Incognitapro

DUDA RAZONABLE

Llevo unos cuantos lustros en esto y tal vez por lo mismo esta semana les decía a unos amigos que me parecía raro que en octubre de 2020 estuviera leyendo en notas principales de los diarios, o en las discusiones de radio y televisión o yo mismo escribiendo los nombres de Porfirio Muñoz Ledo, o Elba Esther Gordillo o tantos otros sobre los que reporteaba o leía hace ya muchos años.

Espero no se interprete mi extrañeza como un desprecio a la experiencia, pero en serio, ¿no hay otros?

Para un país que hizo una revolución con la consigna de la “No reelección”, vaya que se han encontrado maneras de permanecer en el asunto público y en posiciones de poder por décadas.

Y creo que alguna explicación de la casi eterna permanencia de los mismos personajes viene de la manera en que está diseñado nuestro sistema de partidos políticos y su financiamiento.

Después de todos estos años se han creado estructuras burocráticas con dinero público que ni siquiera está claro, en la mayoría de los casos, a quién representan. Por ejemplo, entre nuestros nuevos partidos están los que se propusieron formar dos sindicatos y una organización evangélica, pero según la ley no son eso, eso estaría prohibido. Gran simulación.

Pero nuestra legislación electoral está construida de tal manera, con tantas complicaciones, cuesta tanto dinero más allá de lo que se fiscaliza, que hacer un partido es para los especialistas. Y esos especialistas son los que ya estaban y las recompensas no son poca cosa… Muchos millones y con un poco de suerte una posición en el Legislativo —de preferencia como pluris, para qué hacer campaña—; siempre una negociación con los partidos más grandes y ya está. Así muchas décadas. Ningún ejemplo como el Partido Verde, que no representa nada ni a nadie y ahí sigue.

Los ganadores en este lío van a recibir más de 100 millones de pesos. Sin representar a nadie.

Eso sí. Seguiré escribiendo los mismos nombres.

@puigcarlos

Ámbito: 
Nacional