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PUNTO Y APARTE

* UN RECTOR MENTIROSO

Cada vez que está bajo los reflectores y/o ante los periodistas, el rector Alejandro Vera Jiménez se victimiza. Recientemente ha vuelto a salir a la palestra pública con el mismo discurso impugnativo en contra del gobernador Graco Ramírez y el Congreso local, aduciendo que este cuerpo colegiado proyecta vulnerar la autonomía universitaria, conseguida por distinguidos morelenses en las postrimerías de la década sesentera. Nada más alejado de la realidad, aunque sí debo subrayar que el Poder Legislativo cocina una reforma constitucional para asignarle a la UAEM el papel que le corresponde como organismo autónomo, susceptible de ser auditado por la Entidad Superior de Auditoría y Fiscalización (ESAF) y un contralor externo, en tanto maneja recursos públicos estatales. La medida concordaría con la posición de la UNAM ante la Auditoría Superior de la Federación (ASF), simple y llanamente porque la máxima casa de estudios nacional recibe recursos federales. De hecho, la UAEM es fiscalizada cada año por la ASF, pues utiliza también dinero proveniente del erario federal. El problema para la Universidad morelense es la opacidad de Vera Jiménez y quienes han usado el presupuesto para enriquecerse. Temen a que sus rapacerías afloren y sean conocidas por la ciudadanía.

Acostumbrado a presentarse ante la opinión pública como presunto poseedor de la verdad absoluta, Vera Jiménez ha difundido la aberrante versión de que el Congreso y el Ejecutivo buscan arrogarse, a través de la legislación estatal, la facultad de intervenir en la UAEM para nombrar y remover al rector y demás autoridades universitarias, lo cual es una total mentira. Y así lo están pregonando entre los más de 20 mil universitarios que regresarán a clases a mediados de agosto próximo. En tal contexto creo oportuno decir: ¡fuera máscaras! Vera Jiménez y cómplices sí querrán utilizar al estudiantado para engrosar una manifestación planeada por el multicitado directivo académico para sus fines electorales rumbo a la contienda gubernamental de 2018, junto con el pederasta mayor de Morelos, líderes sociales venidos a menos y dirigentes transporteriles corruptos. Los mismos con el mismo objetivo: desestabilizar a Graco Ramírez, en lo cual han fracasado hasta ahora.

A pesar de su frecuente victimización, Vera recibió ayer un mentís por parte de Hortencia Figueroa, presidenta de la Junta Política y de Gobierno del Congreso local, quien refutó todas y cada una de las afirmaciones vertidas en días recientes por el rector. Usted podrá leer en nuestra edición la nota respectiva. Conclusión: el multicitado Alex y sus huestes pretenden prolongar su opacidad y seguir jugando a la política con el gobernador y ciertos diputados locales, quienes le han propinado igual tratamiento polí- tico al cada día más desgastado ex pastor evangélico, a quien le han fallado todas sus maniobras. Así las cosas, no le ha quedado más que aliarse a “cartuchos quemados” de la vida pública local. Seguiremos viendo y diciendo.

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