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DUDA RAZONABLE

La alianza, como anillo al dedo

Nada disfruta más el presidente Andrés Manuel López Obrador que la competencia política y la competencia electoral. Le gusta mucho más que gobernar. Los mítines, las mañaneras, los discursos, los viajes… definir, desde cualquier trinchera, a sus adversarios para desde ahí combatirlos, someter ese debate a votación y, a veces, ganar.

Más de 20 años en eso lo han convertido en la figura que es, en él, sus ideas, sus deseos, frente a los demás. Ya lo dijo con toda claridad en junio de este año en Veracruz: “O se está por la transformación del país (la que él propone) o se está en contra de la transformación del país”.

No es gratuito que uno de sus proyectos prioritarios fue la iniciativa legal para crear la revocación de mandato y después la consulta para investigar y enjuiciar ex presidentes. Ambas cosas, más allá de que no salieron exactamente como él quería —se cambió la fecha en una y la pregunta en otra—, le permiten seguir en campaña, poner frente al público la pregunta de estás conmigo o contra mí; basta ver la mañanera de ayer y lo que dijo de la anunciada alianza y cómo seguirá con el mismo discurso. En ningún espacio se siente tan bien como en el de la disputa política.

Los principales partidos de oposición han decidido tomarle la palabra al Presidente y hacer que esa sea, en parte, la discusión sobre la elección del próximo año.

Por lo pronto irán juntos en más de la mitad de los distritos en la renovación de la Cámara de Diputados e iremos viendo cosas similares en las elecciones para gubernaturas y otros puestos.

PAN y PRI —y pues sí, qué le quedaba al PRD— han aceptado el desafío del Presidente y su narrativa, que de muchas maneras es la de la discusión en el país. Ya veremos si plantean las campañas nacionales de la misma manera, si no, no veo sentido alguno en la alianza.

Me parece un poco absurdo ver la nueva batalla político-electoral con los ojos del pasado, como o si en los últimos años, y no solo me refiero a los dos más recientes, no hubieran sucedido; y al contrario, creo que al menos por esos distritos y tal vez algunas gubernaturas, esta elección local podría presentar a los votantes una pregunta nacional que para como anda el país le cae como anillo al dedo.

@puigcarlos

Ámbito: 
Nacional