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SERPIENTES Y ESCALERAS

El efecto PES

La arrogancia y el desconocimiento cuestan muy caro en política.

El Partido Encuentro Social se ha convertido en un punto de desencuentro entre los partidos obradoristas; la posibilidad de que Morena signe una alianza electoral en el 2021 con quienes compitió en el 2018 se ha complicado por las declaraciones que desde hace algunos meses ha venido haciendo el diputado federal Jorge Argüelles. Mario Delgado ha dicho que el Movimiento de Regeneración irá en alianza con el PES en cuatro estados, pero dadas las complicaciones locales, el de Morelos podría no ser uno de ellos.

Hasta hace unos días todo parecía que la coalición Juntos Haremos el Cambio en Morelos se repetiría en el proceso electoral del 2021 agregando dos nuevos partidos: el Verde y Nueva Alianza. Era lógico: se trata de quienes a lo largo de dos años han apoyado la causa de Andrés Manuel López Obrador, que presumen ser parte de la Cuarta Transformación en México y quieren aprovechar la popularidad que aún tiene AMLO.

Hasta hace poco nadie dudaba que dada la relación del gobernador Cuauhtémoc Blanco con el presidente de México la alianza con Morena era un hecho; es más, para muchos no solo habría un acuerdo electoral entre el PES y Morena, sería Encuentro Social quien llevaría mano en las candidaturas y tendría la posición local más preciada: la capital.

Bajo esa línea desde el mes de octubre el diputado federal Jorge Argüelles afirmó que la alianza con Morena era un hecho, pero aseguró que no incluirían al Partido del Trabajo, a quien descalificó junto a su dirigente estatal por tratarse de un organismo político vinculado con la delincuencia organizada.

Lo mismo reiteró esta semana cuando en una rueda de prensa el dirigente estatal de Encuentro Social señaló que la alianza con el Movimiento de Regeneración Nacional estaba firme y que se había acordado con el dirigente nacional Mario Delgado, con quien lo une una estrecha amistad y relación desde que ambos coincidieron en la cámara federal de diputados. Al referirse al comité estatal de Morena la respuesta de Argüelles fue contundente: no es una dirigencia legal ni legítima, por eso los acuerdos se llevan a cabo en la Ciudad de México.

Fueron tantas las descalificaciones de Argüelles Victorero hacia sus símiles del PT y Morena en Morelos que finalmente esta semana un grupo de militantes y consejeros del Movimiento de Regeneración Nacional acompañados por su dirigente Gerardo Albarrán se pronunciaron públicamente en contra de cualquier tipo de pacto electoral con el PES. Previo a la rueda de prensa en varios lugares del estado aparecieron anuncios espectaculares dirigidos al presidente López Obrador rechazando al PES. “Cuando se imponen las alianzas y los candidatos, la ciudadanía y los electores nos dan la espalda, como en Coahuila e Hidalgo” dijeron los morenistas a los medios.

El rechazo público de las bases de Morena a la alianza con el PES cayó como balde de agua fría a Jorge Argüelles, quien unas horas más tarde cambió el tono de su discurso, le bajó tres rayitas a la arrogancia y apeló al diálogo político para alcanzar acuerdos. Esta vez el diputado fue cuidadoso de sus palabras, ya no presumió su alianza con Morena, recordó que ha sido un aliado incondicional de la Cuarta Transformación y se refirió a Gerardo Albarrán como “presidente”, a pesar de que unos días antes declaró que su presidencia era ilegal. “La política se trata de hablar, hablar y hablar… estoy seguro de que podemos llegar a un acuerdo con los aliados, un acuerdo que sea en beneficio de los municipios y del congreso para sacar adelante a la ciudad que está en un socavón y cambiar a un congreso que está paralizado”.

El cambio de discurso y actitud de Jorge Argüelles no es gratuito, finalmente parece haber entendido que Morelos no es una tierra de conquista ni los morelenses son personas que se compran con espejitos. Nadie le regatea al diputado su habilidad para colarse en la lista de candidatos de la coalición en el 2018 ni sus méritos para convertirse en coordinador parlamentario del PES.

Pero frente a ello también es evidente su petulancia, el desconocimiento del estado y de su gente, su falta de trato político y su ausencia de la agenda estatal. Jorge Argüelles debería ser una figura importante en el escenario político, podría aprovechar la falta de liderazgo que hay en el estado y tomar el lugar que ha quedado vacío ante la falta de personajes que representen verdaderamente a los ciudadanos.

Pero no lo ha hecho: su estrategia ha sido estar pegado al gobernador y aprovechar los reflectores de sus eventos; el diputado se mueve de manera ostentosa, con un ofensivo equipo de seguridad que rebasa por mucho al de Cuauhtémoc Blanco y supone que con una que otra aparición pública y su foto en anuncios obtendrá el liderazgo y la rentabilidad electoral que hoy no tiene. Se equivoca.

La reacción de Morena ante la imposición de una alianza con el PES era previsible, pero el diputado no la vio venir porque solo hace política de escritorio. despreciar a los liderazgos locales y suponer que todo se resolverá en una comida en la Ciudad de México es un error que han cometido muchos políticos de varios partidos y los costos electorales que han pagado han sido muy altos.

Aún con la inconformidad de los morenistas morelenses Argüelles y el gobernador (sobre todo este último) pueden forzar la alianza, pero hacerlo de esa manera solo acentuaría el enfado de las bases y provocaría un boicot interno que haría perder a los candidatos de la coalición antes de que se instalen las urnas. Es más: si desde México se tratara de imponer este acuerdo, la reacción de la estructural del partido en Morelos podría ser similar a la que ya enfrentan en otros estados.

La conclusión es una: la alianza electoral más importante que podría signarse en Morelos en el 2021 está colapsando, las fuerzas obradoristas siguen siendo leales al presidente de México, pero rechazan la imposición de un acuerdo con un partido que, según ellos, no representa los intereses de la Cuarta Transformación y cuyo dirigente se ha cansado de despreciar a las bases morenistas.

Sin darse cuenta Jorge Argüelles se convirtió en el punto de conflicto de la alianza, le dejaron la operación política de la coalición y en lugar de sumar voluntades y dialogar, amplió las diferencias y se confrontó con los otros partidos.

Si no cambia de estrategia, pero sobre todo de actitud, el dirigente estatal del PES hundirá a la coalición Juntos Haremos Historia… o lo harán a un lado de ella.

En política la arrogancia y el desconocimiento cuesta muy caro.

¿Quién asesora a Jorge Argüelles?

posdata

La Fiscalía Anticorrupción de Morelos llevó a cabo una diligencia en las instalaciones del Tribunal Estatal Electoral; elementos de FECC acudieron a la sede del TEE y se llevaron equipo de cómputo, bitácoras y grabaciones de las cámaras de vigilancia. ¿La razón? Conocer el contexto en el cual un magistrado le otorgó al alcalde de Cuernavaca un amparo para no ser detenido ni destituido.

La acción del fiscal Juan Salazar muestra la dureza del trato hacia Antonio Villalobos; para algunos profesionales del derecho el fiscal se está excediendo en sus atribuciones y actúa más allá del ámbito de su competencia aún en contra de otras instituciones, pero “Aiga sido como aiga sido”, los elementos del fiscal Salazar llegaron, tomaron lo que quisieron y se retiraron.

Será interesante saber lo que la FECC encontrará en los registros de las cámaras de videovigilancia; la lógica hace pensar que quieren observar lo ocurrido en esas instalaciones los días y horas previas a que le concedieran al presidente municipal dicho amparo, para confirmar que la protección concedida se emitió conforme a derecho o, como supone Salazar Núñez, hubo mano negra. Si ese fuera el caso el magistrado que entregó el amparo se va a meter en un severo problema.

Aunque el alcalde de la capital insiste en que todo está en orden y bajo control, lo cierto es que el panorama para Antonio Villalobos luce cada día más complicado. El edil sigue sin entender la gravedad de la situación que tiene enfrente, no se da cuenta que social y políticamente se ha quedado solo y que ahora hasta su cabildo le ha dado la espalda. Nadie quiere estar cerca de él y viendo como se mueve la fiscalía, en breve ya nadie va a querer tenderle la mano.

El presidente tiene que ser muy frio en el análisis de la situación que enfrenta, no puede seguir minimizando las cosas ni actuando como si solo se tratara de un ataque político con fines electorales. Hacerlo le puede costar el cargo, la libertad, su patrimonio y el nombre de su familia.

Al parecer los sustos de las dos audiencias pasadas no hicieron mella en la personalidad de Villalobos, ni le hicieron entender la seriedad del problema que afronta. El munícipe sigue actuando como si nada pasara. ¡Y sí va a pasar!

nota

El reto más grande que enfrenta Morena es Morena; la naturaleza de ese partido es bélica, autodestructiva, lo cual es comprensible si se toma en cuenta cómo se formó y las tribus políticas que lo integran.

Los conflictos internos son un asunto serio en el Movimiento de Regeneración Nacional, los morenistas no se andan por las ramas cuando se trata de pelear entre ellos; el año pasado impidieron a punta de golpes y balazos que se llevaran a cabo las asambleas para renovar las dirigencias estatales y la nacional y ahora ponen en riesgo el triunfo en las gubernaturas de varios estados boicoteando sus propias candidaturas.

Los morenistas tienen claro su compromiso con el presidente, pero no han podido llevar una sana convivencia partidista; entre ellos se atacan, se acusan y se ponen piedras en el camino como si las elecciones que vienen fueran a ser tan favorables para ellos como lo fueron las del 2018.

Morelos no es la excepción: aquí existe una evidente división interna y un pleito entre grupos; es evidente la falta de liderazgo en el partido, el incumplimiento de las promesas de campaña de los diputados (locales y federales) y ahora surgen los complots internos. Detengámonos en este último punto:

Según me cuentan algunos militantes de Morena en Morelos, el suplente del senador Radamés Salazar Solorio, Sergio Pérez Flores, quien también es Delegado Regional en Cuernavaca de la Secretaría de Bienestar, ha lanzado amenazas en contra de algunos comités municipales para que firmen un documento dirigido al comité nacional pidiendo la expulsión de varios representantes populares de ese partido.

Según me refieren, detrás de ese movimiento está la mano del senador Solorio en acuerdo con el presidente Gerardo Albarrán y el objetivo es mantener el control del partido en el estado haciendo a un lado a aquellos que no se han alineado a sus intereses o representan una competencia política en el futuro. La amenaza a los comités municipales es directa: o firman el oficio o no les darán ninguna candidatura en el 2021.

El documento en cuestión sería presentado en las próximas horas en la sede nacional del partido y en él se incluyen los nombres de José Casas, Andrés Duque, Agustín Alonso, Lucía Meza, keila Figueroa, Agustín Alonso y Abel Espín, entre otros. El operador del senador Radamés afirma tener pruebas que sustentarán la expulsión de los antes mencionados porque “les tienen intervenidos sus teléfonos”.

Será interesante ver si ingresan el oficio de expulsión y en su caso conocer la postura que asumirá la dirigencia nacional ante esta petición. En lugar de trabajar para consolidar el proyecto de la Cuarta Transformación en el 2021 y promover la unidad y la competitividad del partido rumbo a las próximas elecciones, el senador Radamés Salazar Solorio y el delegado de Bienestar pelean por mantener el control del partido en el estado.

Obvio: apostaron todo su capital político por Yeidckol Polevnsky y perdieron.

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Así explica Juan Salazar Núñez el operativo llevado a cabo la noche del miércoles en la sede del Tribunal Estatal Electoral:

“… Es una investigación profunda y el día de ayer se llevó a cabo una diligencia en el Tribunal Estatal Electoral, se aseguraron varios documentos, no puedo revelar que documentos se aseguraron, pero se aseguraron audios y videos de entrada y salida de personas y de vehículos, así como bitácoras con el registro de las personas que ingresaron a esas instalaciones; vamos a informarle al juez en quince días, nos fue señalado ese tiempo para que esta fiscalía investigue y le informe al señor Juez que los resultados de estas investigaciones, pero independientemente de ello, si se llegara a acreditar la comisión de algún delito, habremos de proceder en consecuencia”.

La diligencia a la que se refiere el Fiscal está relacionada con la investigación en contra del alcalde de Cuernavaca Antonio Villalobos Adán.

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No hay peor ciego que aquel que no quiere ver.

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