El secretario de Hacienda, Arturo Herrera, asegura que se impulsará el Banco del Bienestar para facilitar a los migrantes el envío de dinero por vía electrónica
El Gobierno de México tiene previsto anunciar este lunes un nuevo producto bancario para que más migrantes que trabajan en el extranjero puedan enviar sus remesas de manera electrónica a través del Banco del Bienestar, el banco de desarrollo del propio Gobierno. En una entrevista con EL PAÍS, el secretario de Hacienda, Arturo Herrera, asegura que se impulsará a la institución para convertirla en el banco con la mayor extensión territorial en todo el país. La apuesta busca mitigar las consecuencias de la reforma de la Ley del Banco de México que se votará en el Congreso.
La aprobación en el Senado de la propuesta encabezada por el legislador Ricardo Monreal fue motivo de críticas por parte de expertos y miembros del sector bancario, incluyendo el propio Banco de México. En el centro de la controversia está el tema del lavado de dinero en efectivo. Los senadores argumentan que los migrantes que buscan cambiar sus dólares a pesos en México se ven obligados a hacerlo a un tipo de cambio menos favorable debido que las restricciones antilavado crean un mercado que desincentiva el uso de efectivo. La solución, aseguran, es obligar al banco central, cuya autonomía es necesaria para la solidez del sistema financiero, a captar los dólares en efectivo que los ciudadanos quieren intercambiar por pesos y a un mejor tipo de cambio.
Aunque el secretario Herrera no dice directamente que el producto es una alternativa para frenar la controvertida iniciativa en el Congreso, este limitaría, al menos sobre el papel, los efectos de la nueva ley. La propuesta de Hacienda es dar un impulso acelerado al Banco del Bienestar hasta tener sucursales en todo el país, especialmente en las áreas rurales a donde llegan muchas de las remesas pero no los bancos comerciales. “La red de sucursales más grande, a partir de junio, la va a tener el Banco del Bienestar”, dice Herrera en entrevista telefónica. “Hay un monto relativamente grande de sucursales que ya fueron construidas, ya fueron armadas, se les está poniendo la parte de los sistemas”.
“Lo que nosotros creemos es que hay una preocupación legítima de asegurarse que los migrantes, si es que traen sus remesas en dólares en efectivo, tengan una forma eficiente de cambiarlos y que no sea a 15 pesos por dólar, por ejemplo”, dice el secretario, refiriéndose a un tipo de cambio por debajo del que se puede conseguir vía electrónica. “Nosotros creemos que hay varias alternativas, una es brindarles servicios bancarios de manera que lo hagan de manera electrónica y lo otro que estamos haciendo es tratar de entender por qué hay algunas que todavía se hacen en efectivo, puede ser que haya comunidades muy pequeñas en donde no hay algún banco o sucursal”. “Creemos que una gran parte de los recursos va a poder llegar a través del sistema bancario y después, si queda algún lugar en donde de plano, por alguna razón, los quieren traer en efectivo se los acepte el Banco del Bienestar, como lo hacen los bancos comerciales”.
El proyecto, sin embargo, está en manos de un banco que ha visto su plantilla y su actividad reducirse desde que inició la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador. De acuerdo con datos del regulador bancario, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), el Banco del Bienestar ha prestado cada vez menos recursos desde 2018, aún cuando esa es la labor principal de un banco de desarrollo. Su plantilla, de acuerdo a datos publicados en el portal del Gobierno, se ha reducido en cerca de un 10% de 2019 a 2020.
Exempleados del banco aseguran que, desde que fue nombrada directora Diana Álvarez a mediados de 2020, el banco ha sufrido un “desmantelamiento”. Muchos acusan que fueron liquidados sin sus prestaciones garantizadas por ley, por lo que hoy la institución enfrenta demandas. Esto fue confirmado por una fuente dentro del mismo banco, quien dijo que muchos de los despidos se hicieron “por falta de lealtad” al Gobierno. Álvarez, una abogada con carrera en el servicio público, no tiene experiencia ni educación en temas de finanzas o en el sector bancario, de acuerdo a una semblanza en el portal del presidente lopezobrador.org.mx.
A pesar de que la construcción de las sucursales y la compra de los sistemas y el equipo necesario para operar se puso en manos del Ejército, la secretaría de la Defensa no será el operador del banco, asegura Herrera. “El Ejército nunca va a operar, eso lo hará el Banco del Bienestar”, dice el secretario. Es el banco quien está contratando al personal y capacitándolo en materia antilavado, ya que este, como el resto de los bancos en el país, ya opera con las medidas y restricciones.
En México existe un banco comercial que tiene las de ganar si los diputados votan por reformar la Ley del Banco de México, ya que por operaciones marcadas como sospechosas, terminó su relación con un banco corresponsal en Estados Unidos al que podía enviar el exceso de dólares en efectivo que captaba del público. “Hay una institución bancaria a la que una de sus corresponsales más importantes dejó de operar las actividades de corresponsales, pero tiene otros corresponsales”, confirma Herrera. El Banco del Bienestar, sin embargo, no tomaría exceso de dólares de bancos privados para intercambiarlos por pesos. El servicio estará disponible solo para personas físicas, es decir, no empresas, que sean clientes del Banco del Bienestar.