El líder del CCE confía en que la llegada de la inoculación permita al país salir del “agujero” económico provocado por el SARS-CoV-2
Ante el impacto de la pandemia de covid-19 en el país, sus consecuencias en la economía nacional y la caída del consumo privado, el sector empresarial tiene puestas las esperanzas en el próximo año y la eventual llegada de la vacuna contra el coronavirus.
Así lo expresó Carlos Salazar Lomelín, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), quien en entrevista con Excélsior alertó que, ante presiones como la nueva suspensión de actividades no esenciales, al sector le preocupa la actividad económica y el cierre de empresas de menor tamaño, por lo que confía en que la llegada de la inoculación contra el SARS-CoV-2 sea un aliciente para la sociedad y las compañías.
Destacó que una de las prioridades del CCE para el año próximo será apoyar a las autoridades federales en el programa de vacunación, un tercer plan de inversiones en infraestructura y avanzar en la implementación del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
COVID-19 CAUSÓ UN AGUJERO ECONÓMICO
No hemos pasado la crisis económica porque seguimos sumergidos en una crisis de salud con consecuencias que ha provocado el cierre de actividades en diversas entidades de México y otros países del mundo, el consumo privado no se recupera y seguimos esperanzados a una vacuna”, reconoció Carlos Salazar Lomelín, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), al hacer un balance del 2020 y hablar del trabajo que realizará en 2021.
Desde su natal Monterrey, donde el empresario pasará las fiestas decembrinas, dijo a Excélsior que lo peor del año que está por concluir y de muchas décadas ha sido la pandemia por el covid-19.
Lo más complicado fueron los meses de cierre, fueron tremendamente complejos, de abril a agosto. Además, trabajamos en 68 propuestas para enfrentar la crisis, pero no las pudimos llevar a cabo, eso fue lo malo. Y lo feo es esta pandemia, nos causó un agujero en la economía mexicana”, externó.
Recordó que el PIB caerá 9% real, lo que implica que el PIB per cápita de los mexicanos caerá en 10% y si se suma el nulo crecimiento de 2019, la recuperación del siguiente año dejará a la economía lejos del crecimiento que se tenía al inicio del actual gobierno.
Salazar Lomelín reconoció que, frente a la actual situación, de nuevos confinamientos en entidades como la Ciudad de México y el Estado de México, les preocupa la actividad económica y el cierre de empresas de menor tamaño.
Hay presiones en el sistema hospitalario, se requiere apoyo médico, mayor ocupación hospitalaria. Estamos en el momento más crítico de la pandemia, con indicadores que todavía no logramos controlar y en un momento en contagios, por lo que muchos países han tomado decisiones complejas como el cierre de actividades productivas para disminuir contagios”.
Dijo que las pequeñas empresas no podrán subsistir, pues no recibieron apoyo para mantenerse en la crisis ni para saldar su obligación.
Sin embargo, el regiomontano confía en que 2021 y la llegada de las prometidas vacunas sean un aliciente para la sociedad y las empresas y recuperar las actividades pérdidas.
Salazar comentó que no todo fue malo en 2020, pues los empresarios lograron afinar la reforma al sistema de pensiones, se lograron impulsar los programas de inversión y adecuar el T-MEC en regulaciones y normatividad.
PRIORIDADES PARA EL 2021
Si bien la gestión de Salazar acabará en junio de 2021, si no se reelige, su principal prioridad al frente del CCE el próximo año será apoyar en el programa de vacunación con las autoridades federales, así como en un tercer plan de inversiones en infraestructura y avanzar en la implementación del Tratado Comercial de Norteamérica (T-MEC).
Además, que seguirán en el cabildeo sobre la reforma a la subcontratación, armará el tercer paquete de las obras de infraestructura, para que esté listo en marzo de 2021, y temas particulares de las organizaciones que conforman el CCE.