Réquiem para los partidos políticos
Debo confesar mi sorpresa frente a la severa crítica que leí y escuché en días pasados por el anuncio de una alianza entre el PRI y PAN en poco más de la mitad de las elecciones legislativas federales el próximo año y en el hecho de que estén explorando otras posibles alianzas estatales. Sobre todo cuando se alega una especie de infidelidad ideológica o de principios por juntarse los unos con los otros. ¿Hace cuánto que eso no existe?
Nuestro sistema de partidos está bastante roto y desfigurado desde hace ya muchos años y aunque, ciertamente, creo que este año es el que podemos declararlo como muerto y enterrado, tampoco es que veamos nada nuevo.
Este es el país en el que el primer presidente panista se hizo priista para una elección y el segundo presidente panista hizo un berrinche para intentar hacer otro partido cuya ideología era… ¿él? El más reciente candidato priista a la presidencia fue un orgulloso miembro del gabinete panista anterior. Y el PAN está pensando lanzar a la gubernatura de Tijuana a un ilustre priista que en otros tiempos fue detenido por un presidente blanquiazul.
La recién anunciada candidata de Morena a Campeche lleva cinco partidos en su biografía y además promovió el voto para Vicente Fox. Y Lorena Cuéllar, que competirá en Tlaxcala, ha pasado por el PRI, PRD, PT y ahora Morena (está vía es muy común).
PRI, PAN, y PRD han alojado a Alfonso Durazo antes de llegar a Morena, partido por el que competirá para gobernar su estado.
Por supuesto hay niveles, por ejemplo: hace unos días, el partido —es un decir—de Pedro Haces presentó como su líder en CdMx a un ex presidente del PRI en la ciudad, Manuel Jiménez Guzmán, que a su vez presentó a Armando Ríos Piter, ex PRD y apoyador de José Antonio Meade, como su secretario de organización local. ¿Habrá amarrado pluri? Por cierto, cuando les dieron el registro, Jiménez Guzmán dijo que serían incondicionales del presidente López Obrador.
Podría seguir, pero en un país donde hace tantos años sobrevive el Partido Verde, ¿en serio creemos que los partidos representan algo más allá de la búsqueda de un lugar dónde seguir cobrando?
Los idearios y colores de los partidos son tan intrascendentes como el semáforo covid. Por cierto, creo que esto es parte fundamental de nuestra desgracia. Pero esto es, hace un rato y es estructural.
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@puigcarlos