Salud, entre demagogia y realidad
Salud y pobreza son un matrimonio inseparable. No hay magia: mayor inversión sanitaria significa menor precariedad.
El gran pecado mexicano ha sido mantener un presupuesto muy bajo para la salud. En promedio, México no invierte anualmente más de 6.4 por ciento del PIB.
Esta cifra coloca al país en el lugar 97 del mundo. Sorprende, porque la economía mexicana ocupa el sitio 15 entre los países más ricos del globo.
Era de esperarse que la administración de Andrés Manuel López Obrador cambiara las cosas. Su compromiso con los pobres debió significar una cirugía mayor al presupuesto. Sin embargo, los números revelan otra cosa: mientras en 2018 el gobierno de Enrique Peña Nieto invirtió casi 400 mil millones de pesos en salud, en 2020 López Obrador agregó solo 30 mil millones a favor de este sector. El crecimiento fue apenas de 7.7 por ciento entre una administración y otra.
Peor aún, de acuerdo con un estudio de la Acción Ciudadana Frente a la Pobreza, este incremento solo benefició a los afiliados al sistema de salud que ofrece Pemex.
En cambio, los beneficiarios del Issste, IMSS, IMSS Bienestar y el Insabi vieron disminuir la inversión por persona.
En el proyecto de presupuesto para 2021, la inversión anual per cápita de los servicios de Pemex pasaría de 11 mil 512 pesos por beneficiario a 13 mil 293. En cambio, la inversión prevista por beneficiario del Insabi se reduce de 3 mil 607 pesos a 2 mil 602; una contracción de 30 por ciento.
Para 2021 se prevé que el gasto por paciente en el resto de las instituciones públicas también caiga, aunque la proporción no es tan grande como en el programa estrella del gobierno federal.
¿Cómo explicar que el gobierno más comprometido con los pobres, al menos en el discurso, mantenga un gasto sanitario tan castigado?. La respuesta está en la prohibición que el gobierno de López Obrador se ha impuesto respecto a incrementar los impuestos.
Sin modificar la tasa de recaudación, una de las más bajas del mundo, no habrá dinero que alcance para proteger la salud de los más necesitados.
Zoom: o bien el Estado asigna mayor inversión a la salud, o la preocupación por la precariedad terminará siendo el peor de los embustes.
@ricardomraphael