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PEPE GRILLO

Deslinde oportuno

El primer paso del mega operativo de la vacunación nacional contra el Covid-19, el más complejo en la historia del país, es conseguir las vacunas.
En este rubro la cancillería ha hecho un trabajo notable. Realizó negociaciones múltiples que aseguran a México el suministro del fármaco, en algunos casos con la especificación de realizar en nuestro país estudios clínicos de fase III.
Y uno de los estudios clínicos dio pie, probablemente de manera malintencionada, a señalamientos contra la subsecretaría de Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de Relaciones Exteriores, Martha Delgado. La funcionaria se mostró muy interesada en esclarecerlos.
Se trata de un señalamiento poco serio, pues señala que la subsecretaría repartió vacunas reales cuando apenas se estaban realizando pruebas clínicas para saber si la sustancia era capaz de inmunizar contra el COVID.
Aunque la acusación es inverosímil, es mejor aclarar tajantemente al tratarse de un tema tan delicado en el que tenemos puestas las esperanzas para dejar atrás la pandemia.

Anaya, acumula millas

Ricardo Anaya cometió dos errores en la misma jugada política.
El primero fue rechazar la invitación de su partido, el PAN, para ser diputado federal en la próxima legislatura.
Tiene prendas para ser un buen diputado. Ya lo demostró. Podría destacar y ser un referente constante en los medios.
El segundo error fue anunciar su intención de volver a ser candidato presidencial en el 2024.
Una de las elecciones irrefutables de la elección del 2018 es que Anaya no genera entusiasmo popular. Hay quienes tienen el imán y otros que no.
No adquirirá el carisma para atraer a las multitudes acumulando millas viajando por todos lados, lapidando recursos y peleando con todo por cada nota publicada, cuando en San Lázaro tendría a la prensa nacional en pleno reunida en el cuarto de junto.
No queda más que desearle buen viaje.

Elenita de Troya

El presidente López Obrador y los voceros oficiosos de la 4T estaban concentrados en detener los obuses contra las conferencias mañaneras lanzados desde el INE, con los consejeros esgrimiendo la latosa Constitución, cuando les estalló una granada detrás de sus propias líneas.
La lanzó la escritora Elena Poniatowska para la que no tienen defensa. Ni modo de acusar a la autora de La Noche de Tlatelolco de ser neoliberal y del bando conservador.
Y es que Elenita dijo: “Andrés Manuel, ya párale con las mañaneras. ¿Acaso no te das cuenta de que hay un hartazgo nacional? Es un exceso, es un abuso del poder obligar a los periodistas que vayan todas las madrugadas a hacer preguntas a modo”.
Dicho lo cual los defensores del ese ejercicio de propaganda tendrán que dar más piruetas desde lo más alto del trapecio para decir que Elenita no hablaba en serio, que está confundida.

El engrudo potosino

Hace tres semanas, Morena tenía todo para sacar una candidata a gobernadora del estado con perfil ganador.
Mónica Rangel, que era encargada de los servicios de Salud de la entidad, ya les había dado el sí y estaba lista para ser abanderada de Morena.
Pero a la dirigencia nacional le tembló la mano y dejó pasar un tiempo valioso.
La situación del Covid-19 en la entidad se descompuso, como en todo el país, y Mónica apareció como una persona que por ambición personal sacrifica el interés de la población a la que le pedirá el voto.
Además, se sumó a la competencia media docena de aspirantes, todas mujeres, que están dándose con todo, y que tienen como blanco principal a Mónica.
A Mario Delgado ya se le hizo bolas el engrudo potosino.

Ámbito: 
Nacional