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SERPIENTES Y ESCALERAS

Morena no es AMLO

En el 2021 el Movimiento de Regeneración Nacional enfrentará una elección muy distinta a la del 2018; sin Andrés Manuel López Obrador en la boleta, la estrategia, las campañas y sobre todo los candidatos deberán ser muy distintos a los que postularon en la contienda anterior. El reto de Morena en este proceso electoral es la unidad y el perfil de las personas que los representarán en la boleta.

Las encuestas y los sondeos de opinión son herramientas importantes durante una contienda política, a partir de ahí se diseñan estrategias y se toman decisiones; ninguna encuesta es cien por ciento certera, aunque los números que arrojan permiten a los estrategas tener más claridad sobre las cosas.

En el caso de Morelos todos los estudios de opinión colocan al Movimiento de Regeneración Nacional como el partido con mayor aceptación entre los votantes, la preferencia de Morena está por encima de los demás partidos, aunque la ventaja es menor a la que hubo en la elección pasada y está muy por debajo de la simpatía que la gente tiene por el presidente de México.

La clave del triunfo de Morena en el 2018 fue Andrés Manuel López Obrador; la empatía que el tabasqueño logró con la gente fue enorme, superó las expectativas del propio partido y avasalló con los planes de todos sus adversarios. La candidatura de López Obrador rebasó al partido, se convirtió en un instrumento de cambio político y social en el país y por ello atrajo votos de todos lados. En el 2021 no será así.

En dos años la historia ha cambiado en muchos aspectos, principalmente en lo que se refiere a Morena y al presidente de México. Andrés Manuel López Obrador es un político bien calificado por la gente, la aprobación que tiene su gobierno es alta y la comunicación que ha logrado establecer directamente el jefe del ejecutivo con la gente es mejor a la de cualquiera de sus antecesores. Morena es lo contrario.

Los contrastes del partido con el jefe del ejecutivo nacional se ven desde cualquier ángulo, empezando por la austeridad que pregona el mandatario. En la cámara federal de diputados no hay austeridad como en los otros dos poderes y muchos miembros de Morena en el país han llamado la atención por su abrupto cambio de vida, por sus lujos y el dispendio de recursos. El primero ejemplo de derroche es el presidente del partido Mario Delgado, cuya nómina en e congreso era la más alta de todas.

Después vienen las actuaciones individuales de los gobiernos de Morena; a nivel federal la historia no ha sido sencilla, el gobierno de México está permanentemente en el ojo del huracán por distintas circunstancias, pero ante cada escándalo aparece el propio López Obrador defendiendo su postura con otros datos. Los argumentos del presidente en muchos casos no son válidos, pero la pericia del mandatario para justificarse le ha permitido salir avante aún en las situaciones más complejas.

El caso de los demás gobiernos de Morena es diferente, porque ahí no está el presidente. A nivel estatal el caso más claro es el de Cuernavaca, una administración emanada del Movimiento de Regeneración Nacional que casi desde el primer día ha estado envuelta en escándalos de corrupción. En la capital morelense (igual que en muchos lugares del país) la falta de congruencia de Morena ha pegado en la imagen del partido y lesiona su rentabilidad electoral.

Veámoslo de esta forma: en su mejor escenario nacional el Movimiento de Regeneración Nacional tiene el 35 por ciento de la preferencia electoral, muy por debajo del 53 que tenía en el 2018 cuando Andrés Manuel López Obrador apareció en la boleta; en Morelos esa preferencia es aún menor, porque aunque Morena supera al resto de los partidos, en la capital (por ejemplo) la intención de voto que tiene es de apenas el 23 por ciento.

Lo que los estrategas del Movimiento de Regeneración Nacional parecen haber olvidado es que en el 2018 la gente votó por un cambio de régimen a través de una persona, es decir, la gente votó por Andrés Manuel López Obrador, no por el Movimiento de Regeneración Nacional. El presidente tiene una enorme capacidad para hacerse de la simpatía popular, mientras que Morena por si solo camina en sentido contrario, se ha mimetizado con las demás fuerzas políticas, se ha alejado de los preceptos del presidente y ha sido incapaz de alzar la voz para corregir a sus representantes en los gobiernos.

Entendamos algo: los números que arrojan los estudios de opinión exponen que el Movimiento de Regeneración Nacional está perdiendo rentabilidad y que la popularidad personal del presidente de México no se traduce en una mayor preferencia electoral por su partido. Si Morena piensa que las elecciones del 2021 serán iguales que las del 2018 van a cometer un grave error, porque esta ocasión Andrés Manuel López Obrador no estará en la boleta.

Si en Morena no apuestan por candidaturas fuertes, por figuras representativas, con liderazgo y con capacidad, los resultados del 06 de junio los van a sorprender. Es cierto que el partido tiene una mayor preferencia electoral que los demás, pero es evidente que esa ventaja no es suficiente para hacer ganar a figuras insípidas, obtusas, como muchas de las que postularon en el 2018.

En las elecciones pasada la gran mayoría de la gente de Morelos votó por Andrés Manuel López Obrador, no por Morena. En el 2021, sin AMLO en la boleta, veremos que tanto pesan las siglas del Movimiento de Regeneración Nacional.

Lo primero que pueden perder es el control de las cámaras.

posdata

La exigencia de los consejeros electorales de recibir más dinero ha subido de nivel luego de que hace unos días presentaran una queja contra los diputados y el titular del poder ejecutivo; el objeto de la denuncia es obligar al gobierno estatal a entregarles más recursos de los que ahora tienen.

Los números son los siguientes: el Instituto Morelense de Procedimientos Electorales y Participación Ciudadana solicitó 422 millones de pesos como presupuesto para el año 2021, de los cuales el congreso solo aprobó 179; posteriormente derivado de la gestión de la secretaría de hacienda los recursos se incrementaron con una ampliación presupuestal, con lo cual el IMPEPAC contará con 254 millones de pesos para atender las necesidades de un año electoral en el que se elegirán alcaldes y diputados.

Sobre este tema la presidenta de la Junta Política del Congreso de Morelos Ariadna Barrera consideró que la petición financiera de los consejeros electorales es “un exceso”, porque con los recursos que ya cuentan les alcanza perfectamente para sacar adelante la elección. “En todo caso que primero se gasten lo que tienen y luego, si es necesario, veremos si procede una ampliación presupuestal”

En el mismo sentido se pronunció la titular de Hacienda Mónica Boggio, quien señaló que es imposible dotar de más dinero al órgano electoral porque el estado carece de los recursos necesarios para hacerlo. Y agregó: “En su proyecto de presupuesto solicitaron una cantidad de 422 millones de pesos, los cuales estamos imposibilitados financieramente para entregarles; mandamos un proyecto en el paquete económico 2021 que se les termino aprobando por 179, sin embargo luego de diversas platicas y entendiendo la necesidad que tienen y más que nada por velar el procedimiento electoral, dimos una ampliación de 75 millones de pesos, lo cual hace un total de 254 millones de pesos, que equivale a un presupuesto igual e idéntico al ejercicio 2018 y 2015; ¿Qué quiere decir esto? Que son ejercicios en donde hubo elecciones y en una (2018) de gobernador”

En tiempos de pandemia la situación es crítica no solo en materia de salubridad, la crisis de covid ha pegado fuerte en las finanzas de personas, empresas y gobiernos, por lo cual destinar tanto dinero a los partidos políticos y a las campañas electorales no solo es una sinrazón, también representa una ofensa para los cientos de miles de familias que viven momentos económicamente complejos.

Habría que conocer el fundamento jurídico de la demanda de los consejeros electorales para entender si tiene bases, de lo que no existe duda es que destinar tanto dinero a los partidos es una ofensa para todas aquellas empresas, negocios y familias que todos los días tratan de salir adelante con el mínimo indispensable.

No olvidemos, además, que el presupuesto que solicitan los consejeros electorales será para un bono extra que cada uno de ellos se entregará durante el proceso electoral; tampoco pasemos por alto que cada uno gana alrededor de 70 mil pesos mensuales (más prestaciones) y solo trabajan durante los procesos electorales, es decir, cada tres años.

Dar más dinero al IMPEPAC no solo es imposible, es una ofensa a la precaria situación que viven miles de empresas, negocios y ciudadanos.

nota

Es oficial: Manuel Martínez Garrigós buscará la presidencia municipal de Cuernavaca bajo las siglas del partido Movimiento Ciudadano. La definición se da a unos días de que concluya el plazo para registrar candidatos y cuando parecía que no habría más sorpresas en la boleta electoral capitalina.

Muchas cosas se pueden decir del expriísta; se puede cuestionar su desempeño como alcalde de la capital o criticar las conductas personales que tuvo después de que renunció a la presidencia.

Lo que no se puede decir es que Manuel Martínez será un personaje decorativo de la contienda, ni que hará una campaña testimonial; el abogado es un hombre al que ya se le ha dicho todo, al que le han pegado por todos lados y de todas las maneras posibles; dificilmente habrá algo nuevo que no sepamos de él. Su personalidad lo antecede: es un tipo que dará la batalla aún sin tener posibilidades, irá a las calles a buscar votos y competirá convencido de que puede ganar.

Personalmente Manuel Martínez tiene muchos motivos para querer competir, la oportunidad que le brinda Movimiento Ciudadano le ayudará a tratar de romper el ciclo negativo en el que se encuentra metido desde hace varios años, a volver a la vida pública y a mostrar que aún le queda liderazgo.

Amén de ello tendrá enfrente a un adversario histórico, un enemigo personal con quien se ha confrontado en lo público y en lo privado en varias ocasiones. Las baterías políticas de Garrigós se enfocarán en Sergio Estrada Cajigal, competir con él por la misma posición representará un reto personal para ver cuál de los dos alcaldes es mejor recordado, para saber cuál de los dos poíticos es más astuto; más que un duelo electoral, entre ambos habrá un pleito de machos.

La diferencia entre la candidatura de Manuel Martínez y la de los demás es que éste es un personaje cien por ciento político, un hombre profundamente desgastado en su imagen pública, pero también muy curtido en la batalla diaria. ¿Qué más se podría decir en contra de él que no se haya dicho ya? No hay nada nuevo con cuál atacarlo.

Garrigós será un adversario peligroso para todos los demás candidatos porque no tiene nada que perder y tiene mucho que ganar. Una figura con estas características no puede perderse de vista.

Manuel será un kamikaze.

post it

Abrazo con cariño a mi querido Carlos Gallardo Sánchez, un compañero de trabajo de muchos años, un maestro que me regaló la vida, un amigo que a lo largo del tiempo se convirtió en parte de mi segunda familia.

No hay forma de describir los difíciles momentos que viven en su casa por la partida de Miguel Ángel, su hijo; no hay manera de dimensionar lo que significa una ausencia tan grande, irreparable. No hay palabras que puedan consolar su pérdida.

Con respeto y solidaridad los abrazo a él y a todos en su familia. Son momentos difíciles y le pido a Dios que los ayude a superar el momento.

redes sociales

Electoralmente hablando, el duelo en Cuernavaca será entre Jorge Argüelles y José Luis Urióstegui. En el plano personal el tiro es entre Sergio Estrada y Manuel Martínez.

¡Hagan sus apuestas!

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