La vacuna rusa
He leído la nota de The Guardian, porque no entendí el texto publicado en The Lancet, sobre las promisorias conclusiones a que llegaron científicos rusos en una primera prueba de fase tres de la vacuna Sputnik V.
La publicación en The Lancet valida la calidad del informe de los científicos rusos, el cual reporta un 91.6 por ciento de eficacia de la vacuna, sin efectos adversos dignos de consideración. La vacuna ha sido aplicada a 20 mil moscovitas, la mitad de los 40 mil previstos para completar la prueba de la fase tres en Rusia.
La validación de The Lancet encarna en el comentario del profesor Ian Jones, de Reading University, quien escribe: “El desarrollo de la Sputnik V ha sido criticado por exceso de prisa, toma de atajos y falta de transparencia. Pero el resultado que aquí se reporta es claro y queda demostrado el principio científico de la vacunación, lo cual significa que otra vacuna puede unirse ahora a la lucha por reducir la incidencia del covid-19” (https://bit.ly/3cNsTwD).
Esta es la cuarta vacuna de cuya fase tres se han publicado datos en una revista especializada, dice The Guardian. Hasta ahora la Sputnik V ha recibido la aprobación regulatoria de 16 países, incluyendo a Hungría, que se separó en esa decisión de la Unión Europea.
Ni el órgano regulador europeo especializado, ni el inglés, ni el estadunidense han aprobado la vacuna, cuyos datos se han enviado para su revisión solo al regulador europeo. Alemania ha anunciado que esperará a que la vacuna pase las pruebas críticas.
La Sputnik V tiene un precio de 10 dólares, contra 3-4 dólares de AstraZeneca, 20 de Pfizer y 25 de Moderna. “Como con la vacuna China”, dice The Guardian, “muchos países de ingreso medio han hecho tratos para tenerla. Argentina, Brasil, México y Egipto tienen órdenes de adquisición, e India acordó producir 100 millones de dosis”.
Lo publicado en The Lancet despeja dudas, dice The Guardian, pero no son los datos completos de toda la ronda tres rusa, a la que le faltan 20 mil pruebas, ni la SputnikV ha sido aprobada aún por los reguladores fundamentales del mundo.
Veremos.