Nuestros muertos
Somos responsables de nuestros muertos por covid. Hay historia suficiente en la experiencia mundial de estos meses como para decir que cada país tiene la pandemia de coronavirus que se merece.
La pandemia ha sido una gran prueba, una prueba trágica, de muchas cosas. Entre ellas, de la eficacia de los gobiernos.
Si todos los gobiernos del mundo hubieran sido frente a la pandemia tan eficaces como los de Nueva Zelanda (25 muertos), Singapur (28 muertos), Hong Kong (105), Noruega (282), Finlandia (358) o Corea del sur (466), estaríamos hablando de un total de muertos muy bajo en el mundo.
Es el mismo virus el que ha matado en Estados Unidos a 230 mil personas, en Brasil a 160 mil, en India a 122 mil, en México a 91 mil, en Reino Unido a 46 mil, en Italia a 38 mil, en Francia a 36 mil y en España a 35 mil.
La pandemia ha sido en cada país del tamaño de la eficacia que han tenido para combatirla los gobiernos.
A menor eficacia del gobierno frente al virus en cada país, peor pandemia. A menor gobierno frente a la pandemia, más muertos.
El virus se ha mostrado poco poderoso en países cuyos gobiernos se pusieron en verdadero estado de alerta frente a él y actuaron en consecuencia.
Era un virus desconocido para todos. Los gobiernos atentos y eficaces pudieron reducirlo a su mínima expresión. Los gobiernos desatentos e ineficaces multiplicaron en sus países un daño que pudieron evitar.
El virus no ha sido responsable por sí mismo de tantas muertes. Los verdaderos responsables son los gobiernos. En un sentido amplio, también sus sociedades indisciplinadas.
Pero el verdadero responsable de las muertes ha sido la estrategia antipandémica de cada país, y ésta la han establecido los gobiernos.
Las estadísticas son implacables. El virus letal es el mismo en todas partes, repito, pero su letalidad cambia según el país.
La evidencia mundial permite responsabilizar a cada gobierno de sus muertos por covid. El gobierno de cada país es el responsable de sus muertos.
Eso no se quita con “limpias” en Palacio Nacional.