Incognitapro

EL ASALTO A LA RAZÓN

Nada de exótico romper el pacto

La de “rompa el pacto”, recrimina el presidente López Obrador, “es una frase importada” que lo mueve a preguntar: “¿Qué tenemos nosotros que ver con eso…?”.

El tema se catapultó por el infame caso de su correligionario Salgado Macedonio (de quien Morena, en el juego de “reponer el proceso”, no tiene la calidad moral ni el valor de desprenderse).

AMLO comentó que “ahora, con la simulación sobre el feminismo, empiezo a escuchar ‘rompe el pacto, rompe el pacto’. Les digo sinceramente: me enteré de lo que era eso hace cinco días porque mi esposa me dijo ‘oye ¿qué es eso de rompe el pacto?’, y me dijo ‘rompe el pacto patriarcal, deja de estar apoyando a los hombres'. Ah, pues yo, cuando se habla de ‘rompe el pacto’, ya lo estoy rompiendo: el llamado Pacto por México o el pacto del silencio (originalmente la siciliana Omertá) que establecieron los que reprimieron y desaparecieron a los jóvenes de Ayotzinapa. Pero el otro pacto no. ¿Y saben qué sucede?, son expresiones importadas, copias. ¿Qué tenemos nosotros que ver con eso si nosotros somos respetuosos de las mujeres, de todos los seres humanos…?”.

Derrape colosal.

Ignoro dónde nació la frase pirateada (“El violador eres tú” es copia también: nació en Chile con el performance de protesta Un violador en tu camino que se inauguró en Valparaíso, cundió en las redes y se hizo internacional).

Me consterna que el Presidente demerite y desdeñe la expresión “rompa el pacto” por no haber sido concebida en México, como tampoco muchos otros conceptos plenamente adoptados y naturalizados, entre estos el derecho, la democracia, el asilo, la división de poderes, el voto de la mujer, el cristianismo, la autonomía, la igualdad de género, el feminismo, el covid-19, los derechos humanos, el municipio libre, el sistema de partidos o la resistencia civil.

Ya en 1936, en su ensayo Las ideas exóticas en la evolución histórica de México, Vicente Lombardo Toledano hacía ver:

“Cada vez que en los pueblos se opera una transformación de importancia, antes de la lucha, durante ella o concluida en su parte principal, se produce un debate teórico entre los defensores del pasado y los representantes del régimen futuro. Y en cada ocasión, los argumentos de los ideólogos del sistema caduco giran alrededor del mismo tema: el cambio que se realiza no es el resultado de necesidades ni de ideas propias; es obra de agitadores perversos, de destructores irresponsables del orden establecido, que pretenden importar ideas extrañas que no encajan en las características del país…”.

Durante el movimiento del 68, Gustavo Díaz Ordaz y sus testaferros acusaban a los estudiantes de dejarse llevar por “ideas exóticas” al reclamar libertades tan elementales como la de manifestación, asociación y expresión.

Cualquiera sea su sospechoso origen, romper el pacto patriarcal es ya una consigna tan universal como mexicana.

Presidente López Obrador, ya chole: deje de agredir a escritores, historiadores y periodistas.

cmarin@milenio.com

Ámbito: 
Nacional