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EXCÉLSIOR: España y México relanzarán relación

Entrevista con María Aránzazu González Laya
El impulso a la inversión, cumplir metas ambientales y firmar un tratado comercial con la UE son temas a los que ambos países pueden apostar, dijo la ministra de Asuntos Exteriores

María Aránzazu González Laya extendió una invitación formal al presidente Andrés Manuel López Obrador a que visite España.

España convocó a México a mirar juntos hacia adelante, relanzar la relación bilateral y trabajar por un sistema multilateral que ayude a gestar una mejor globalización.

María Aránzazu González Laya, ministra de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación del Reino de España, dijo que la interdependencia económica necesita seguridad, transparencia y reglas claras.

“Cuanto más lo sean, será más capaz el país de atraer esas inversiones, y esas inversiones son esenciales porque son las que van a empujar la transformación de nuestras economías, sobre todo en un momento que la inversión pública, que también hoy necesitamos impulsar, no llega para cubrir todas las necesidades de la economía”, dijo en entrevista con Excélsior-Grupo Imagen.

De visita oficial con el propósito de mostrar solidaridad al gobierno y al pueblo mexicanos por la pandemia, dijo que 2021 puede ser el año en que ambas naciones trabajen juntas por la recuperación económica y social, y para que la Unión Europea y México lleguen a un acuerdo comercial moderno.

La abogada de origen vasco sostuvo que la relación bilateral es fluida, sólida y profunda, pero ante la pandemia de covid-19 hace falta relanzarla, pues se limitaron los contactos personales.

Por ejemplo, dijo, a España le interesa que México le ayude a descarbonizarse, a digitalizarse y a transformar su economía para acabar con las desigualdades.

“Me imagino también a España y México trabajando juntos por un sistema multilateral más fuerte, por reglas internacionales más fuertes que nos ayuden a gestionar mejor la globalización, tanto en lo bidireccional, en la relación de Europa y México, y en la binacional”, indicó González Laya.

2021, año del relanzamiento de la relación España-México

De visita en nuestro país, la ministra de asuntos exteriores española, María Aránzazu González Laya, afirma que la interdependencia económica necesita “reglas claras”; llama a trabajar de manera coordinada para impulsar la recuperación económica tras la pandemia.

Para el gobierno y la corona de España, la conquista del Imperio Azteca, ocurrida hace 500 años, es un “capítulo cerrado”. La convocatoria al gobierno de México es “mirar hacia adelante”, a los próximos 50, 100 años, y que en un relanzamiento de las relaciones México-España trabajen juntos por un sistema multilateral que sea gestor de una “mejor globalización”.

La ministra de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación del Reino de España, María Aránzazu González Laya, en entrevista con Excélsior-Grupo Imagen, declaró que la interdependencia económica entre México y España necesita seguridad, transparencia y reglas claras de juego.

“Cuanto más lo sean, será más capaz el país de atraer esas inversiones, y esas inversiones son esenciales porque son las que van a empujar la transformación de nuestras economías, sobre todo en un momento que la inversión pública, que también hoy necesitamos impulsar, no llega para cubrir todas las necesidades de la economía”, dijo González Laya.

Recordó el tamaño de la relación entre estos dos países: la inversión española en México es de 70 mil millones de dólares anuales y la de México en España es de 30 mil millones de dólares. Después de Estados Unidos, España es el segundo inversor en México.

De visita oficial en México, con el propósito de mostrar solidaridad y apoyo al gobierno y al pueblo mexicano por la crisis de la pandemia de covid-19, la funcionaria del gobierno del presidente Pedro Sánchez también está aquí para los preparativos de lo que será el año 2021: la conmemoración de la fundación de Tenochtitlán, hace 700 años; la caída del Imperio Azteca y los 200 años de la consumación de la Independencia de México. Pero también será el año, dijo, para que la Unión Europea y México puedan llegar a un acuerdo comercial y, en abril próximo, se lleve a cabo la celebración de la Cumbre Iberoamericana, en Andorra.

González Laya, abogada de origen vasco, experta en comercio exterior, exhibe su sobriedad: viste un pantalón negro y un saco blanco con detalles en negro; sus manos, que acompañan sus exposiciones, no llevan anillos; su único accesorio es un par de aretes pequeños de finos cristales montados en oro blanco. Para la ministra, las relaciones entre México y España son “sólidas” y “profundas” y con esos calificativos extendió una invitación formal al presidente Andrés Manuel López Obrador a que visite España.

La entrevista con González Laya se realizó en la residencia del embajador español en México, Juan López-Dóriga Pérez, en Las Lomas de Chapultepec.

-Han pasado muchas cosas en la relación bilateral en el último año y medio. ¿Cuál es el propósito de su visita?

-El propósito es, primero que todo, mostrar, en un momento de crisis por la pandemia, mi solidaridad, mi apoyo al gobierno y al pueblo mexicano, pero también empezar a preparar el año 2021, el año que esperamos haber salido de esta pandemia.

“El año en que tenemos que trabajar juntos por la recuperación económica y social, el año en el que esperamos poder firmar un gran acuerdo entre la Unión Europea y México, el año en el que se celebran muchas efemérides en México, los 700 años, 500 años, 200 años de Independencia, de los que, evidentemente, nosotros queremos tomar parte y a los que queremos asociarnos; una cumbre Iberoamericana que también tendrá lugar el próximo año y un relanzamiento de las relaciones entre México y España, con la celebración de la reunión binacional que agrupó a distintos ministerios y ministros de México y España. En resumen, preparar un año 2021, que tiene que ser el año que le demos un impulso decidido a la relación de México y España.

- ¿Un relanzamiento es un cambio de página?

- Un relanzamiento es empezar a trabajar de una manera más profunda para recuperarnos después de una pandemia que ha tenido un gran impacto en nuestras economías, en nuestros ciudadanos, nuestros trabajadores, pero hacerlo de una manera transformada, no hacerlo como lo hacíamos antes, hacerlo de una manera que nos ayude también; en España, por lo menos, queremos que nos ayude a descarbonizarnos, a cumplir con nuestros compromisos con el clima y nuestro compromiso con el Acuerdo de París; a digitalizarnos, pero asegurándonos que no se quede ningún ciudadano atrás en esta digitalización, hacer de la transformación de nuestra economía la igualdad del hombre y la mujer y, sobre todo, acabar con las desigualdades. Esos son los grandes ejes que queremos sean un nuevo impulso transformador de nuestras economías y aprovechar esta terrible pandemia, que algo positivo tendremos que sacar para salir de una manera diferente.

- ¿Cómo describiría las relaciones actuales entre México y España?

-Sólidas, sólidas, profundas, con grandes raíces, con profundas raíces, porque son el fruto de lo que nuestros ciudadanos quieren que sean, por encima de los gobiernos están los ciudadanos; los ciudadanos se conocen y se quieren. Nuestros ciudadanos, no hay que olvidar los miles de españoles en México, los miles de mexicanos en España, producto todo ello de siglos de trabajar juntos, codo a codo, son relaciones sólidas, profundas de hermandad, pero como una relación de hermandad tiene, pues, momentos altos y momentos un poquito más bajos, es lógico, y aquí lo inteligente, creo, que es trabajar para que las relaciones, sobre todo entre los gobiernos, las empresas, representen lo que son las relaciones entre los ciudadanos.

-Se pensaría que dos gobiernos surgidos de la izquierda habrían tenido una relación más fluida y que reivindicara esa manera de pensar, en función de que el primer jefe de gobierno invitado a México fue el presidente Sánchez, pero después pasó algo, el incidente de la carta y las cosas parece que se descompusieron.

-Yo no diría eso. Yo creo que las relaciones son fluidas, siguen siéndolo, las relaciones son cercanas, las alimentamos constantemente, las alimentan los presidentes del gobierno, los ministros, las alimentan nuestras empresas y ahí tenemos, probablemente, una gran ventaja y una gran fuerza que quizá no le estamos prestando suficiente atención, cuando yo pienso en las seis mil 500 empresas españolas que están en México, los más de un millón 300 mil empleos que ellas generan, cuando pienso en los 30 mil millones de inversiones mexicanas en España, estoy viendo grandes complementarios.

Las relaciones no son… pero es verdad que en medio de nuestras relaciones ocurrió una pandemia que también ha limitado un poco los contactos, incluso los contactos personales, porque todos hemos estado muy concentrados en gestionar nuestras pandemias en cada uno de nuestros países, por eso es importante que, ahora, nos veamos y empecemos a construir para el próximo año.

- ¿El punto bajo tiene que ver con la pandemia o con la carta de petición de perdón?

-Yo no creo, por lo menos por parte de España. La carta no ha cambiado las relaciones que tenemos con México, que son relaciones, como digo, profundas, pero es verdad que durante la pandemia hemos estado muy limitados en el tipo de relaciones que podemos mantener, no podíamos viajar, no podíamos vernos físicamente, es cierto que hemos hablado mucho por teléfono, hemos hecho videoconferencias, pero la calidad de las relaciones no es lo mismo, por eso es importante alimentarlas con presencia física y con diálogo cara a cara.

-Si uno se atiene, ministra, a las declaraciones del presidente López Obrador, pareciera que esta demanda de que España se disculpe por los hechos de la Conquista sigue vigente, ¿en algún momento España lo hará?

-Bueno, primero decir que España ha sido reflexiva y crítica con su historia, pero esto no es nada nuevo, esto no lo estamos haciendo ahora, lo hemos hecho a lo largo de nuestra presencia en América. Esto formó parte de las primeras discusiones de los primeros españoles que pusieron el pie en el continente americano; eso ha sido una constante y quizá un rasgo distintivo respecto a otros países, nosotros hemos discutido muchísimo y hemos pensado, hemos criticado nuestra propia acción, y como en toda acción humana ha habido grandes momentos de luz, también ha habido elementos de sombra y hemos sabido reconocerlos, no ahora, digo hace 500 años, hace 400 años, hace 200 años y, más recientemente, en el año 1990, con una visita de los reyes de España a México, cuando se reunieron con comunidades indígenas y tuvieron ocasión de expresar, ya entonces, estoy hablando de 1990, y está escrito y está dicho, el pesar. Lamentaban, pues, hechos que habían podido haber ocurrido en época de la Colonia, muchas veces en contra de la voluntad de los monarcas. Muchas veces a los que los monarcas les prestaron mucha atención y que no siempre fueron como hubieran deseado, eso ocurrió ya en 1990, y todo esto como digo, lo que ha sido una constante en la historia de España, que es tener esa mirada hacia lo que España estaba haciendo, como también la tiene, la debería tener, el resto de los pueblos, pero más allá de lo que hicimos hace 700 años, 500 años, 300 años, 200 años o más recientemente, que también hicimos muchas cosas juntos. Por ejemplo, durante la época del exilio español, durante la Guerra Civil, a mí me parece que lo más importante es que imaginemos cómo queremos que sea el futuro compartido, cómo queremos seguir caminando juntos como dos pueblos libres, independientes, orgullosos, pero también conscientes de nuestra interdependencia, cómo queremos caminar juntos hacia los próximos 100 años, y creo que le deberíamos prestar tanto atención a los próximo 50, 100 años, como la atención que ya le hemos prestado al pasado.

-Cuando el gobierno de España rechazó la carta de marzo de 2019 del presidente López Obrador, ¿fue por la forma o por el fondo?

-Pues por los dos, por la forma y por el fondo, y también se explicó. Creo que, desde el punto de vista de España, es un capítulo que está cerrado, desde el punto de vista que no tenemos ninguna preocupación específica con esa petición mexicana. Lo que sí nos parece más oportuno es concentrarnos hoy en cómo podemos aprovechar un trabajo en común para recuperarnos económicamente, cómo podemos poner a nuestras empresas a trabajar, cómo podemos apoyarnos en ellas para generar empleo, cómo podemos hacer una inversión pública consecuente, como nos están pidiendo todas las instituciones internacionales, para salir de esta crisis, cómo podemos ayudar a los más necesitados y a los que más han sido golpeados por esta crisis, creo que es eso lo que nos están pidiendo nuestros ciudadanos hoy.

-El año que entra, en el contexto de 2021, en que España quiere participar en estas conmemoraciones, ¿en algún momento escucharemos de parte de España una disculpa por los hechos de la Conquista?

-Insisto: España ha sido crítica de su pasado, ya lo ha hecho, ese capítulo está ya hecho, ya hemos transitado por esa ruta.

Ahora, por favor, concentrémonos en mirar hacia adelante, aprovechemos este momento tan duro que nos está tocando vivir para salir más fuertes, para transformar a nuestras economías y para apoyar a nuestros ciudadanos; que lo que esperan de nosotros son grandes dosis de trabajo en común para que no dejemos a nadie atrás.

- ¿De qué manera le gustaría participar a España en la conmemoración?

-Creo que podemos poner en común nuestras comunidades intelectuales, nuestras culturas. Compartimos una cultura, compartimos un idioma que hablan millones de personas en el mundo, que por cierto está creciendo, un idioma que es fuente de riqueza, tanto para México como para España, por lo tanto tenemos la oportunidad de hacer una celebración alrededor de la cultura, del idioma y de todo lo que ello representa en nuestros países y podremos seguir celebrando estos 200 años de la mejor manera posible; hemos tenido una primera conversación durante mi visita aquí en México de cómo podemos imaginarnos ese celebración, pero nosotros estaremos abiertos a cualquier sugerencia que pueda interesar a nuestras dos comunidades.

-México ha estado solicitando a distintos países de Europa, y también a la Santa Sede, el préstamo de documentos para poder utilizarlos en las conmemoraciones, ¿se habló de esto en su visita?

-No, pero si hubiera interés de hablar de éstos, estaría abierta a discutirlo.

- ¿Le extrañó al gobierno de España que la esposa del presidente López Obrador en esta gira que hizo por Europa con ese propósito no fuera a España?

-No, ella es muy libre de diseñar su viaje como le sea más útil y más productivo.

- ¿Entonces España sí tiene disposición de participar y compartir en el contexto del 2021?

-Claro que sí, no podría ser de otra manera.

- ¿Cómo se imagina el relanzamiento de las relaciones entre México y España?

-Me imagino darle ese impulso primero aprobando, firmando, un gran tratado entre la Unión Europea y México, un tratado moderno, un tratado que incluya cláusulas que nunca se han introducido en acuerdos comerciales que la Unión Europea ha firmado con otros socios; en segundo lugar, me lo imagino con una profundización entre las relaciones bilaterales entre México y España en temas que pueden ser desde la digitalización, hasta la descarbonización, pasando por la cultura, pasando por nuevas inversiones en sectores tan importantes para España y México como es el sector de los automóviles; y me imagino también a España y México trabajando juntos por un sistema multilateral más fuerte, por reglas internacionales más fuertes que nos ayuden a gestionar mejor la globalización, tanto en los bidireccional en la relación de Europa y México y en la binacional.

- ¿Le gustaría a España que México fuera un socio en la descarbonización?

-Bueno, tanto México como España han firmado el Acuerdo de París contra el cambio climático y lo hemos firmado porque estamos convencidos de que somos dos países comprometidos (en la lucha contra) el cambio climático, con la descarbonización de las economías, porque somos dos países que sufrimos el cambio climático, tanto México como España sabemos lo que es ser afectados por estos cambios bruscos, inundaciones, huracanes, sequía, que cada vez aparecen en ciclos más cortos, y también porque sabemos que la descarbonización es fuente de competitividad; la descarbonización es la nueva economía, es la innovación, es la creatividad, las nuevas tecnologías, es la nueva competitividad, y estamos comprometidos. Por todo eso sería útil que hiciéramos de este sector de la descarbonización un tema importante en nuestro diálogo bilateral.

-Ya lo decía usted, seis mil 500 empresas españolas, la creación de fuentes empleos, España segundo inversor de México, después de Estados Unidos, ¿cuál es el clima de negocios que encuentra España para las empresas españolas en México?

-Primero, que la presencia española en México es fortísima en términos empresariales; pero también que la mexicana lo es en España, las inversiones españolas en México: 70 mil millones de dólares; las inversiones mexicanas en España: 30 mil millones de dólares, esto puede parecer cifras, pero detrás de éstas hay empresas y atrás, trabajadores, detrás de esos trabajadores hay crecimiento, detrás de ese crecimiento hay innovación y nuevas oportunidades, esto es lo importante. ¿Y por qué hay esa interdependencia inversora? Porque hay un entorno de negocios que es estable, que es transparente y es seguro, la inversión necesita seguridad, necesita trasparencia, necesita reglas de juego claras, cuanto más lo sean, más capaz es el país de atraer esas inversiones y éstas son esenciales porque son las que van a empujar la transformación de nuestras economías, sobre todo en un momento que la inversión pública, que también hoy necesitamos impulsar, no llega para cubrir todas las necesidades de la economía.

Es muy importante que cuidemos ese entorno de negocios, que cuidemos las reglas del juego, y la seguridad jurídica, insisto, las españolas en México y las mexicanas en España, que va en las dos direcciones, puedan seguir cumpliendo con su papel.

- ¿Requerirían algo más las empresas españolas, me refiero a lo que hay en el clima de negocios actualmente, cambios que se podrían hacer, cosas que se puedan agregar?

-Creo que siempre hay cosas que son mejorables, si eso forma parte del diálogo constante de las empresas y también entre los gobiernos, creo que hay un sector, que es el sector energético, que en estos momentos está siendo objeto de reformas dentro de México y cambios que España respeta, porque no estamos para decirle a México cómo tiene que regular su sector energético, pero sí creemos que mayor transparencia, mayor estabilidad, mayor seguridad jurídica va a abundar en una mayor presencia de empresas que, a la postre, van a ayudar a darle un impulso a este sector, que es el energético, que va a ser esencial para la descarbonización.

- ¿Le preocupó al gobierno de España que una empresa importante como Iberdrola dijera que tiene dinero para invertir en México, pero parece que México no quiere esa inversión y que si luego hay condiciones, invertirá en México?

-Las empresas son libres de decidir dónde invierten y evidentemente invierten donde entienden que existe un entorno que les es más favorable. En este caso, Iberdrola ha decidido invertir no en un entorno no muy lejos, en Asia, Europa, sino invertir en Nuevo México, Texas, Arizona, en donde ha entendido que tiene oportunidades de negocios más estables, esto, yo creo, responde a las empresas, pero también es importante que los gobierno escuchemos a las empresas y las escuchamos porque, al fin y al cabo, las empresas del sector privado son fuente de empleo, fuente de riqueza, fuente de progreso, siempre con unas reglas del juego, que fijamos los gobiernos.

- ¿Al escuchar los argumentos de Iberdrola le queda la impresión al gobierno de España que esa empresa ha sido maltratada en México?

- Nosotros no hacemos ese tipo de valoraciones y si las tenemos no las haríamos públicas, las discutiríamos con el gobierno mexicano, como corresponde.

- ¿Cómo le fue con el canciller Ebrard?

-Pues muy bien, es una persona a la que yo respeto profundamente, gran profesional y con quien tengo una gran sintonía.

- ¿Con la secretaria de Economía?

- Ella tiene una gran labor, aparte de impulsar las inversiones en México y de México, tiene una gran labor de diálogo con las empresas mexicanas, con las españolas y de otros países que están presentes, y hemos tenido una gran discusión de cómo darle un impulso decidido a la presencia de empresas españolas en este país; además de todo lo que hemos visto con el paso del tiempo, que han sido capaces no sólo de exportar a México, sino de jalar cadenas de producción enteras y con ello inversión, tecnología, innovación, hemos tenido una buena discusión de trabajar juntos.

-Recordaba que el presidente Sánchez fue el primero en visitar México, ¿se ha planteado que sea recíproca esa visita, que vaya el presidente López Obrador a España?

-Claro, esperamos recibir al presidente López Obrador en ocasión de la próxima Cumbre Iberoamericana, en abril del próximo año, que será en Andorra, pero está al lado de España; esperamos acogerle el próximo año y que pueda ser de manera presencial y que podamos hacer de esto una gran reunión de la comunidad iberoamericana, trabajando juntos por la recuperación.

- ¿Es decir, está formalmente invitado el presidente a visitar España, usted extendió esa invitación?

- Claro que sí.

- ¿Qué otra cosa pueden hacer México y España, qué está pendiente en la agenda bilateral?

-Tenemos que impulsar entre los distintos ministerios, la binacional, donde varios ministros de México se reúnen con sus homólogos por parte de España y ponemos una hoja de ruta en cada uno de los temas, economía, finanzas, energía, infraestructura, relaciones internacionales, comercio, que supongan una lista de trabajo para los próximos años.

Además, tenemos ocasión de reunir a nuestros parlamentos, que también es un buen momento, porque los legisladores son grandes ingredientes en la estabilidad de nuestra relación; tendremos posibilidad de poner en contacto a nuestras comunidades académicas, culturales, que da una idea de la amplitud de las relaciones entre México y España, no somos solamente dos socios comerciales, somos dos países hermanos.

-Los últimos cuatro años no han sido buenos para el multilateralismo, hay quienes piensan que tampoco para la globalidad, ha habido políticas proteccionistas en lo comercial, ¿qué viene a futuro para el multilateralismo?

-Si algo hemos aprendido en esta pandemia es que no somos independientes, somos interdependientes, que la pandemia que se origina en un país, tiene poder de transmitirse a todo el planeta, pero también que la vacuna que se invente en un país puede suponer la solución para los demás países; que las emisiones de carbono de un país no basta con que las reduzca ese país, sino que necesita que todos los demás las disminuyan, si queremos responder al cambio climático.

Hemos redescubierto la interdependencia, y la manera de gestionarla se llama multilateralismo, se llama cooperación internacional, reglas comunes, se llama mecanismos para resolver diferencias y crear consensos; no es fácil, pero eso no puede ser un obstáculo para no intentarlo y, sobre todo, para no hacerlo; espero que la gran lección de esta pandemia sea la necesidad de invertir en un multilateralismo más fuerte en este 2021 y esperemos haya una gran coalición internacional por más cooperación internacional. Cuanta más cooperación internacional, más seguridad para nuestros ciudadanos, cuanto menos soberanos seamos, más soberanos seremos y más protegeremos a nuestros ciudadanos, parece una paradoja, pero ésa es la lección del multilateralismo: si uno invierte en cooperación internacional, protege mejor a sus ciudadanos.

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