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EL ASALTO A LA RAZÓN

Lo del Metro es un austericidio

En funcionarios del Metro los peritajes hallarán con relativa facilidad la responsabilidad del incendio, pero difícilmente reconocerán la causa principal: una miserable política de “austeridad” que mantiene a la administración pública nacional en indigencia operativa.

A diferencia de muchos cuatrotetistas en que el presidente López Obrador aquilata más honradez que experiencia (90 y 10 por ciento, respectivamente), la directora del Metro, Florencia Serranía, reúne ambas cualidades pero, ¡chin!, al mejor cazador se le va la liebre.

La señora es ingeniera mecánica por la UNAM, hizo maestría y doctorado en la Universidad de Londres. A su formación se suma el eficiente desempeño que tuvo cuando dirigió por primera vez el Metro, de 2004 a 2006, y antes (con Andrés Manuel López Obrador en la Jefatura de Gobierno) como directora general de Planificación en la Secretaría de Transportes y Vialidad, así como la titularidad de los Servicios de Transportes Eléctricos y su participación en el diseño de la Línea Uno del Metrobús. Por su dedicación al desarrollo y la innovación tecnológica, la Fundación Shell, en 2003, la nombró Experta que hace el Cambio.

Serranía es cofundadora de Urban Travel Logistics, empresa dedicada al diseño e implementación de proyectos para la operación del transporte urbano y movilidad en estaciones de transferencia modal; coordinó el funcionamiento del Mexipuerto Ciudad Azteca y Cuatro Caminos, y aportó sus luces para al Centro de Transferencia Modal El Rosario.

Por eso es deplorable que hoy se encuentre en el centro de la desgracia que paralizó las principales rutas del más importante medio de transporte de CdMx, ya que podría enfrentar consecuencias inclusive penales por el incendio que acabó con el cerebro y el corazón del Sistema de Transporte Colectivo.

De manera por demás insensata, luego de despedir al anterior subdirector de Mantenimiento, se negó a nombrar un sustituto y asumió la responsabilidad del área.

Hoy está emplazada por la doctora Sheinbaum a revelar públicamente la documentación de los trabajos, por supuesto deficientes, del mantenimiento que se practicó en los transformadores siniestrados.

De nada o muy poco sirve que la jefa de Gobierno la respalde, ya que no se mantuvieron los transformadores como se debía.

“He instruido a la directora del Metro a que todos los documentos de mantenimiento de las instalaciones se hagan públicos; que cuando se pueda entrar al edificio toda la ciudadanía pueda conocer el mantenimiento del Metro, cuándo se hizo, y que no haya nada que esconder”, declaró Sheinbaum.

Poco se ayudó Serranía con la frase “a ver, yo soy la directora general del Metro, solamente”, señalando al personal a cargo de la Gerencia de Instalaciones Fijas como presunto culpable.

El mantenimiento que debió practicarse hace un año no se realizó y la nata de la neta es que fueron los avaros recortes presupuestales lo que está detrás de la tragedia que, para acabarla de amolar, atizará la pandemia...

cmarin@milenio.com

Ámbito: 
Nacional