Bien: el reculador vuelve a recular
El ministro presidente del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, Felipe Alfredo Fuentes Barrera, debe admitir que lo suyo lo suyo no es el Derecho y renunciar.
Aunque tarde para evitar la bochornosa condición en que sumió a esa instancia de justicia, tuvo el tino de recular de su proyecto recule sobre la dirigencia de Morena que osó poner a discusión de sus pares con la siniestra pretensión de que prosperara.
Quizás el Tribunal esté a tiempo de recuperar la traqueteada credibilidad en que se debate, sobre todo porque le corresponderá validar o no las elecciones más complejas de la historia el próximo año, así como la presidencial de 2024.
No sería extraño que la canija propensión de Fuentes Barrera a quedar bien con la 4T lo lleve a impulsar, como compensación, un fallo adverso al partido México Libre ajeno a la juridicidad.
Lo bueno es que el dubitativo magistrado presidente retiró su descabellada propuesta que anularía el trabajo que obligó a realizar al Instituto Nacional Electoral. Presentó a consideración Recule Dos, que sus pares aprobaron por unanimidad, y todas las impugnaciones contra la encuesta para la renovación de la dirigencia de Morena fueron desechadas.
Coincidieron los siete magistrados en que las quejas carecen de validez porque se interpusieron de manera extemporánea y muchas de ellas ya se habían resuelto con anterioridad, al grado de retrasar la continuidad de la encuesta debido a las modificaciones que la sala superior ordenó al INE.
Reyes Rodríguez Mondragón reconoció que el Instituto “ha acatado las sentencias emitidas por esta sala, adoptando las medidas en el ejercicio de la libertad que se le reconoció desde este tribunal para métodos de encuestas”, y que sería ilógico anular el esfuerzo realizado porque “estaríamos desconociendo nuestras sentencias previas. Las condiciones siguen siendo las mismas por las que no hay razón para aplazarse, y el Tribunal debe dotar de confianza y certeza jurídica”. Janine Otálora e Indalfer Infante defendieron lo hecho por el INE, pues “ha demostrado ser un órgano cuya actuación se inscribe en la legalidad y en el cumplimiento y observancia de los principios electorales que rigen cualquiera de sus actuaciones”. José Luis Vargas recordó “el incumplimiento sistemático de dos dirigentes provisionales (Yeidkol Polevnski y Alfonso Ramírez Cuéllar) que no acataron las resoluciones de este Tribunal para que fuera el propio partido el que eligiera a su propia dirigencia” y, con su chip reparado, el veleidoso ministro Infante reprochó la filtración de su inaudito proyecto, pero complementó:
“No estoy de acuerdo con lo que exponen los actores referente a una serie de omisiones y errores que afectan sus derechos. No coincido en que haya falta de integridad en el proceso como lo dicen las demandas. De posponer o anular en este momento la encuesta, sería tanto como desproteger lo que protegimos en su momento, a la militancia, para que pueda tener estos cargos de renovación”.
E la nave va…