Prevé profunda sequía y eventos de fuego hasta julio por falta de lluvias; reportan alza de 111% en primer trimestre; expertos señalan que en ecosistemas sensibles recuperar arbolado puede tardar al menos 80 años; depende de especies
“De octubre de 2020 a junio de 2021, el fenómeno de La Niña afecta al país con una profunda sequía por falta de lluvias, lo que se traduce en fuertes incendios forestales hasta julio, cuando cambien las condiciones del clima en México”, aseguró Eduardo Cruz, gerente de Manejo del Fuego de la Comisión Nacional Forestal (Conafor).
En entrevista con La Razón, el funcioario dijo que la situación por los siniestros es crítica desde enero del año pasado, cuando entró con más fuerza la influencia del fenómeno climático y provocó una sequía atípica, que se acentuó más en marzo de este año.
“La situación puede cambiar a partir de julio, cuando se regularizarán las lluvias y entre un ambiente de humedad en los bosques del país. Vamos a seguir sufriendo incendios forestales hasta julio, ya que estamos en el periodo más crítico del clima; esta es la parte más difícil, pues cualquier incendio tiene una condición de propagación muy alta que debe prevenirse, sobre todo cuando se use fuego, principalmente en las zonas agrícolas, ya que en este periodo es cuando se presenta la mayor cantidad de siniestros”, refirió.
Según el último reporte de la Conafor con corte al 8 de abril, la cantidad de incendios forestales entre enero y marzo de 2021 aumentó en 111.2 en comparación con el mismo periodo de 2020, al pasar de mil 598 a tres mil 376; mientras que la superficie afectada tuvo un alza de 229.7 por ciento, al pasar de 29 mil 975 hectáreas calcinadas a 98 mil 839.
“Estamos en el periodo de estiaje y tenemos cinco meses sin lluvia, lo que secó a los bosques y originó que por el calor y el sol, entre otros factores, se produjeran incendios en varias zonas del país. Tenemos más de 200 por ciento de afectación a los bosques y el problema va a seguir hasta que no comiencen y se regularicen las lluvias”, precisó.
Añadió que el panorama de lluvias es esperanzador, ya que se prevé que sean normales y ayuden a beneficiar la regulación del clima en el país. Los estados con mayor cantidad de siniestros en lo que va del año son el Estado de México (mil 43), Ciudad de México (625), Michoacán (303), Puebla (232), Tlaxcala (227), Chihuahua 165), Chiapas (88), Morelos (77), Veracruz (75) y Jalisco (69).
Lenta recuperación boscosa
Expertos coincidieron en que la recuperación total de zonas boscosas afectadas por incendios forestales como los ocurridos recientemente en distintos estados del país es muy variable, pero en algunos casos puede demorar hasta 100 años.
Eduardo Cruz, gerente de Manejo del Fuego de la Conafor, explicó que aproximadamente el 95 por ciento del área afectada por siniestros en lo que va del 2021, ha sido de vegetación herbácea, es decir que son arbustos o pastizales que se recuperan fácilmente.
“De los males el menor, pues una vez que se restablece el periodo de lluvia, éstas hierbas se regeneran y se restablecen en la superficie”, señala; sin embargo, aclara, un cinco por ciento de esta flora se trata de árboles que podrían demorar hasta 100 años en recuperarse.
“Dependiendo de la especie es el número de años que lleva su reforestación. Puede ser vegetación sensible al fuego que puede tardar 80 o 100 años en volver a tener arbolado, y otros que entre los 15 y 30 años ya son árboles adultos”, advirtió.
La situación se agrava, dijo, en las zonas donde los incendios son recurrentes, es decir, que año con año se registran siniestros sin que se permita la regeneración de la flora, condición que se vive en Oaxaca, Baja California, Guerrero, Jalisco, Chiapas, Durango, Chihuahua, el Estado de México y la capital.
“Esto ocasiona una desertificación por la pérdida de suelo debido a que por muchos años en el mismo lugar se presentan incendios”, aclaró.
Romeo Saldaña, especialista de la Universidad Iberoamericana de Puebla, explicó que la reforestación de bosques y zonas verdes depende principalmente del tipo de ecosistema siniestrado, por lo que “no es de sorprender” que en la zona norte, en estados como Chihuahua y Baja California es donde ha habido más afectaciones.
“Hay mayor cantidad de bosques de pino y encino, que son ecosistemas que conviven más con el fuego, con la acumulación de combustible que generan esas plantas”, explicó.
Alan Jiménez director de la organización civil, Comunalidad, Vida y Dignidad recordó que los incendios forestales son de gran preocupación, ya que no sólo impactan el espacio geográfico, sino también implican afectaciones para la fauna local y en la calidad del aire que respiramos, lo cual contribuye a que se agraven padecimientos respiratorios.
“Estos incendios nos muestran una falta de sensibilidad, armonía y respeto hacia la naturaleza (...), y nos faltan estos árboles que requerimos porque son los pulmones, y aún más en zonas metropolitanas”, manifestó.