Políticos sin liderazgo
La segunda mitad del sexenio estará cargada de pasión electoral y deseos de venganza.
El próximo domingo seis de junio los morelenses iremos nuevamente a las urnas a elegir a nuestros representantes en los congresos local y federal, también en los 36 ayuntamientos. La decisión no es menor, de ella depende el rumbo que tenga la entidad en los próximos años y para el gobernador implica la gobernabilidad en la segunda mitad de su sexenio. El problema es uno: nos sobran políticos, pero nos faltan líderes.
Si vemos la elección intermedia desde un ángulo político la contienda representa el arranque de la carrera por la sucesión; los triunfos que se logren en el 2021 serán la base que sustentará la estrategia del 2024 y quienes ocupen las posiciones de poder en los distintos cargos durante los siguientes años serán las piezas del ajedrez con las que jugarán los partidos.
Digámoslo de esta manera: entre más alcaldes tenga un partido, más cartas tendrá con que jugar la sucesión; los presidentes municipales son el primer contacto de la gente con la autoridad y quienes de manera natural se pueden proyectar electoralmente. Los diputados, por otro lado, serán piezas de la gobernabilidad en la segunda mitad del sexenio, no tan relevantes en la carrera por la gubernatura, pero sin duda importantes en el devenir de la administración de Cuauhtémoc Blanco Bravo.
Si sacáramos la cuenta de cuántos candidatos competirán en Morelos en el 2021 la lista sería enorme, hay que contemplar las 12 diputaciones locales, las 5 federales, las listas plurinominales, los 36 presidentes municipales con sus respectivos síndicos, los miembros del cabildo y los suplentes para cada cargo. Todo eso multiplicado por 23, que es el número de partidos con registro en la entidad.
Si el análisis se hace de manera numérica los datos son duros y nos mostrarían solo una enorme cantidad de nombres que estarán en la fiesta electoral. Otra forma de ver las cosas es en función de lo que representa cada uno de dichos personajes: su trayectoria, su historia de vida, su capacidad profesional y su liderazgo. Hablaríamos de lo mismo, pero con enfoques y resultados diferentes.
Los números por si solos no nos dicen nada, salvo el hecho de que habrá una cantidad nunca vista de candidatos en Morelos; serán muchos, hombres y mujeres, jóvenes y no tan jóvenes, con experiencia en la administración pública o trayectoria partidista, con buena y mala imagen, parte del escenario político o recién desempacados en las lides electorales, personas buenas, bien intencionadas o sujetos corruptos, incompetentes y a veces vinculados con la delincuencia organizada. De todo veremos en las elecciones el 2021… salvo líderes.
Piensa por un momento, lectora lector queridos, en todos los anuncios y publicaciones que has podido ver hasta ahora relacionados con la elección del próximo mes de junio; analiza los nombres de las personas conocidas y desconocidas que han expresado su deseo de buscar una candidatura o que simpatizan abiertamente por un partido político. ¿A cuántos de ellos les confiarías las llaves de tu casa? ¿Cuál crees que sería diferente, mejor, a todos los que hasta ahora nos han gobernado o están en un cargo de elección popular? ¿Quién de ellos es para ti un verdadero líder?
Los problemas que enfrentamos como estado desde hace muchos años tienen que ver con este hecho; elección tras elección votamos por figuras que nos prometen que harán las cosas mejor y al final replican lo que prometieron acabar; en el peor de los casos se trata de los mismos sujetos que siempre han abusado de los cargos y que se han reído de la gente, pero ahora participando por un partido distinto, como si el simple cambios de colores borrara su historia.
Con 23 partidos en la boleta electoral ya no podemos hablar de ideologías ni de principios, estamos en un momento donde ningún partido representa nada, salvo sus propios intereses. La multiplicación de marcas es una consecuencia también de la falta de liderazgos, de la incapacidad de conducción en las instituciones y el descrédito en que ha caído la política.
La falta de liderazgos es un problema muy serio, de fondo, porque de ahí derivan muchos problemas que vivimos; un cargo público no representa por si mismo liderazgo, la autoridad conferida por una posición de poder es una cosa, pero la representatividad y la influencia en los demás es algo totalmente distinto.
Ninguno de los partidos que estarán en las boletas del próximo mes de junio pueden presumir liderazgos; en algunos casos hay figuras con cierto prestigio, pero muy regional, solo en determinados sectores o lugares, ninguno con la fuerza para influir más allá de su propio entorno.
Pensando en la sucesión los partidos tienen que comenzar a ubicar liderazgos que puedan crecer en los próximos años, personas que se distingan del resto, que con sus acciones muestren que son diferentes y tengan una perspectiva que supere el momento.
En las alcaldías actuales hay algunos rostros con liderazgo, como los presidentes municipales de Jiutepec, de Jojutla, de Yautepec, de Xochitepec o de Emiliano Zapata; algunos de ellos buscarán la reelección y otros enfilarán sus baterías hacia el congreso, pero todos tienen la mira puesta en el 2024.
La segunda mitad del sexenio no solo será más compleja para el gobierno de Cuauhtémoc Blanco Bravo, también serán años eminentemente electorales, con debates álgidos en distintos temas y llenos de tensión social política.
Después del 06 de junio la narrativa en el estado va a cambiar sea cual sea el resultado de las elecciones, porque todos los actores de poder tendrán la mira puesta en la sucesión; la renovación del congreso será un ingrediente clave en esta historia: veremos un parlamento distinto, mayoritariamente opositor y con un número importante de diputados dispuestos a enjuiciar al jefe del ejecutivo.
Analizar el proceso electoral venidero desde distintos ángulos permite anticipar lo que veremos en los próximos años. La falta de líderes es un asunto que nos debe preocupar porque su ausencia del escenario nos deja con una clase política mediocre, sin altura de miras, ni capacidad de impulsar el crecimiento social.
Los próximos alcaldes y diputados seguramente buscarán ocupar los espacios vacíos que hay, tratarán de atraer reflectores y la manera más sencilla de hacerlo será atacando al gobernador. El problema del ejecutivo es que de su lado no tiene líderes que hagan contrapeso, ni figuras que puedan proyectarse ni en lo social ni en lo electoral de cara al 2024.
El problema de no tener líderes es que en una elección terminamos votando por el menos malo.
posdata
Algunos representantes populares de Morena y simpatizantes obradoristas se registraron como aspirantes a la candidatura por la presidencia municipal de Cuernavaca. El candidato, dicen algunos de ellos, saldrá de una encuesta.
Habría que revisar el convenio de coalición firmado por la dirigencia nacional de Morena y las estatales de Encuentro Social y Nueva Alianza para entender de qué estamos hablando; explico:
Según este acuerdo la candidatura a la presidencia municipal de Cuernavaca y Temixco, entre otras posiciones, será determinada por el PES; en ninguna parte se habla de encuestas.
Sabedores de ello algunos integrantes del consejo estatal del Movimiento de Regeneración Nacional impugnaron el acuerdo con el objetivo de deshacer la alianza con Encuentro Social; una y otra vez Gerardo Albarrán ha dicho que la militancia rechaza ir de la mano con un partido que no representa los ideales del obradorismo y ha traicionado la confianza del presidente. Lo que no dice el presidente de Morena en Morelos es que mientras el convenio de coalición esté vigente, no hay forma de cambiar el formato de la alianza y consecuentemente no procede una encuesta, porque la candidatura le pertenece al PES.
Claro, para algunos personajes morenistas como la diputada Alejandra Flores la inscripción en el proceso por la candidatura es una forma de buscar negociar algo, de tratar de ser tomada en cuenta de alguna forma para no perderse en el olvido una vez que concluya su periodo como legisladora.
Suponiendo que la coalición Juntos Haremos Historia en Morelos conformada por Morena, PES y Nueva Alianza se viniera abajo o de alguna manera la candidatura de Cuernavaca se definiera por encuesta, la competencia sería solo entre el diputado federal Alejandro Mojica y su homólogo del PES Jorge Argüelles. Otros personajes pueden tener capacidad, preparación y solvencia moral (no es el caso de la diputada), pero una encuesta tiene que ver con conocimiento y ahí la pelea sería de dos.
El tiempo en este momento juega a favor de Jorge Argüelles, porque mientras no se caiga la coalición es seguro que él será el candidato. La dirigencia estatal del Movimiento de Regeneración Nacional tuvo la posibilidad de negociar, de tener una mejor posición en el acuerdo, pero se levantó de la mesa y al abandonar la negociación entró el comité nacional, que legalmente tiene todas las facultades para firmar la alianza.
Es comprensible la molestia que a algunos morenistas y una parte del obradorismo puede causar esta alianza y la forma como se definió, pero también deberían pensar que es resultado del descuido de su dirigencia, de que durante dos años no hicieron nada y al final trataron de negociar para ellos.
El riesgo para el diputado Jorge Argüelles no es que se caiga la coalición, sino que no le alcance el tiempo para conectar con el obradorismo. El objetivo de fondo no es una alianza de papel, sino una candidatura que la gente identifique con el presidente Andrés Manuel López Obrador.
nota
Miércoles y jueves han sido días buenos para Morelos en materia de seguridad luego de la captura de dos objetivos clave en la lucha para pacificar el estado. Las detenciones son resultado de labores de inteligencia y trabajo coordinado entre instancias estatales y federales, civiles y militares.
Irving y Fernando “N”, dio a conocer el gobernador Cuauhtémoc Blanco, representan logros importantes porque a ellos se adjudican muchas acciones delictivas y de violencia cometidas en gran parte del territorio estatal. El hecho que el propio jefe del ejecutivo diera a conocer la captura de estos personajes muestra la jerarquía de los detenidos.
El trabajo de la Unidad Especializada de Combate al Secuestro fue fundamental para lograr ubicar a los objetivos; una vez más queda de manifiesto la capacidad y eficiencia de la UECS, empezando por el profesionalismo de la fiscal Adriana Pineda.
Un dato importante en esta historia: los dos objetivos prioritarios para las autoridades fueron capturados sin enfrentamientos; eso no es poca cosa. Denle las gracias a la fiscal y a su equipo de inteligencia.
post it
Poco a poco ha ido bajando el ritmo de contagios de covid en Morelos, en México y en todo el mundo; esto es resultado, dicen especialistas, del esfuerzo colectivo de la sociedad, de que cada día son más personas las que se cuida, utilizan cubrebocas y siguen las medidas de sanidad.
La labor de los gobiernos en este tema es muy importante, aunque la decisión final depende de cada uno; las autoridades pueden ordenar el cierre de espacios, restringir los accesos y limitar la movilidad, pero si el ciudadano no se cuida a si mismo, se contagia.
En materia de atención al problema de covid Morelos no está mal; estudios realizados por organismos federales públicos y privados revelan que las autoridades estatales han actuado a tiempo y tomaron decisiones correctas, de ahí que en ningún momento se rebasó la capacidad hospitalaria ni se fue de control el problema. El aumento de casos tiene que ver con la actuación de la gente, pero se refleja con la aplicación de pruebas masivas; entre más personas sean analizadas, más casos son detectados.
Morelos, por cierto, es uno de los tres estados de México que mayor número de pruebas ha realizado.
En otras áreas se puede cuestionar el trabajo del gobierno; en materia de covid, empero, la respuesta oficial ha sido correcta.
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¿A qué personajes políticos del pasado reciente veremos en la próxima legislatura local?
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