Los periodos de ley seca que vivió la ciudad detonaron las reuniones y el licor clandestino
La responsable de la Unidad de Especialidades Médicas, Centro de Atención Primaria en Adicciones (Uneme-Capa) de Cuautla y la región, Jani Escobar Campos, advirtió sobre un incremento en la ingesta de bebidas preparadas con alcohol adulterado, así como en la realización de fiestas clandestinas, situación que puede deteriorar gravemente la salud de las personas al grado de causar la muerte de varios consumidores.
De acuerdo con Escobar Campos, la ingesta de bebidas con alcohol adulterado puede llegar a causar procesos alucinatorios, así como cefaleas constantes que requieren de atención hospitalaria y un tratamiento de desintoxicación en el área de urgencias. En la Uneme-Capa de Cuautla, que atiende a pacientes de la región Oriente del estado, los casos de personas que presentaron este tipo de problemas empezaron a incrementarse durante la pandemia del Covid-19, particularmente en los periodos en que las autoridades locales decretaron Ley Seca y prohibieron la venta de bebidas alcohólicas en comercios.
“Eso hizo que se empezara a vender alcohol adulterado y se dieron muchos casos de ese tipo; también se ha identificado que hay muchas fiestas clandestinas, y en ellas también se llega a ver el consumo de estas sustancias, y el mismo hecho del confinamiento aumenta este riesgo no sólo del consumo de alcohol, sino de esas bebidas”, explicó la responsable de la unidad, cuyo padrón de pacientes llegó a triplicarse el año pasad