Vacunas china y rusa sin prejuicios
Al doctor Alejandro Macías le planteé mi presunción (El Asalto… en MILENIO televisión del jueves reciente) de que la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios bien puede someterse a “una orden” de Hugo López-Gatell y autorizar sin chistar la vacuna rusa SputnikV.
Mi sospecha se fundaba en que la Cofepris dejó de ser autónoma porque ahora es dependencia de la subsecretaría cuyo titular da por sentado que será aprobada y en que el presidente López Obrador comprometió con Putin la adquisición de 24 millones de dosis para su aplicación (doble dosis) a 12 millones de mexicanos.
La respuesta de quien tuvo a su cargo el manejo del gobierno federal frente a la pandemia del AH1N1 (2009-2010, con el doctor José Ángel Córdova como secretario de Salud) me convenció plenamente de que, como sucedió con la estadunidense Pfizer y la inglesa AstraZeneca, si el Comité de Nuevas Moléculas da su visto bueno a la vacuna china CanSino y/o la rusa que ha levantado polémica, no habrá razón alguna para dudar de su eficacia.
Con especialidad en infectología, Macías tiene la experiencia de haber sido integrante de ese Comité y me dijo que le resulta inimaginable que sus integrantes expongan su prestigio por una demencial consigna burocrática o política. Desempeñan una tarea eminentemente científica.
Se trata de una instancia interdisciplinaria y nutrida cuyas resoluciones gozan de reconocimiento internacional desde hace muchos años.
El Comité tiene la responsabilidad de dictaminar las solicitudes de nuevos medicamentos y demás insumos para la salud que contengan una molécula nueva. Con las vacunas de nuevo cuño hace un estudio riguroso de los resultados que se le presentan de las tres fases que deben cumplir para su aprobación.
Microbiólogos, farmaceutas, biólogos, virólogos, químicos, etcétera, y agrupaciones médicas y científicas reconocidas integran subcomités para ver hasta en mínimos detalles lo experimentado por los proponentes.
Sus decisiones no se dan de un día para otro ni se hacen sobre las rodillas.
Para su desempeño y según de lo que se trate, al análisis se invita a instituciones académicas, escuelas y facultades de la UNAM y el Poli; a las academias, asociaciones, consejos, colegios profesionales especializados en ciencias médicas, así como a expertos del IMSS, el Issste, Sanidad Militar y los institutos nacionales de salud: alrededor de 130 especialistas.
Tiene mucha razón Ignacio Mier, coordinador de Morena en la Cámara de Diputados, al decir: “Hay quienes creen en El Chupacabras y La Llorona, pero no que un país como Rusia pueda producir una vacuna, porque no está en el bloque occidental”.
Y en efecto, la tradición científica de Rusia es indudable, así que a la SputnikV más vale contemplarla sin prejuicios.
Después de todo, nada se le aplicará a nadie si no pasa por la Cofepris y, como me dijo el doctor Macías, “la mejor vacuna es la que se tiene a mano…”.
Lo demás es turbiedad en las explicaciones oficiales, pero también es lo de menos…