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OBSERVADOR POLÍTICO

De terror y alarma el covid en Morelos

Morelos actualmente se encuentra en alerta máxima por los altos contagios y defunciones que lo ubican en semáforo epidemia epidemiológico color rojo, sin embargo, en diversos sectores de la población pareciera que estuviéramos en semáforo color verde. ¿El motivo? La movilidad y apertura de establecimientos que no son esenciales como bares en los que pululan alcohol a granel y que son focos rojos de propagación.

VENTA DE ALCOHOL A GRANEL EN PLENA PANDEMIA.- En primer lugar, tal parece existiera complicidad por parte de las autoridades municipales de los 36 municipios de la entidad, así como de sus autoridades auxiliares como son los Ayudantes y Ejidatarios, quienes permiten la venta a granel de alcohol sin mayor pudor, provocando con ello, convertirse en centros contagio graves en la época más alta del covid-19.

Y es que, parece increíble que mientras Morelos está viviendo una pesadilla, un situación terrible, preocupante y de verdadera alarma, derivado de que la entidad registró ayer su peor día por los contagios de la pandemia del covid-19, luego de que se incorporaron 839 personas como positivas a la prueba del virus; aunado a las 11 que fallecieron a consecuencia del mal del siglo. Para muchos es inviable que mientras las autoridades federales y estatales así como las de salud se han cansado de señalar que la época actual es la más grave por lo que ha sido considerado del segundo rebrote de contagios que se está padeciendo, sobre todo, porque el 25 por ciento resulta ser más peligroso por los casos de activos así como la hospitalización de pacientes con virus.

Desafortunadamente, los auxiliares municipales insisto, como los comuneros, ejidatarios, no todos, pero permiten junto con el gobierno municipal en turno, la apertura de los comercios con venta de alcohol en las noches que es cuando más delicado está por los contagios.

Más aún, porque en Morelos sigue sin lograr frenar la movilidad y algunas dependencias incluso, contribuyen a que esto se propague porque siguen funcionando, pensando más en lo económico que en la salud de la población. Tal es el caso de los centros de verificación que siguen realizando actividad diaria provocando con ello la aglomeración de personas sin importarles que representa un riesgo inminente de posibles contagios. De ahí la importancia de que el gobierno del estado a través de la Secretaría de Desarrollo Sustentable, frene a estos comercios y mantenga la declaratoria de cerrar porque no es un negocio esencial y sobre todo, porque en tiempos de pandemia mucha gente no sale de casa y sus unidades automotores no contaminan. Por si fuera poco, el problema financiero por el cierre de comercios, recorte de personal y la incertidumbre, debe de ser un factor fundamental para garantizar la salud antes de pensar en seguir recaudando recursos económicos.

Para diversos sectores de la población, es incongruente que los verificentros sigan dando servicio sin importar los señalamientos por diversos actos de corrupción, y lo único que evidencian es más su preocupación por seguir con su millonaria recaudación de recursos económicos, a pesar del pésimo servicio con que los han caracterizado por la grave desatención, el cúmulo de quejas e inconformidades. Y es que para dar un ejemplo hay más de 600 mil automotores tanto públicos como privados, son atendidos dos veces al año por solo cinco establecimientos lo que es imposible dar abasto en las demandas y necesidades que tienen los propietarios de vehículos de hacer el trámite de verificación.

Aunado a que estos negocios, han provocado inconformidad social, debido sobre todo a que causan un caos vehicular, en razón de que los establecimientos no cuentan con estacionamientos que por ley tendrían que tener, además de obligar a los propietarios de vehículos a hacer doble y hasta triple fila tanto en calles como en avenidas, ocasionando afectación a los negocios vecinos, todo ello, con la complacencia de las autoridades de tránsito quienes se hacen de la vista gorda para no sancionar a los automovilistas y los Ayuntamientos, en no sancionar a los verificentros.

PUEBLOS DE USOS Y COSTUBRES.- Volviendo al tema de los contagios en las comunidades de Morelos y particularmente en Cuernavaca, una de las zonas de alto riesgo son los pueblos donde utilizan sus usos y costumbres en razón de que hay pequeños y grandes establecimientos que a todas luces incumplen con las normas mínimas de prevención contra el covid-19, sobre todo aquellos negocios que han surgido durante la pandemia y que venden alcohol de forma desmedida. Y es que de acuerdo a los especialistas, es precisamente en las noches y en los lugares donde se ofertan bebidas etílicas es uno de los principales focos rojos por los contagios que se registran, y a pesar de ello, las autoridades municipales llámese Ayuntamiento de Cuernavaca, ayudantes municipales, comisariados ejidales y demás hacen oídos sordos y no quieren ver el riesgo y la amenaza que representan estos establecimientos por el número de contagios que pueden provocar en la temporada con llegada de mayor riesgo para ser víctima del covid-19. Ahí están los poblados de Ocotepec, Ahuatepec, Santa María, Acapatzingo y demás colonias como Ahuatlán, Antonio Barona, Alta Vista, Satélite, Lomas de Cortés, entre muchas otras en donde han surgido bares y chelerías que dan miedo en plena pandemia.

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