Que en los círculos del gobierno federal para nadie es sorpresa que Andrés Manuel López Obrador haya propuesto a Rosa Icela Rodríguez para encabezar la Secretaría de Seguridad Pública a la salida de Alfonso Durazo, pues es una colaboradora de las mayores confianzas del Presidente. Comentan que jugó un papel fundamental para reducir los índices delictivos en el barrio de Tepito y en las colonias Buenos Aires y Doctores cuando AMLO fue jefe de Gobierno, por lo que le reconoce habilidades en gobernabilidad, seguridad, procuración de justicia y prevención del delito. Acaso la única sorprendida haya sido la de Xilitla, que apenas se estaba acomodando como coordinadora de Puertos y Marina Mercante.
Que el guía de los pasos del joven Luis Donaldo Colosio Riojas en Nuevo León es Ricardo Canavati, quien fuera amigo cercano de sus padres y es un experimentado político que suma en estos tiempos de indefinición con Dante Delgado y la plana mayor de Movimiento Ciudadano en aquel estado.
Que quien se asume como vocero de la Cooperativa Cruz Azul, Jorge Hernández, asegura que videos y testimonios son concluyentes en cuanto a que el presunto responsable de la muerte de Olivero Guerrero, atropellado el 14 de octubre pasado durante la toma de la planta La Laguna en Oaxaca, es José Antonio Marín Gutiérrez, quien ingresó de forma violenta junto a Víctor Manuel Velázquez, un actuario del juzgado estatal y abogados. El señalado y sus socios huyeron del lugar, según el propio denunciante, para enviar después un videocomunicado en el que culpan a otros de los hechos.