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COORDENADAS

Lo que nos puede traer un nuevo encierro

El pasado 11 de septiembre, las autoridades de salud quitaron el semáforo rojo a todas las entidades del país, lo que parecía validar la idea de que el control de la pandemia permitiría que avanzara la reapertura de la economía.

Pues esa condición duró solamente siete semanas, porque a partir del viernes pasado regresó el color rojo al estado de Chihuahua.

Además, se señaló que es probable que ese color del semáforo se aplique también a Coahuila, Nuevo León y Durango en las próximas semanas.

En el balance, solo el estado de Campeche está en semáforo verde y otras 11 entidades en semáforo amarillo, mientras que son 19 las entidades que se encuentran en color naranja.

Bajo la lógica de que las restricciones a la movilidad, incluyendo cierres de ciertos giros comerciales y de negocios, van a aplicarse en la medida que más entidades se vayan hacia el rojo, la pregunta que flota es: ¿cuánto va a impactar en la economía el ya claro repunte de los contagios de covid-19 en México?

Todo va a depender de la extensión de los cierres y de su duración.

Veamos algunas tendencias.

A escala nacional, el crecimiento de los casos confirmados fue de 7.8 por ciento en las dos semanas que van entre el 9 y el 23 de octubre. De mantenerse ese ritmo el resto del año, terminaríamos 2020 con 1 millón 285 mil casos confirmados.

En cuanto a los fallecidos confirmados, la tasa fue de 6 por ciento en ese lapso, lo que permite una proyección de 119 mil fallecidos acumulados al final del año.

Si vemos algunos de los estados considerados con más riesgo, encontramos que en el caso de Chihuahua, el número de casos en este periodo creció en 11.4 por ciento; en Nuevo León, el crecimiento fue de 15.3 por ciento; de 8.1 por ciento para Coahuila, y de 15.8 por ciento para Durango.

No sabemos cuántas entidades vayan a retroceder a semáforo rojo, pero tenga la certeza de que no será exclusivamente Chihuahua.

La instrumentación de protocolos para evitar la movilidad va a dar un segundo golpe a la actividad económica. El impacto dependerá del ritmo al que se vayan sumando más entidades en semáforo rojo.

A escala nacional, el tráfico vehicular y la circulación peatonal prácticamente ya habían regresado al nivel del mes de enero según datos de Apple Mobility, mientras que los viajes en transporte público están 45 por ciento abajo.

En la Ciudad de México, el tráfico aún se mantiene 15 por ciento abajo, mientras que los viajes en transporte público están en promedio en un 55 por ciento por debajo de los niveles de enero.

Con este escenario, se ve difícil que la forma de la recuperación sea como se ha dicho insistentemente por parte de la autoridad, la famosa “palomita de Nike”, pues ya no habrá regularidad en el crecimiento sino muy probablemente, a la trayectoria alcista haya que ponerle una “W”.

Aún es muy pronto para hacer una valoración precisa del impacto en el PIB que pueda traer este repunte de los contagios, pero lo que es un hecho es que sí lo tendrá, sea que se refleje en 2020 o 2021.

Para muchos negocios, que apenas empezaban a reactivarse poco a poco, el golpe puede ser fatídico.

Cito solo el caso de los restaurantes. Imagine que de nueva cuenta deban ver restringidos sus servicios solo a la venta para llevar y que eventualmente tuvieran que permanecer así en el mes de diciembre, el efecto sería demoledor.

Imagine que tanto en “El Buen Fin” como en diciembre, las plazas comerciales deban cerrar sus puertas nuevamente, muchos comercios no sobrevivirían sin apoyos.

Ojalá que no se requiera llegar a ello, pero lo que hemos visto en otros lugares, sobre todo en Europa, nos hace pensar que es un escenario que sí puede ocurrir.

Ámbito: 
Nacional