Revuelta feminista dentro de la 4T y la indiferencia de AMLO
Si la 4T es derrotada no habrá ocurrido por los ataques que enfrenta desde la oposición sino por las contradicciones cada vez más grandes que sufre en su interior. Morena no es un monolito, sino un volcán que en cuyos adentros bulle magma con gana frecuente de hacer erupción.
El liderazgo del presidente Andrés Manuel López Obrador suele ser efectivo para apartar la mirada de esos desencuentros y pugnas. Hay sin embargo algunos temas que de plano no consiguen maquillaje suficiente para ocultar las quebraduras. Asuntos que dividen sin reconciliación al movimiento, al partido, al gabinete presidencial y, por tanto, a la autodenominada Cuarta Transformación.
El pleito del año pasado por la dirección de Morena, estelarizado por los liderazgos de Porfirio Muñoz Ledo y Mario Delgado, evidenció, por ejemplo, los ánimos dominantes en esa casa donde sus militantes estuvieron dispuestos a arrojarse diversas armas de destrucción masiva.
También la conducción sanitaria y económica de la pandemia de coronavirus apartó a personalidades destacadas de la coalición gobernante y más recientemente, la precandidatura de Félix Salgado Macedonio a gobernador de Guerrero por Morena echó a andar un nuevo cisma.
Se trata de un sujeto cuya amistad con el Presidente y cuya militancia en su causa política poseen data larga. De ahí que al mandatario le tengan sin cuidado los señalamientos de violencia sexual que pesan sobre este sujeto y también la convocatoria que ha hecho un grupo numeroso de mujeres, dentro y fuera de Morena, para descarrilar las intenciones electorales de este político.
Este hecho demuestra que Morena, además de ser un vehículo que sirvió para llevar al poder a López Obrador, es también una fuerza con sinergia propia a la hora de convocar voluntades y anhelos que trascienden el liderazgo de su fundador.
Respecto a este caso concreto, es notorio que el Movimiento Regeneración Nacional cuenta con una robusta corriente feminista dispuesta a enfrentar el dictado patriarcal.
Estas mujeres conectan política y emocionalmente con el feminismo de cuarta ola, cuya bandera más destacada es la erradicación de la violencia machista, en cualquiera de sus expresiones.
Todo indica que calculó muy mal el presidente López Obrador al suponer que podría subordinar esta precisa causa. No parecen falsas las denuncias que cinco mujeres distintas han interpuesto en contra de Félix Salgado Macedonio. Al revés, exhiben un patrón reiterado de abuso de poder y violencia sexual que no resulta fácil de desestimar.
Los defensores del sujeto aludido argumentan que, como cualquier otra persona, merece beneficiarse del principio de presunción de inocencia.
No debería tratársele como sentenciado —dicen— cuando los delitos por los que se le acusa se encuentran en proceso, o bien prescribieron sin que la justicia hubiese resuelto en su contra.
Vale refutar que la principal razón por la cual no han prosperado las investigaciones en su contra estriba en que Salgado Macedonio ha gozado de fuero político ininterrumpido desde hace muchos años.
En efecto, los cargos públicos que ha ocupado, sea como presidente municipal o como legislador, durante un periodo extenso, le ayudaron a eludir la acción de la justicia.
De hecho, es en este preciso momento que podría ser enjuiciado ya que la licencia dispensada por el Senado, solicitada para contender como precandidato a gobernador, abrió una breve ventana para que las presuntas víctimas procedan formalmente en contra suya.
Esta ventana se cerrará ciertamente cuando se formalice la candidatura a la que Salgado Macedonio aspira, ya que, por la vía de los hechos, no habrá autoridad en Guerrero, ni a nivel federal, que se atreva a proceder una vez que haya comenzado el proceso electoral y menor oportunidad tendrá la justicia si Salgado se alza con el triunfo en los próximos comicios.
Son muchas las mujeres dentro de la 4T que no están dispuestas a guardar silencio respecto a la convicción que tienen a propósito del perfil de depredador sexual de Salgado Macedonio. Muy vocal ha sido, por ejemplo, la activista Estefanía Veloz, quien convocó a un acto de renuncia masiva de militantes de Morena en caso de que la candidatura referida se formalice.
En esta misma hebra se encuentra la declaración de la senadora Citlalli Hernández, secretaria general de Morena, quien con valentía suscribió el rechazo contra la candidatura de Salgado Macedonio aludiendo a la congruencia que debería privar entre la ética y la acción política dentro de su partido.
El jueves 18 de febrero, el tono de estas mujeres elevó volumen cuando la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, pronunció un discurso sin ambigüedades respecto a la impertinencia de dicha candidatura: “El respeto irrestricto del derecho de las mujeres a vivir sin violencia —afirmó— es condición necesaria para un representante popular.”
Añadió también que “es responsabilidad de cada partido demostrar que sus candidatos están a la altura de las circunstancias y proceder de acuerdo con las leyes.” Y, aludiendo explícitamente a las mujeres de Morena que se han alzado con el reclamo, aplaudió “la conciencia social que no tolera la violencia”.
Con todo, la sensibilidad presidencial ha sido poca frente a tamaña efervescencia.
Condescendientemente, mandó de paseo a sus correligionarias acusándolas sin remilgo de ser instrumento manipulado por intereses conservadores y “fifís” mujeres-vehículo de mentes tan perversas como en el pasado fueron las de Antonio López de Santa Anna o Adolfo Hitler.
El Presidente está yendo demasiado lejos en su defensa ciega y exagerada a favor de su amigo “Félix”. Con ello polemiza entre su propia tribu y abre un cráter ancho por el que supura mucha lava.
Lo dicho, de seguir así la 4T no será derrotada por sus adversarios, sino por las fracturas dentro del movimiento. Sin embargo, López Obrador aún se mantiene confiado en su capacidad para subordinar y someter las reivindicaciones honestas de muchas mujeres que hasta ahora lo han apoyado, aun si al hacerlo así les exige una inaceptable complicidad con este violentador de mujeres.
@ricardomraphael