La extradición de Cienfuegos
Penalista curtido en casos relevantes, el abogado Juan Velásquez (así es su apellido) imparte clases en las escuelas militares de mayor nivel en el Ejército y la Marina Armada. Conoce hace 20 años al general Salvador Cienfuegos y dice que el gobierno federal debe solicitar a Estados Unidos la extradición del ex secretario de la Defensa Nacional.
En sus intervenciones de la semana pasada en El asalto… de MILENIO Televisión, dejó planteada una inquietud que debe poner los pelos de punta en la administración pública: ¿qué funcionario querrá ir a Disneylandia…?
Y específicamente: si Cienfuegos recibió (14 de agosto de 2019) del gobierno estadunidense el reconocimiento Legión al Mérito en Grado de Comandante por contribuir significativamente en la promoción de la educación, la investigación y el intercambio de conocimientos en materia de seguridad y defensa en el hemisferio occidental (otorgada con la autorización del Departamento de Defensa y del presidente Donald Trump en el Centro de Estudios Hemisféricos de Defensa de la Universidad de la Defensa Nacional de los Estados Unidos), añado una hipótesis viable: del rango que sea, ¿qué militar osará de hoy en adelante ir a Estados Unidos para dizque recibir alguna distinción o acordar asuntos bilaterales contra la delincuencia internacional?
Velásquez hinca la suerte en un problema tan serio como antiguo: históricamente, el Ejército recela de la “buena voluntad” de los Estados Unidos hacia México. La formación de sus integrantes en el Colegio Militar tiene acendrada la memoria de la guerra del siglo XIX y el despojo de más de la mitad del territorio, así como las invasiones posteriores (en especial la de 1914 a Veracruz).
La desconfianza mutua se incrementó en los años 80 con el caso Camarena cuando, como recordó hace dos semanas el ex procurador general de la República, Ignacio Morales Lechuga, el actual procurador estadunidense (que lo era también entonces), William Barr, pretendió que fueran capturados y extraditados a su país el secretario de la Defensa (Juan Arévalo Gardoqui), el secretario de Gobernación (Manuel Bartlett Díaz), el procurador Sergio García Ramírez y el gobernador de Jalisco (Enrique Álvarez del Castillo), señalados por testigos protegidos de ser los autores intelectuales del asesinato del agente de la DEA, quienes en una escena de caricatura habrían estado en la sala contigua a la habitación del suplicio y ejecución del policía, esperando que los capos Ernesto Fonseca, Don Neto, y Rafael Caro Quintero cumplieran sus instrucciones de asesinarlo.
A partir de las imputaciones al divisionario que hace la DEA, la Fiscalía General de la República y la Procuraduría de Justicia Militar tienen la obligación de pedir a Estados Unidos el expediente acusatorio para investigar ellas a Cienfuegos y a sus probables cómplices, pero también, por elemental honor, de solicitar que el militar sea extraditado a México.
¿Cometerán el delito de omisión…?