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EL ASALTO A LA RAZÓN

El violador quiere sangre

Con su llamado al vandalismo y al linchamiento contra consejeros del INE, Félix Salgado Macedonio confirma ser encarnación de la barbarie.

“Si no se reivindican se los decimos de una vez: los vamos a hallar a los siete, los vamos a hallar, los vamos a buscar. Y vamos a ir a ver a Córdova, ¿no le gustaría al pueblo de México saber dónde vive Lorenzo Córdova?”, dijo ayer.

Ironizó y amenazó: “¿Sí les gustaría saber cómo está su casita de lámina negra y cuando llueve se gotea y moja su cuerpo, cabroncito…?”.

Bravucón como es, ha dicho que si no se confirma su candidatura no habrá elecciones en Guerrero.

La incertidumbre sobre su destino político mantiene desplazados los crímenes de que está acusado, entre los que figura la repetida violación a una trabajadora de La Jornada en aquella entidad cuando él era el director. El caso fue investigado hasta en sus mínimos detalles, pero no llegó a los tribunales porque, según el ex fiscal Xavier Olea, habría sido una causa perdida: “El gobernador (Héctor Astudillo) controla el Tribunal Superior de Justicia y me pidió que no lo consignara”, me dijo anoche en El asalto… de MILENIO Televisión.
Félix Salgado Macedonio confirma ser encarnación dela barbarie

El periodista Julio Hernández (columna Astillero) reveló que el expediente ministerial, “con 44 fojas, ofrece los detalles de la carpeta de investigación adscrita a la Unidad de Especialización en Delitos Sexuales y Violencia de la Fiscalía General del Estado de Guerrero (…). La relatoría cuenta cómo, en mayo de 2016, Félix Salgado la citó en su domicilio, en el que la recibió una señora quien le otorgó a la joven una bebida, que de inmediato le causó malestar y mareos, hasta perder el conocimiento, luego de lo cual, apareció en un cuarto de la casa, en la planta alta, donde el hoy senador con licencia estaba a su lado y le dijo: ‘todo va a estar bien chiquita’. Para entonces, la víctima estaba sumergida en el pánico y la confusión pues su ropa estaba desaliñada y sentía molestias, dándose cuenta de que había sido abusada sexualmente, por lo que salió corriendo del domicilio, olvidando su bolsa. Posteriormente, Félix Salgado se comunicó con ella para decirle que fuera a recoger su bolsa al trabajo, a lo cual la afectada se negó, en principio. En ese momento, Salgado le envió por mensaje una fotografía que le había tomado desnuda cuando estaba inconsciente en su cuarto y la intentó chantajear diciéndole que tenía más. Ante la presión, la denunciante acudió al trabajo y ahí, a solas en la oficina de Félix Salgado, ella cuenta cómo la volvió a agredir sexualmente, intentando besarla a la fuerza, y la chantajeó de nuevo diciéndole que tenía fotos y videos que le había tomado y que los publicaría en redes sociales y los haría llegar a su esposo en caso de que se negara a volver a ir a su casa. Los videos, algunos de los cuales le mostró en su momento, mostraban que había tenido relaciones sexuales con ella mientras estaba inconsciente...”.

Salgado merece la cárcel, no la gubernatura.

Carlos Marín

cmarin@milenio.com

Ámbito: 
Nacional