18 de Julio de 2016
I. En la mira. Le llueve sobre mojado al exgobernador de Sonora, Guillermo Padrés, pues ahora la Fiscalía Anticorrupción del estado le decomisó 19 lujosas propiedades, incluyendo el suntuoso rancho Pozo Nuevo y varias mansiones ubicadas en las principales ciudades del estado. Cuentan los enterados que el exgobernador anda que truena de coraje, pues seguramente le serán decomisadas más propiedades. Ojalá y se siga indagando este gran escándalo de corrupción y que no se deje en la impunidad.
II. Sin control. La violencia en Tamaulipas llegó a extremos peligrosos. El territorio gobernado por Egidio Torre Cantú perdió el rumbo. Tanto, que un mando policial llamó a los ciudadanos a tomar las armas y someter a los delincuentes. “La recomendación es que la gente no sea tan miedosa”, dijo José Marines, coordinador regional de la Secretaría de Seguridad Pública. Este fin de semana se realizaron relevos de mandos de la Marina, asumiendo responsabilidades en el mando de la Primera Zona Naval el vicealmirante Francisco Pérez Rico y del mando de la Zona de Acción Frontera en Reynosa, vicealmirante Mario Maqueda Mendoza. Una veintena de muertos en una semana obligó a un despliegue de 600 oficiales. ¿Quién gobierna Tamaulipas?
III. Ojalá. Bienvenida la disposición del gobierno para revisar, junto con los maestros disidentes, el proceso de evaluación docente, discutirlo y encontrar puntos de coincidencia, cuya meta sea llegar al fin del conflicto magisterial, que dejó en entredicho el aprendizaje de miles de niños y niñas por la prolongada suspensión de clases del ciclo escolar que apenas terminó. Los senadores priistas lo consideran alentador y positivo para acabar con un problema ya crónico. Pero debe quedar claro que la discusión del tema no significa la derogación de este método de actualización pedagógica, necesario para el mejoramiento académico de los mentores. El proceso está indisolublemente atado a la prioridad de la Reforma Educativa, que es la enseñanza de la niñez. Dice Emilio Gamboa que no sólo es una realidad latente del momento actual, sino el futuro del país, lo que es irrebatible.
IV. Quejas terrenales. Históricamente, la Iglesia fue aliada de los gobiernos. Pero ahora parece haber un distanciamiento. La Arquidiócesis Primada de México aseveró que las reformas estructurales “están haciendo agua”, al señalar grandes brechas de desigualdad e injusticia. En su editorial en el semanario Desde la fe, publicó que el arranque de los cambios para la prosperidad que prometió el presidente Enrique Peña Nieto se están quedando en “discursos triunfalistas”, pues la realidad es distinta y apabullante. “Hay inestabilidad social por la Reforma Educativa y la promesa presidencial para que las ciudades, los pueblos, las carreteras, vuelvan a ser espacios de tranquilidad”. Esta responsabilidad no es sólo de EPN. ¿Cuántos gobiernos estatales sólo han mostrado debilidad ante el crimen organizado?
V. Se ponen las pilas. Quienes se han puesto a trabajar en el Estado de México son sus autoridades. Pues en voz de su secretario general de Gobierno, José Manzur Quiroga, se dio a conocer que, después de analizarlo perfectamente, pidieron a la Secretaría de Gobernación el traslado de reclusos de cárceles de la entidad a las Islas Marías para disminuir la sobrepoblación que se tiene de más de diez mil internos, lo cual es una buena acción. Recuerde que hace unos meses se dio un intento de motín en el penal de Barrientos de Tlalnepantla y su mayor preocupación es con el penal del Bordo de Xochiaca.