Sensible retirada del Servicio Exterior
Si a destiempo felicitó a Joe Biden, lo menos que Andrés Manuel López Obrador puede hacer hoy es un oportuno reconocimiento público a Martha Bárcena, la embajadora en Estados Unidos que se lo propuso desde hace mes y medio.
De las escasas voces autorizadas, competentes y coherentes del gobierno de la 4T, la diplomática de carrera decidió retirarse luego de 43 años dedicados al Servicio Exterior.
“Experiencia, experiencia y experiencia. Nada de improvisaciones”, es la fórmula idónea para encabezar cualquier embajada, sobre todo esa.
De la señora, su camarada jubilado Hermilo López Bassols opina: “Poca gente del gremio tiene su calibre”.
La salida ocurre cuando inicia la administración de Biden, a quien AMLO se tardó tanto en felicitar que ha sido el último (inclusive después de Putin), debido a una absurda extrapolación de las realidades mexicana y estadunidense.
Su errónea percepción la mantuvo pese a que Bárcena previno sobre las consecuencias de desdeñar a Biden, quien dispone de al menos cuatro años para sacarse la espina.
En la Casa Blanca, la señora mantuvo constantes encuentros con Jared Kushner, el yerno-asesor de Trump que ha tenido a su cargo la relación con México en los principales temas bilaterales, y en el Congreso aseguró el apoyo de los demócratas al T-MEC (prioridad de la política exterior de López Obrador). Además, la riesgosa cena de López Obrador y un grupo de empresarios en esa residencia fue exitosa gracias a los oficios previos de la embajadora y su equipo.
Con la poderosa presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, explicó las posiciones convergentes de AMLO con su partido en materia laboral (y se efectuaron en México las reformas para promover la democracia sindical y crear tribunales especializados).
Puesto que la compleja relación México-EU no se agota en Washington, Bárcena promovió las relaciones con gobernadores, alcaldes, líderes empresariales y comunitarios; medios locales de diversos estados y organizaciones no gubernamentales o centros de investigación relacionadas con nuestro país.
Su anterior experiencia en Turquía contribuyó a facilitar entendimientos en materia migratoria, lo que reconoció el vicepresidente Mike Pence ante el canciller Marcelo Ebrard en las conversaciones que sostuvieron sobre el programa Permanezca en México.
En un mensaje, el presidente del Migration Policy Institute, Andrew Selee, le hizo este elogio: “Usted ha sido una fuente de inspiración; una visión de la razón en un tiempo que mucho se necesitaba; una campeona de valores y de ideas visionarias cuando otros solo se conformaron con propósitos a corto plazo; una promotora de voces diversas que componen esta compleja relación cuando otros quisieron silenciarlas. Usted comprende la naturaleza complicada, estratificada, plural y bella también de esta relación, y mantuvo encendida la flama de la esperanza en momentos críticos. La extrañaremos en Washington…”.
Allá y acá se le extrañará.