Feminicidio e impunidad
Un nuevo feminicidio y una animalada de la policía de Cancún contra quienes protestaban el crimen es el nuevo episodio de esta larga historia de violencia e impunidad.
Ya hay dos separaciones de cargo y muchas declaraciones de qué tan compungidos están todos, desde la presidenta municipal hasta el gobernador, la secretaria de Gobernación y el propio Presidente de la República. Tanto discurso no sirve de mucho.
Esta es la realidad: en los últimos años se ha reducido el dinero para los programas de prevención de las fiscalías locales y federal, de las policías locales y de otros mecanismos de protección a las mujeres.
Hombres siguen matando mujeres porque pueden, sin castigo.
La organización Impunidad Cero acaba de publicar su último reporte; van algunos números directos del mismo: Las entidades con mayor número de víctimas de feminicidio durante 2019 fueron Veracruz con 162, seguido de Estado de México (126), Ciudad de México (71), Nuevo León (67), Jalisco y Puebla (ambos con 60 mujeres víctimas).
En estas cinco entidades se concentran casi la mitad de las víctimas registradas en México por este delito, sumando 49 por ciento del total. Las entidades con menor incidencia fueron Baja California Sur (2), Yucatán (3), Tlaxcala (3), Nayarit (5) y Aguascalientes (5).
Considerando la tasa de mujeres que habitan en cada entidad federativa, la de feminicidio a nivel nacional se estimó en 1.6 feminicidios por cada 100 mil mujeres en 2019, lo que significa que cada día, en promedio, 2.7 mujeres en México son víctimas de este crimen.
Si se suman también las mujeres víctimas de homicidio doloso, se tiene un promedio diario de 10.5 mujeres asesinadas. El estado de Morelos ocupa el primer lugar en la incidencia con una tasa de 3.8, seguido de Veracruz (3.7), Colima (2.8), Sonora (2.7) y Sinaloa (2.5). Por su parte, las entidades que presentan las menores tasas de violencia feminicida son Yucatán, con una tasa de 0.3, seguido de Tlaxcala (0.4), Baja California Sur (0.5), Michoacán (0.5) y Guanajuato (0.6).
El subregistro del feminicidio implica una revictimización para las mujeres asesinadas y violentadas.
En esas estamos. Los discursos tan sentidos sobran si no hay acciones concretas.
@puigcarlos