Vacunando sin vacunas
El gobierno de México ha logrado rifar un avión sin avión. Entretiene ahora el proyecto de una vacunación sin vacunas.
Es una especialidad envidiable de estos años de gobierno: vender los anuncios como hechos. Toca el turno a la campaña de vacunación del coronavirus sin tener vacunas contra el coronavirus.
Se han anunciado negociaciones exitosas con productores, así como tiempos y prioridades de vacunación sin que haya llegado al país la primera vacuna. El gobierno ha sido previsor y dice tener su lugar seguro de comprador en las colas de varias vacunas en marcha.
Por lo pronto, dice tener aseguradas ya, este año, 250 mil dosis de la única vacuna autorizada hasta ahora, la de Pfizer, que se reparte y se aplica en los 50 estados de la unión americana.
Están aplicando allá 3 millones de vacunas y esperan de Pfizer, antes del 31 de diciembre, 40 millones de dosis más.
El gobierno mexicano dice tener aseguradas 250 mil de esas vacunas, pero no que hayan llegado ni cuánto costaron, ni si se han pagado ya.
En el presupuesto federal aprobado para 2021 no hay una partida para pagar las millones de vacunas que México necesitará ese año. Hay acuerdos firmados con distintas farmacéuticas cuyo contenido se desconoce.
La única inversión mexicana hecha en vacunas de la que tenemos noticias es la compra anticipada hecha por la Fundación Slim de la vacuna de AstraZeneca/Oxford, por mil 200 millones de dólares, a fin de empezar a producirla en Argentina y en México antes de que la vacuna reciba su tercera y última aprobación, para tenerla en las manos, lista para aplicarse, cuando se reciba la aprobación requerida.
Es una apuesta: comprar y producir la vacuna, a riesgo de que no se apruebe. Si no se aprueba, se pierde la inversión. Pero si se aprueba, se ganan meses en la carrera para aplicarla, para salvar vidas, y para darle al país una solución posible, que no hay en el gobierno.
Lo demás, en materia de vacunas, son acuerdos que desconocemos y que se anuncian como hechos salvadores, aunque no hayan empezado a suceder.
Lo único que sí ha sucedido al respecto son los referidos anuncios de vacunaciones sin vacunas.