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DUDA RAZONABLE

Un covidesmadre

Es de esperarse que el principio, apenas muy el principio, del fin de una tragedia mundial como la que hemos vivido el último año se parezca a esto que está sucediendo en el mundo.

Vacunas concebidas y ahora aprobadas en tiempos récord, capacidades de producción insuficientes para las necesidades, los países más ricos acumulando vacunas y pagando tres y cuatro veces el precio original —gracias, Israel—, con lo que elevan el precio para todos los demás; acuerdos internacionales que apenas aligeran la carga a los países más necesitados, rumores y falsedades sobre una u otra farmacéutica, en fin. Normal, creo. Pero sí, un desmadre.

A esto hay que agregar la necesidad en todos los países de crear estructuras y sistemas para vacunar lo antes posible y en un orden predeterminado a la mayoría de la población. Unos lo han hecho mejor, otros peor. Inglaterra fue un desastre conteniendo el virus y ahora es el país europeo que parece mejor estructurada tiene su vacunación, por ahora con tres veces el porcentaje de población vacunada que la mayoría de los países de Europa. Algo similar parece estar sucediendo en EU, desastrosos en la mitigación de los contagios y más eficaces a la hora de aplicar la vacuna.

En México, la ansiedad y urgencia de salir de este infierno sanitario, económico y social hizo estragos en el sitio de registro para la vacunación de adultos mayores (que duró unas horas funcionando). Aunque por lo anunciado ayer, la buena noticia es que hemos asegurado que en algún momento del año llegarán las vacunas que necesitamos. Falta, como en otras partes, que las vacunas lleguen o que alguien las envase, como en el caso de AstraZeneca y Cansino, y que luego las pongan correcaminos o doctores y enfermeras o soldados.

Lo que queda claro por el calendario mexicano, y lo que hemos visto en el mundo, es que aún nos quedan unos mesesitos pesados del virus y sus cepas. Y como en todo momento de caos, siempre hay quien mete más ruido.

En este caso el doctor López-Gatell que, por qué no, el lunes volvió a la misma cantaleta: “Por ejemplo, el famoso cubrebocas sigue siendo un instrumento mayormente útil para no expulsar partículas líquidas que conllevan al virus, pero sigue siendo muy limitada su utilidad para protegernos a quienes lo usamos, a pesar de que ha habido una gran y sostenida inquietud respecto al uso del cubrebocas”. En fin, no que ya importe mucho lo diga. Pero qué necesidad.

@puigcarlos

Ámbito: 
Nacional