López-Gatell y el enemigo equivocado
Siempre es más sencillo enojarse con otros, allá, que además tu jefe critica todos los días, que con los resultados de tu plan, es decir, contigo mismo.
Se acumulan los fallecimientos; los contagios, si es que se reducen, siguen en niveles insostenibles; en algunas ciudades vuelven a ir para arriba, poco, pero arriba; se van acumulando las pruebas de que algo se hizo mal, y luego salió mal.
Un día, el doctor decidió cambiar la metodología y con eso lo que se informa, medio lo explicó en la introducción, pero no anticipó que venía un número extraño, inesperado… y pues: ¡malditos periódicos!
Desde el mismo lunes, cuando el cambio de metodología provocó un tuit que no le gustó, el doctor López-Gatell se enojó.
Siguió enojado el martes en la mañanera y luego en la vespertina. Bueno, en la vespertina del martes más bien reprendió a los medios por tontos: “no asumamos que hay mala voluntad y que por lo tanto no se trata de una mentira deliberada, simplemente pensemos que es un error o que quizá el oficio periodístico de estos diversos medios, que hoy sacan en primeras planas esta idea, quedó incompleta y que existe la oportunidad de que identifiquen que les faltó información y hacer lo que convencionalmente, ustedes lo saben, se hace en el trabajo periodístico, que es acudir a la fuente primaria de información, en este caso la Secretaría de Salud, o concretamente el gobierno de México en esta conferencia de prensa, que ha sido designada desde hace 219 emisiones con el propósito de informar al pueblo de México sobre el acontecer de la epidemia de covid-19”.
Solo dejaré por aquí que el lunes, la explicación de la nueva información —de casi mil palabras—arrancó así: “vamos a presentar un componente adicional nuevo sobre los distintos análisis que hacemos de los casos que son identificados, considerando las distintas definiciones de caso…”.
Pues sí doctor, a lo mejor alguien se sorprendió o no entendió.
Perdón.
@puigcarlos