Una vez más, la Administración federal lanzó ayer un ataque contra las empresas.
Según el director de la CFE, Manuel Bartlett, las empresas "elegantes y finas" no pagan red eléctrica y roban casi 76 mil clientes a la Comisión, lo que fue desmentido por especialistas.
En la mañanera del Presidente Andrés Manuel López Obrador en Palacio Nacional, el titular de CFE afirmó que el denominado régimen de autoabasto, que calificó de fraude a la ley, permite a grandes empresas ser socias de transnacionales de energía para beneficiarse de "subsidios", generando desigualdad, competencia desleal y trato inequitativo.
"Son 223 centrales eléctricas de autoabasto con 75 mil 656 socios clientes, socios de pago", dijo Bartlett.
"(Son) socios arrebatados a la CFE, (que) eran clientes de la CFE", agregó. "No pagan la red las empresas más importantes, las que más consumen, las elegantes, las finas".
López Obrador, a su vez, aseguró que pondrá orden en la energía.
"Ya no queremos que sigan robando, para decirlo de manera clara", sostuvo.
Sin embargo, Casiopea Ramírez, analista de Fresh Energy Consulting, explicó que las empresas consumidoras de energía en realidad están ejerciendo su derecho a elegir a su proveedor en el marco de la ley, lo que no es en daño de CFE.
"No está generando un perjuicio", señaló, "más bien están aprovechando los beneficios de esa competencia.
"Si tienes otras opciones como consumidor", afirmó Ramírez, "las vas a explorar y decidir qué te conviene.
"Lo que quieren (la CFE y el Gobierno federal) es mantener el monopolio, evitar que haya otras opciones que al usuario le permitan beneficiarse con menores costos y trasladar la ineficiencia a los consumidores", dijo.
Paul Sánchez, especialista del sector energético, aclaró que las empresas no se roban clientes, sino que desde la reforma energética del 2013 los consumidores se volvieron activos para tomar decisiones que más les convienen.
"En todo caso, la empresa que recibe subsidio es CFE. Lo recibe cada año y este año fueron 70 mil millones de pesos", expresó.
En tanto, tres días después de firmar un pacto con los Gobernadores para comprometerse a no intervenir en el proceso electoral, el Presidente Andrés Manuel López Obrador hizo ayer caso omiso de lo firmado y se lanzó contra el INE y en defensa de su partido, Morena.
AMLO acusó al INE de "jugar sucio" y atentar contra la democracia luego de que el órgano electoral tiró a Morena las candidaturas de los aspirantes a Gobernador de Guerrero, Félix Salgado, y de Michoacán, Raúl Morón, por no comprobar sus gastos de precampaña.
"¿Cómo voy yo a quedarme callado? ¿Nada más porque soy Presidente?", cuestionó.
"Eso para mí es un atentado a la democracia, así de claro, es juego sucio, es antidemocrático.
"Yo siempre voy a defender la democracia, siempre", agregó, "y no voy a aceptar que de arriba, por intereses cupulares, por intereses de mafias, por los intereses de la 'maleantada', de los malandros de cuello blanco, se pisotee la democracia".
Calificó de "extraña" la resolución del INE y afirmó que este órgano se ha convertido en el "supremo poder conservador", pues decide quién puede ser candidato y quién no.
"Antes no era así", dijo. "A lo mejor ya cambiaron las leyes o antes no se aplicaban.
"Éstos que están de autoridades electorales entregaban candidaturas a quienes no reunían los requisitos, a candidaturas de famosos, por consigna de los Presidentes", afirmó.
El Mandatario puso como ejemplo el caso de Clara Brugada y "Juanito", en el 2009.
Afirmó que Brugada perdió la candidatura a la entonces Delegación Iztapalapa (hoy Alcaldía) por un "acuerdo arriba" para imponer a otra mujer vinculada a un dirigente con muchas influencias.
"Espero que comprendan que no es una intromisión en una decisión del INE, es que yo fui víctima de esas maniobras", aseguró.
"¿Por qué me desaforaron cuando fui Jefe de Gobierno?", cuestionó.
"Porque no querían que yo apareciera en la boleta como candidato a la Presidencia en el 2006", abundó, pese a que el INE no intervino en el intento del Gobierno del panista Vicente Fox por desaforarlo.