Trump, el virus y el caos
Ha sido mucho tiempo, mucha incertidumbre, muchos muertos y enfermos. En el caso de muchos países, mucha confusión. Qué sirve, qué no sirve, cómo sí se previene y cómo no.
Y ahora, frente a rebrotes en países o ciudades que padecieron en la primera oleada, todo se descompone.
Algunos ejemplos; ayer en España, tomado de El País: “La aparente mejoría en los datos de incidencia de Madrid no convence ni al ministro de sanidad, Salvador Illa, ni a Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, que esta tarde han puesto en duda que las cifras reportadas por esta comunidad correspondan a los contagios que efectivamente se han producido en la región los últimos días”.
En Nueva York, donde el alcalde había anunciado algunas medidas con base en rebrotes localizados. De The New York Times: “El gobernador Andrew M. Cuomo se negó el lunes a permitir que la ciudad de Nueva York cierre negocios no esenciales en nueve puntos ‘calientes’ en Brooklyn y Queens, donde el coronavirus se ha disparado, anticipándose a un plan anunciado el día anterior por el alcalde Bill de Blasio. La postura del gobernador creó más confusión sobre cómo las autoridades pretenden abordar los primeros signos de una segunda ola del virus en el que fue su epicentro. Cuomo también aceleró el plan para cerrar las escuelas en las áreas afectadas, moviendo la fecha de cierre un día, al martes”.
En Argentina, el ministro de salud de la provincia de Buenos Aires, Daniel Gollan, “insiste en que la ciudad tiene más muertos por coronavirus que los que informa”, reporta Clarín.
Pero nada supera al presidente de EU, el país ejemplo del mal manejo de la pandemia con más de 200 mil muertos oficiales, con los contagios en aumento las últimas dos semanas. Ayer: “Saldré del gran Centro Médico Walter Reed hoy a las 6:30 pm. ¡Me siento realmente bien! No le tengas miedo al covid. No dejes que domine tu vida. Hemos desarrollado, bajo la administración Trump, algunos medicamentos y conocimientos realmente excelentes. ¡Me siento mejor que hace 20 años!”.
Las consecuencias en las actitudes de sus seguidores frente a las medidas de prevención o de gobernadores fieles en relación con medidas de políticas públicas serán un desastre.
Y lo que nos falta, a nosotros y a muchos. Porque la pandemia no está domada ni la curva aplanada.
@puigcarlos