Detrás de un muro de vallas metálicas y policías de Ciudad de México, la bancada de Morena en el Senado esfumó 109 fideicomisos con una bolsa de 68 mil millones de pesos.
Como hizo el PRI para sacar adelante las reformas energética y educativa en pasadas legislaturas, la Cuarta Transformación maniobró ayer para aprobar el compromiso de campaña del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Ricardo Monreal, coordinador de la bancada de Morena, maniobró para llevar la sesión a la vieja sede del Senado, la casona de Xicoténcatl, resguardada por 350 elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, a solicitud por escrito del presidente del Senado, Eduardo Ramírez.
“Es un encargo del presidente”, reconocía el senador Monreal a su grey en la vieja sede del Senado pasadas las 13:00 horas, con la sede de Insurgentes y Paseo de la Reforma bloqueada por colectivos opositores a la extinción de fideicomisos.
Así, Morena terminaba por desentenderse de las múltiples protestas que por días protagonizaron víctimas de feminicidios y violencia; de familiares de desaparecidos; de niños de Chilapa, Guerrero, que llegaron al Senado a manifestarse con rosas en las manos; de investigadores del CIDE y científicos del Cinvestav, así como de universidades extranjeras.
“Debo señalar, con toda seriedad, que la negociación ha sido muy tensa, muy difícil. Que el grupo denominado de contención, ha expresado su oposición a que se apruebe de manera positiva este tipo de reformas en materia de extinción de fideicomisos”, planteó Monreal por la tarde con un mensaje en redes.
En otro momento, la senadora petista Geovanna Bañuelos, cuya bancada abiertamente anunciaba su voto en contra de las propuestas del Ejecutivo, se acercó con un senador del bloque opositor para confiarle que en los dos últimos días había recibido “presiones”.