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SIN RODEOS

La pérfida DEA

El arresto en los EEUU del general Cienfuegos, ex secretario de la Defensa Nacional —sin que hasta hoy se conozca elemento probatorio que justifique su detención— le recordó al Lic. Ignacio Morales Lechuga que siendo titular de la PGR (hace 35 años) el fiscal general de aquel país le pidió, también sin aportarle pruebas, la detención, con fines de extradición, de los entonces secretarios de la Defensa y de Gobernación, del ex procurador general García Ramírez, del gobernador de Jalisco Álvarez del Castillo y del Dr. Álvarez Machain, porque la DEA aseguraba que participaron en la tortura y asesinato de uno de sus agentes.

Por supuesto que Morales Lechuga se negó, pero al poco tiempo agentes de la DEA “levantaron” (secuestraron) en territorio mexicano a Álvarez Machain y lo llevaron ante un juez yanqui, el que años más tarde lo exoneró de toda culpa.

El modus operandi de esa pérfida agencia viene de lejos. Sus atropellos han dejado aquí y en otros países una estela de espionajes ilegales y otros delitos, violando soberanías, códigos penales y derechos humanos.

La integridad de muchos de sus elementos coexiste con la inmundicia de otros. Se infiltra en organizaciones criminales, pero también suele ser infiltrada por ellas; y se brinca cualquier código ético.

En México hay casos en los que después de obtener la detención de un mexicano con fines de extradición, recaba declaraciones de “testigos protegidos” y falsifica pruebas para “justificar” su solicitud. Así se las gastan.

Por asociación de ideas, aporto tres incidentes que llevan mi nombre:

1) Al morir en 1997 uno de los Carrillo Fuentes, alias El Señor de los Cielos y capo de capos, me enteré por la televisión de que el zar antidrogas de México, Mariano Herrán, se atrevió a decir que yo le estaba proporcionando “datos” sobre el funeral del susodicho delincuente. Por la misma vía desmentí la falacia.

2) Poco antes de ser abatido un Beltrán Leyva (no sé cuál) recibí llamada telefónica de una señora que dijo ser su esposa, manifestándome que su marido me agradecía los servicios que yo le prestaba. Le respondí que no había motivo de gratitud, porque no conocía a su cónyuge y nada me vinculaba con él.

3) Hace algunos meses, un medio de comunicación le atribuyó al chino Zhanli Ye Gon (el de “copelas o cuello”) haber dicho que soy el principal introductor de metanfetaminas a EEUU.

Van para la DEA esos “casos”, por si le sirven de algo; y usted, lector, tome con la mayor reserva todo lo que provenga de esa agencia, que está podrida y atropella con descarada impunidad.

Pd. Otra del Presidente: “Lo que más me importa es reducir el número de personas fallecidas”. ¡Zas! ¡Pero su genio López-Gatell ya descubrió que: “los fallecidos ya fallecieron”! ¡A menos que ocupe la presidencia el resucitador que nos hacía falta!

Ámbito: 
Nacional