se realizaba la consulta ciudadana), el 20 de febrero Samir fue asesinado. Entonces con esto sabemos que antes del mes de diciembre habrá una represión”, añadió. HASTA MAÑANA.

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