¿Y el virus? Pues vaya usted a saber...
Seguimos en pandemia.
Si usted sale a la calle o a algún restaurante o centro comercial o mercado o lo que sucede en casa de los vecinos o las bodas y otros festejos seguramente no lo notará, más allá de la gente usando cubrebocas (no todas, no siempre) pero al menos en Ciudad de México es evidente la normalización de la vida con excepción de las escuelas. Estamos como en verano, pues.
Y si uno sigue los números de la conferencia diaria, queda claro que seguimos en pandemia y no solo eso, sino que las últimas dos semanas no han sido nada buenas, y el número de hospitalizaciones va para arriba y estados que regresan al naranja, o naranja con alerta o rojo con angustia.
El comportamiento del virus y los contagios en México sigue al del mundo, que ha vuelto a tomar medidas a la espera de un invierno complicadísimo.
En Estados Unidos, donde las últimas semanas han visto un aumento muy serio en los casos, el mejor, o más bien dicho el más terrible de los ejemplos es Nueva York. La ciudad, epicentro del problema en aquel país hace unos meses, que logró controlarlo, vuelve a ver un escenario por el que ayer el alcalde dijo que estaban analizando medidas para detener lo que podría terminar siendo una nueva ola.
¿Y en México? ¿Cómo vamos? Nueve estados han tenido incrementos en las últimas semanas. Dos han pasado a rojo. ¿Y las otras siete? ¿Van a rojo?
Esto explicó —es un decir— el doctor Alomía. Primero dijo que esas entidades “tienen una tendencia ascendente y esa tendencia ascendente es mayor que la observada en picos previos”.
Pero “esto no necesariamente refleja en un momento determinado a una entidad en un riesgo máximo. ¿Por qué? Porque recordemos primero que son 10 indicadores y la tendencia del síndrome covid en su momento el comportamiento de la curva epidémica son dos de los 10 indicadores; pero además del comportamiento previo, puede haber estado precisamente dentro de un naranja y el comportamiento de incremento de las últimas semanas seguir todavía dentro de un naranja, es decir, no haber pasado a un nivel de rojo; no así algunas entidades en donde igual y ese comportamiento, sí, efectivamente, pasó de comportamientos previos que estaban en riesgo alto o naranja pasaron a riesgo máximo, como sí lo es en el caso de Chihuahua y de Durango, que de hecho son dos de las entidades que tienen esta clasificación”.
No, pues está clarísimo…
@puigcarlos