Les comparto las primeras líneas de mi última novela, titulada Plagio (Random, 2020). Todo lo que en ella se cuenta es verdadero, salvo los nombres que también son falsos.
Un lunes anunciaron que me había ganado el Premio Martín Luis Guzmán, “de escritores para escritores”.
El martes, me acusaron en la prensa de haberme plagiado unos artículos periodísticos.
El jueves, me acusaron de haberme plagiado también el tema de mi novela ganadora.
El lunes de la semana siguiente, 79 escritores firmaron una carta en mi contra. Esa misma mañana, descubrí que mi mujer era el vínculo secreto de mis acusadores, la descuidada informante del escritor que había denunciado el plagio de mis artículos y el de mi novela, el verdadero instigador de todo, al que por eso en este libro he llamado Voltaire.
Los firmantes de la carta exigían que devolviera el premio y que renunciara a mi puesto en la universidad. (Yo era director de cultura en la universidad, un pequeño imperio).
El miércoles siguiente, luego de discutir con mi amigo el Ingeniero y Rector, ahora mi ex amigo, anuncié mi renuncia al puesto en la universidad. Y también mi renuncia al Premio Martín Luis Guzmán, de escritores para escritores.
Mi mujer, a quien yo había hecho conductora del noticiero universitario, no se presentó a trabajar aquella noche para no tener que leer la noticia de mi salida, según dijo. Pero esa misma noche yo supe otra cosa.
A la siguiente semana, el lunes, sorprendí una llamada de mi mujer con Voltaire. Había encargado que la espiaran, con consecuencias desastrosas.
No pude sino espiarla los siguientes días, martes y miércoles, también con consecuencias desastrosas.
El jueves, Voltaire amaneció muerto en su departamento. La noticia corrió desde temprano por la radio universitaria. Mi mujer y yo desayunábamos juntos ese día, como todos los días. Al oír la noticia, me miró espantada. Esa mañana se fue de la casa y me denunció.
El viernes me visitó la policía bajo la forma del detective Saladrigas. Saladrigas acabó descubriéndolo todo. Incluso, a su manera, quién era yo.
Todo esto requiere una explicación. Es lo que van a leer.