La debilidad en la economía y la pérdida de empleo son dos factores que impiden a los cuentahabientes hacer frente al pago de sus deudas, según la Asociación de Bancos de México.
La banca en México ha reestructurado hasta octubre de este año 90 mil millones de pesos en créditos, con los cuales se busca apoyar a los clientes con un menor pago mensual y mayor plazo, lo que les permite tener una mayor liquidez para hacer frente a la actual situación económica, informó la Asociación de Bancos de México (ABM).
Según el organismo, la debilidad en la economía y la pérdida de empleo son dos factores que impiden a los cuentahabientes hacer frente al pago de sus deudas, por lo que han recurrido a pedir un mayor plazo para poder liquidar sus créditos.
Luis Niño de Rivera, presidente de la ABM, detalló que de septiembre a octubre el monto de los créditos reestructurado pasó de 75 mil a 90 mil millones de pesos, y hasta el momento son principalmente de clientes que se inscribieron a los programas de diferimiento y ya no pueden seguir pagando el monto original, previo a la pandemia.
Indicó que en su mayoría, los programas de diferimiento comenzaron a vencer desde agosto.
“Por ello, al cierre de octubre, hemos reestructurado 90 mil millones de pesos de créditos que participaron en el diferimiento, y también en aquellos que no lo hicieron, pero que ahora juzgan que les viene mejor una reprogramación o recalendarización de sus pagos", detalló.
Al aceptar una reestructura, se acordó “una disminución del pago mensual, producto del incremento en el plazo, con lo que estamos permitiendo mayor liquidez a los clientes, que es el punto más relevante a estas alturas de la contracción económica y de la incipiente recuperación que tenemos”, añadió.
Ante este panorama, reconoció que una de las formas para mantener solvente a la banca es la creación de reservas, lo que les permite una mayor fortaleza frente a la inestabilidad de los riesgos crediticios.
Niño de Rivera destacó que las reservas voluntarias de la banca siguen creciendo y ahora representan el 19 por ciento del total de las prevenciones, casi cuatro veces más que el 5 por ciento de hace un año.
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Esto quiere decir que la banca pasó de tener 8 mil 400 millones en reservas voluntarias en septiembre de 2019 a 38 mil 600 millones de pesos en septiembre del presente año. En total, las reservas de la banca ascienden actualmente a 203 mil millones de pesos.
Hay recursos, falta demanda
Niño de Rivera afirmó que la banca cuenta con 1.2 billones de pesos disponibles para otorgar financiamientos; sin embargo, los clientes siguen siendo muy prudentes para el uso del crédito y están guardando dinero para hacer frente a la situación de incertidumbre económica.
Indicó que para estimular la demanda de préstamos ha contribuido la baja en las tasas de interés, y prueba de ello es en el crédito hipotecario, en donde se ha registrado un crecimiento de 9 por ciento, ante productos con tasas fijas menores a 8 por ciento.
La ABM destacó que desde diciembre de 2018 a la fecha, las tasas en las que colocan nuevos créditos han disminuido de manera significativa en todos los segmentos, principalmente en los préstamos a empresas, donde la tasa se redujo 35 por ciento, con una reducción de 36 por ciento en los créditos a grandes empresas y de cerca de 30 por ciento en las Pymes. Incluso, en vivienda, autos y personales las tasas se encuentran en niveles mínimos históricos.
“Para beneficiar a las personas físicas, a las familias, estamos en una situación de reducción de tasas en créditos personales del 16 por ciento, que están en 31.3 por ciento, de 37.2 en diciembre de 2018”, dijo Niño de Rivera.
Sin embargo, indicó que pese a existir recursos y bajas tasas, para que el crédito se reactive es necesario que el empleo se recupere, para que las personas puedan tener mayores recursos para poder solicitar un financiamiento.