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SERPIENTES Y ESCALERAS

Los escenarios de la sucesión

El congreso local y la capital del estado son claves en el relevo de la gubernatura.

Los escenarios de la sucesión

Dos de los últimos cuatro gobernadores que ha tenido Morelos en los últimos 20 años han llegado a la primera magistratura desde la capital; lo hizo Sergio Estrada Cajigal al inicio del milenio y lo repitió Cuauhtémoc Blanco hace dos años. En la elección que viene se renovarán las 36 alcaldías y la representación en los congresos federal y estatal, pero también será el preámbulo de la elección sexenal, porque ahí se podrán ir definiendo los escenarios probables de la sucesión. En el 2021 se comienza a jugar el 2024.

La mira de muchas personas está puesta en dos aspectos concretos de la contienda del próximo año: el congreso y la capital. El primero por el impacto que tendrá en la gobernabilidad y su influencia en la actuación del gobierno de Cuauhtémoc Blanco; el segundo porque de ahí puede surgir el gobernador 2024-2030. Hasta ahora la cámara de diputados ha sido un ente a modo del ejecutivo, con algunos episodios complejos, pero nunca realmente preocupante.

La postura de la 54 legislatura local ha sido desde hace meses de subordinación al ejecutivo, aunque poco funcional en sus resultados. Los diputados iniciaron su gestión con una bandera de lucha contra la corrupción y casi de inmediato la transformaron en un gallardete pirata en el que cada uno de ellos, solos o en grupo, van en busca de sus intereses sin importarles la ideología, el proyecto que representan o las necesidades de sus representados. El trato con el congreso local ha sido difícil para el gobernador y sumamente pobre en resultados.

Precisamente por ello hay muchos ojos puestos en lo que sucederá con la siguiente cámara de diputados, desde su conformación partidista hasta la personalidad e intereses de sus integrantes. La 54 comenzó con 18 curules a modo del gobierno estatal y solo dos legisladoras en contra; la 55 podría arrancar con al menos 13 congresistas abiertamente confrontados con el jefe del ejecutivo y otros cinco que fácilmente podrían asumir la misma línea.

En el caso de Cuernavaca el interés es otro, aunque también tiene que ver con el proceso de sucesión. Es difícil que desde el recinto parlamentario local surja una figura que se perfile como sucesor del gobernador, pero es evidente que ahí se puede dar la estocada final a un proyecto de gobierno que podría concluir antes del 2024. Varios ciudadanos, partidos y aspirantes al congreso local tienen la vista puesta en un juicio político y ya cuentan con los primeros elementos para ello: el incumplimiento de los requisitos de residencia de algunos secretarios. Pero regresemos a la capital.

Desde la capital se pretende impulsar un cambio de régimen político en Morelos, porque la influencia de ese municipio es amplia en toda la zona metropolitana del estado. Visto desde una óptica electoral Cuernavaca es un lugar estratégico no solo para hacer campaña de promoción, también sirve para hacer contraste con otros gobiernos. Un buen desempeño en la capital es la forma más sencilla de incorporarse a la carrera por la sucesión.

Precisamente por eso la vista de partidos, organizaciones políticas, grupos sociales y ciudadanos está puesta en esa contienda; unos y otros saben que la ciudad es un buen escaparate para posicionarse y se dan cuenta que derivado de la terrible situación en la que se encuentra el municipio el triunfo está al alcance de cualquiera. Entremos al detalle de los nombres y las siglas:

El primero es el Movimiento de Regeneración Nacional: son el partido que gobierna Cuernavaca y el que estadísticamente tiene la mayor intención de voto. Morena es en el papel el partido a vencer, aunque en los hechos no tiene candidato y muy probablemente cedería esa posición al PES en una coalición electoral.

Encuentro Social también debe tomarse en cuenta, porque aunque se trata de un partido local, pequeño y sin estructura, es la casa política del gobernador y seguramente llevará mano en la candidatura porque así se lo ordenarán a Morena desde México. En el PES la figura que de manera natural podría competir por el cargo es el Jorge Argüelles, aunque no están cerrados a lanzar a un personaje distinto que les garantice el triunfo y se alinee a los intereses del legislador federal, quien tiene la opción de repetir en su cargo actual.

Después está Acción Nacional, uno de los partidos mejor posicionados en el espectro nacional, pero casi desaparecidos en lo local. El PAN podría colocarse en un escenario de triunfo sí y solo sí se combinan varios aspectos: postulan a un buen candidato y concretan alguna alianza electoral con otras fuerzas partidistas. El panismo morelense está menos desgastado que otros partidos, pero no tiene la fuerza suficiente para ganar solo, ni con cualquiera.

El Partido Revolucionario Institucional es una de las instituciones políticas más corroídas y mal vistas actualmente, pero también una de las pocas que aún conservan estructura en Cuernavaca. No hay manera que el voto duro y la imagen del PRI logre impulsar una candidatura ganadora, pero es posible que en una mezcla de varios partidos y con una buena oferta de candidatos entren a la carrera. El desgaste de Morena y el pésimo trabajo de Antonio Villalobos hacen posible lo imposible.

En la mesa están también las candidaturas independientes y las de los partidos de reciente creación. En ambos casos hablamos de escenarios sumamente complejos, mucho más que en la elección anterior y sujetos a elementos que invariablemente les afectarán, como la pandemia, la pulverización del voto y la baja participación de la contienda intermedia. No es imposible que un independiente gane, pero es sumamente difícil que lo logre.

Después aparecen los rostros de quienes personalmente intentan llegar al cargo y desde hace meses dialogan buscando algún tipo de acuerdo. En primera línea aparece José Luis Urióstegui, quien como candidato autónomo en el 2018 se coló al tercer lugar y metió dos regidores al cabildo (muy malos regidores, por cierto). También Javier Bolaños, el aspirante mejor posicionado de todos, pero a quien su partido le ha cerrado las puertas; y Antonio Sandoval, un exsacerdote en torno al cual se han sumado diversos personajes de la vida pública y privada de la capital.

Aunque hablamos de la candidatura más buscada y en donde hay más personajes y partidos interesados, en realidad son pocas las opciones a las cuales se debe observar. Pongámoslo así: Morena podría tener amarrada la contienda en Cuernavaca como sucede en Jiutepec o Jojutla, donde sus presidentes municipales han hecho un trabajo extraordinario que les garantiza la reelección, pero el mal desempeño y los escándalos personales de su alcalde capitalino los tiene a un paso de la expulsión.

El Movimiento de Regeneración Nacional no tiene estructura en Cuernavaca, su voto fue producto de la simpatía social que provocó Andrés Manuel López Obrador y de la ola electoral que provocó la candidatura presidencial. Aquí como en muchos lados quien ganó fue AMLO, no los aspirantes locales, por eso en la capital triunfaron a pesar de que literalmente compitieron sin candidato.

Ganarle a Morena en Cuernavaca es posible, pero no será fácil: para hacerlo se requiere de la mezcla perfecta de partidos y candidatos (seis: a la alcaldía, a la sindicatura, a la diputación federa por la primera circunscripción y en los tres distritos locales), se necesita una muy bien diseñada estrategia de campaña, se requiere un discurso convincente y sobre todo es indispensable salir pronto y en unidad. Ningún partido ni candidato tiene la fuerza necesaria para ganar solo.

El congreso local y la capital de Morelos son puntos que se observan con atención de cara a las elecciones del 2021; ambos son interesantes, representan aspectos muy importantes para la entidad y podrían ser determinantes en la historia política estatal de la segunda mitad del sexenio.

El desgaste de las autoridades de los tres niveles de gobierno ha cambiado la perspectiva electoral, ahora Morena ya no es invencible ni será capaz de ganar las elecciones con cualquiera. Una oposición unida que postule buenos candidatos puede vencer al Movimiento de Regeneración Nacional en las urnas.

Por cierto: sí la conformación del poder político en Morelos cambia en el 2021, el respaldo del presidente ya no será suficiente para mantener a flote al gobierno estatal.

posdata

Se llevó a cabo la Sexta Marcha por la Paz en Morelos, ahora de forma virtual debido a la pandemia. El acto no fue el mismo desde ningún sentido, empezando porque al realizarlo de manera remota, su impacto mediático fue muchísimo menor y paso desapercibido socialmente, a pesar de que el obispo Ramón Castro elevó el tono de su discurso.

Esto es parte de lo expuesto por el jefe de la iglesia católica en esta marcha virtual:

“Siguen los asesinatos, incluso en masa. Esos descuartizados nos preocupan; es significativo esos asesinatos y homicidios. Que tristeza ver que actualmente Morelos tiene el primer lugar en secuestros por cada cien mil habitantes; no lo digo yo, lo dicen las estadísticas. Siguen los feminicidios y sigue una corrupción generalizada en las instituciones de gobierno, a nivel municipal y a nivel estatal…

A todas aquellas personas del crimen organizado, a todos aquellos corruptos que se roban el dinero del pueblo ¿Qué se van a llevar? También ustedes son peregrinos y también ustedes tienen una cita con la muerte; allá el dinero fruto de la sangre y el dolor cuesta muchísimo, allá hay justicia ¿Qué se van a llevar? ¡Nada! …

Y tantos de nuestros adolescentes y jóvenes envueltos en el deseo de ganar dinero fácil o arrastrados por el lavado de cerebro que les hacen, entran a ese círculo del narcotráfico. Cuánto ha avanzado el incremento de este dominio de las organizaciones criminales en México que por desgracia se caracterizan por la crueldad, por la venganza, por la exhibición de poder y por la intención de eliminar a quienes sean considerados rivales. De esos trabajos delincuenciales o de cualquier ámbito de nuestra sociedad, algunas actividades criminales que bien conocemos son el narcotráfico, el secuestro, la trata de personas…”

Luego de muchos meses de silencio el obispo de Cuernavaca volvió a retomar los temas de inseguridad y corrupción que tanto reconocimiento social le dieron en el pasado. La sexta Marcha por la Paz quedó muy lejos de las anteriores, paso casi desapercibida, pero podría ser el punto de retorno de ese discurso discordante, pero representativo, que solo la iglesia católica ha enarbolado en Morelos en los últimos años.

Así sea.

nota

Uno a uno los golpes mediáticos que recibe el alcalde Antonio Villalobos lo están dejando fuera de combate; hoy su escenario ya no es buscar la reelección en el cargo, sino evitar un proceso penal que le arrebate la libertad y le obligue a resarcir recursos públicos.

El edil afirma que le gustan las frases de rancho y comenta:

“Cuanta cantidad de patadas he recibido, pero nadie patea un perro muerto; estamos más vivos que nunca, estamos dándole para adelante, esto sigue, hay futuro y a Cuernavaca le va a ir bien. Seguimos de pie y caminando por nuestra ciudad, ese es el orgullo que tengo y lo demás, lo que digan, como Juárez: me lo paso por el arco del triunfo”.

Lo que no entiende Villalobos es que, utilizando su analogía, él no es el perro, sino Morena; pegarle a él es pegarle al partido del presidente López Obrador y desgastar al gobierno de la capital de Morelos. Esa ha sido desde el principio la falla principal del edil: su arrogancia, creer que todo gira en torno a él y olvidar que su llegada a la presidencia municipal fue coyuntural; sin el cargo Villalobos no es nada ni nadie.

Una coyuntura hizo que Antonio Villalobos Adán se convirtiera en alcalde y los errores personales, empezando por la conformación de un pésimo equipo de gobierno, lo puede convertir en el primer presidente municipal de la capital que pise la cárcel. El munícipe capitalino es un hombre solo, con muchos problemas, sin aliados políticos, con una pésima defensa jurídica y un terrible manejo de comunicación. No hay manera de que salga adelante así, se está convirtiendo en un apestado político y en un platillo apetitoso para volverlo un ejemplo de castigo a la corrupción.

post it

Desde que inició la pandemia varios alcaldes decidieron colocarse en el frente de batalla, supliendo la falta de recursos públicos con atención personal y algunos apoyos directos a los más afectados. Dos presidentes municipales destacaron en esta línea por su manejo y actuación, porque no se escondieron, ni dejaron de darle la cara a su gente: Juan Ángel Flores de Jojutla y Rafael Reyes de Jiutepec.

El primero pagó las consecuencias al contraer covid hace unas semanas; el segundo acaba de resultar positivo a la prueba y se mantendrá aislado en tanto el virus se aloja en su cuerpo. Ambos merecen reconocimiento por su trabajo y apoyo para superar la enfermedad contraída en ejercicio de su deber.

Celebro que Juan Ángel salió adelante y abrazo con afecto a Rafa, confío que pronto lo veremos de vuelta con la misma fuerza de siempre. Dos acaldes valiosos, pero sobre todo dos excelentes seres humanos y amigos.

redes sociales

Mucha promoción en internet, pero al final la Sexta Marcha virtual por la Paz casi pasó desapercibida.

Es claro que las redes sociales sirven, pero no lo son todo. Anótenlo para las campañas que vienen.

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