Biden, AMLO y México
Joe Biden será el presidente de Estados Unidos. Andrés Manuel López Obrador y este gobierno tendrán que aprender a tratar con un nuevo estilo, nuevos personajes y otros intereses.
Tal vez lo más importante para cualquier gobierno mexicano es entender las prioridades e intereses de la administración estadunidense, concentrarse y negociar alrededor de ellas y evitar donde el encuentro será imposible.
Así lo hizo Salinas con el primer Bush y el TLC; Fox y el segundo Bush con migración (legalizar) —esfuerzo frustrado por el atentado del 9/11—, y Peña y AMLO con Trump el T-MEC y migración (detenerla).
Las particularidades de la elección de Biden, el trumpismo futuro, y sobre todo la pandemia y la situación económica que ha creado marcarán los próximos años.
En lo económico, el crecimiento estadunidense, y por lo tanto el jalón que puede dar al mexicano, estará condicionado a lo que suceda con la pandemia en los próximos meses. Y en el mismo sentido, lo comercial estará atado al virus y el mercado laboral estadunidense. Una herencia del trumpismo, que apoyan muchos demócratas, es la idea que el TLC (y para efectos prácticos, su sucedáneo) se lleva plazas de trabajo de EU hacia otros países, México y China siendo los favoritos de la narrativa.
El T-MEC tiene en lo laboral nuevos estándares y mecanismos que el nuevo gobierno, dada la configuración de la base de electores que lo llevó al triunfo y la situación laboral, podría poner presión en el gobierno mexicano. Algo similar podría suceder con los asuntos del medio ambiente y las cláusulas del nuevo acuerdo. Biden trae una seria agenda verde... y aquí, pues ya sabemos.
En lo migratorio, todo indica que habrá un respiro, aunque seguramente solo eso. Respiro para los dreamers y según lo dicho en campaña cambios en el endurecimiento de los procesos de asilo que tienen, con acuerdo mexicano, a decenas de miles de centroamericanos en nuestra frontera norte. Respiro para millones de paisanos perseguidos en el interior de EU y los ataques a las llamadas ciudades “santuario”.
Por último, Biden ha prometido legalizar para uso medicinal la mariguana en todo el país y dejar a los estados la decisión sobre el uso lúdico, cosa que aquí pues no sucede.
Esas tres cosas, solo para arrancar. Una felicitación a tiempo, caray, siempre sirve, sobre todo para comenzar a trabajar en una relación siempre muy complicada.
@puigcarlos