Cambiar o seguir igual
¿Qué decisión tomará la gente de Cuernavaca el próximo 06 de junio?
Las votaciones en Cuernavaca han tenido una peculiaridad en los últimos años: a la gente le gusta el cambio. Hasta antes de la alternancia en el poder el PRI siempre ganaba las elecciones sin importar quien fuera su candidato; después del año dos mil hemos tenido tres administraciones consecutivas del PAN, luego dos del PRI y dos del PSD/Morena. Un hecho confirmado en las urnas es que a los ciudadanos de la capital no les da miedo votar diferenciado, han votado centro derecha y después de algunos años dieron un viraje en el sufragio. ¿Qué es lo que veremos el 06 de junio?
El tema electoral ya transformó la agenda del estado y marca la pauta en muchas conversaciones; el proceso de la capital acapara la atención porque se trata del municipio con mayor número de votantes, sede de los tres poderes del estado e importante plataforma política rumbo a la sucesión en el 2024.
Además de ello está el hecho que en este municipio se concentra el mayor número de contendientes (19) y participan figuras cuyas características personales avivan el morbo político: en Cuernavaca compite un candidato oficial que representa los intereses del gobernador Cuauhtémoc Blanco, un abogado que abandera el cambio de régimen y basa su campaña en la identidad y un exgobernador que regresó del ostracismo para tratar de tener un segundo aire en la vida pública.
En la mayoría de quienes observan la elección persiste la idea de que a pesar de que hay casi dos decenas de contendientes a la presidencia municipal, solo cuatro acaparan la atención y dos tienen amplias posibilidades de ganar; en las mesas de las casas, en los corrillos políticos, en los taxis y en muchos otros espacios de discusión la historia comienza a tomar forma: se habla de la fuerza que aún le queda a Morena, pero también del deseo de que gane una persona que tenga arraigo e identidad en la ciudad y haga lo opuesto a lo que estamos viendo hasta ahora en el gobierno.
Al arrancar la tercera semana de campaña hay un elemento que personalmente me llama la atención: aunque las encuestas sostienen que Morena lleva una considerable ventaja al resto de los partidos, la inercia electoral que en el 2018 provocó el Movimiento de Regeneración Nacional no se ve ni se siente en las calles. Explico: se sabe que el partido en el gobierno es el más fuerte, repiten que por esa razón tiene más posibilidades de ganar, pero aún no he escuchado a nadie que me diga que va a votar por su candidato.
Algo que si me ha tocado ver es la diferencia económica que hay en las campañas: mientras algunos candidatos a la presidencia municipal caminan con un equipo muy reducido de acompañantes y financian las campañas con sus propios recursos, en otros es notorio el dinero o, como en el caso específico de Antonio Villalobos, el uso de los recursos del ayuntamiento para apoyar al alcalde.
La elección capitalina tiene muchas peculiaridades, es compleja por el elevado número de contendientes, difícil porque se desarrolla en medio de una pandemia y llamativa porque quien gane se convertirá de manera automática en un aspirante a la gubernatura de Morelos en el 2024.
Además de ello el proceso es interesante porque representa el refrendo al trabajo del gobernador Cuauhtémoc Blanco y a los gobiernos de Morena; las elecciones intermedias siempre han sido un termómetro social del trabajo de los mandatarios, particularmente cuando el candidato del partido oficial es un representante directo de los intereses del mandatario: sucedió con Sergio Álvarez Mata, con Jorge Messeguer Guillén y pasa ahora con el diputado Jorge Argüelles Victorero.
Desde hace años Morelos ha sido el laboratorio de muchos partidos y Cuernavaca de manera particular se ha convertido en el centro de diversos experimentos políticos, los habitantes de la capital están sumamente politizados, en general son personas muy bien informadas y por ello su comportamiento electoral no es como el de otros municipios o estados. En Cuernavaca la gente razona o siente su voto y aunque en las calles las personas les aplauden a todos los candidatos, a la hora de emitir su sufragio lo hacen por razones distintas a un apoyo personal.
Digámoslo como es: los votantes atienden a todos, reciben cosas de todos y al final votan como quieren, por eso todos los candidatos presumen que les va bien en las campañas y el buen trato que obtienen de la gente; antes los políticos engañaban a los ciudadanos, pero ahora los ciudadanos también engañan a los políticos.
Después de la derrota del PRI en el año dos mil las elecciones cambiaron en Morelos y en todo el territorio nacional; a partir de ahí comenzamos a ver una lógica distinta, una reacción diferente de las personas y un ejercicio democrático más impredecible. La ola azul fue muy fuerte con Vicente Fox y Sergio Estrada, pero su impulso solo logró hacer ganar a tres alcaldes panistas y en la mayoría de estos procesos hubo voto diferenciado, es decir, Acción Nacional triunfó en la capital, pero no siempre obtuvo la victoria en los distritos locales y el federal.
El PRI tuvo un regreso electoral en el 2009 con Manuel Martínez Garrigós y un refrendo con Jorge Morales Barud en el 2012 cuando vimos una nueva ola electoral generada por la candidatura de Enrique Peña Nieto, pero los priístas apenas pudieron mantenerse al frente del municipio durante dos administraciones y luego vino un cambio de régimen que encabezó Cuauhtémoc Blanco bajo las siglas de un partido local y luego Antonio Villalobos, quien llegó de rebote gracias a los conflictos internos entre el PES y Morena.
Si tratáramos de anticipar un ganador a partir de la estructura y el dinero invertido en campaña sin duda el vencedor será Jorge Argüelles; si el pronóstico se hace en función de la identidad, el deseo de cambio y la trayectoria personal, el futuro alcalde será José Luis Urióstegui; para los que añoran el pasado y solo ven una parte de la historia, el candidato puntero es Sergio Estrada; para los despistados que no saben que la gente que acude a sus actos de campaña está amenazada con ser despedida, el bueno es Antonio Villalobos.
La moneda está en el aire y un aliciente democrático para todos es que a pesar de que las encuestas hablan de un partido que dobla en popularidad a su más cercano contendiente, en la calle la gente no tiene certeza de quién va a ganar la elección. Véanlo de esta manera: en el Movimiento de Regeneración Nacional estuviera tan fuerte como en el 2018, nadie tendría duda que sus candidatos van a ganar y eso, al menos hasta ahora, no se escucha como sucedía hace tres años.
Más allá de cualquier cosa que se diga o que se haga por parte de los candidatos o sus partidos, la reflexión de fondo que debemos hacerlos habitantes de esta ciudad versa en lo que queremos ver en los siguientes años: refrendamos la confianza en el camino por el que vamos o buscamos una opción diferente; la decisión es única a pesar de que hay tantos candidatos: cambiamos o seguimos igual.
La elección del 2021 en Cuernavaca no es de 3 años, sino de 9, porque el próximo alcalde de la capital será un fuerte contendiente a la gubernatura en el 2024.
posdata
A partir de esta semana las acciones y los mensajes de los candidatos a los diferentes cargos de elección popular se van a intensificar; recordemos que solo serán 45 días de campaña y ya transcurrieron 15. Las campañas deben entrar ahora a un proceso de madurez en donde todos los candidatos trabajen por objetivos, pongan sus fuerzas en puntos clave y hagan que el equipo trabaje en diferentes lados a la vez.
Las caminatas y reuniones de los candidatos son solo una parte de las campañas, son lo que se ven, pero ni remotamente pueden ser lo único que se haga para ganar; entendamos que aunque las jornadas en las calles sean buenas y muy llamativas, cuando los candidatos pasan a las casas, la mayoría de las personas se encuentran trabajando.
Los estrategas de las campañas deben tener muy claro que además de pasear al candidato se necesita tener un equipo paralelo que haga campaña sin él, personas que trabajen en la estructura, alguien que esté dedicado de lleno a la promoción en los diferentes medios de comunicación y uno más que asuma el trabajo político dentro y fuera del equipo.
La estructura de los equipos de campaña debe ser mucho más de lo que se ve en las calles, ahí van personas que animan, que ayudan, pero que no llevan la carga de los votos; en las calles el candidato se luce, pero otras partes del equipo tienen que hacer su parte para que los resultados se alcancen y el esfuerzo se traduzca en sufragios.
¿En las campañas de los candidatos están funcionando todas las partes del equipo?
nota
Este día arranca la vacunación para adultos de entre 50 y 59 años en México; en Morelos el proceso de inoculación será la semana siguiente, los días 11, 12 y 13 con el biológico de Pfizer.
La logística de Programa Nacional de vacunación en Morelos ha venido de menos a más; empezó con desorden en Temixco, pero a partir de ahí las cosas han mejorado, salvo en casos como Jiutepec durante la jornada para aplicar la segunda dosis, donde sí hubo algunos conflictos derivados de la operatividad.
La responsabilidad y el manejo de las vacunas corresponde al gobierno federal y a los delegados de bienestar o los del Instituto Mexicano del Seguro Social; en Morelos nos vino bien el cambio del delegado Hugo Eric Flores, un personaje cien por ciento político, dedicado de lleno a la grilla y enfocado 24/7 a tratar de salvar el registro de sus partidos, pero nos cayó mejor la llegada de José Miguel Ángel Van-Dick Puga al IMSS y como coordinador estatal del plan de vacunación, porque con trabajo ha demostrado estar a la altura de la encomienda.
En el proceso de vacunación hay aspectos que llaman la atención: la logística para aplicar la vacuna ha ido mejorando de una etapa a otra, pero la respuesta ciudadana en lugar de aumentar parece disminuir; lo pongo de esta manera: cuando se inició la vacunación para adultos mayores hubo mucha gente que se formó desde un día antes en espera de ser inmunizada, pero conforme fueron aumentando los puntos de inyección y mejoró la atención a la gente, paradójicamente disminuyó la demanda.
En Cuernavaca se instalaron siete puntos de vacunación con 6 mil dosis cada uno para aplicar durante tres días, pero en promedio solo se utilizaron 2 mil 600 vacunas en cada uno de los siete módulos de atención ¿Qué pasó?
El comportamiento de los ciudadanos morelenses no es muy distinto a lo que se ve en otras partes del mundo; en Estados Unidos, por ejemplo, ya se abrió la vacunación para turistas porque la demanda de vacunas de los ciudadanos norteamericanos ha disminuido considerablemente al punto que muchos estados de la unión americana han pedido al gobierno de Joe Biden que reduzca el número de dosis que les envían, para que no se desperdicien.
Allá igual que acá las autoridades comienzan a lidiar con un nuevo aspecto de la pandemia: hay mucha gente escéptica a la inoculación que prefiere no aplicarse el medicamento. En México la semana pasada el gobierno federal dio a conocer que 8 millones de adultos mayores mexicanos rechazaron el biológico y en EU comienza a desplegarse una campaña de concientización para que la gente acepte vacunarse.
En medio de la crisis sanitaria en México la buena noticia es que al parecer no hubo una tercera ola de contagios derivada de la semana santa, aunque se ha pedido precaución a la gente para seguir cuidándose, particularmente en fechas de reuniones masivas como el Día del Niño y el Día del Padre.
Aplicarse la vacuna sin duda es una decisión responsable, pero con o sin ella el deber de todos es seguir cuidándonos.
post it
Varios personajes graquistas andan en campaña en diferentes partidos. ¿Cuántos de ellos lograrán regresar a la arena política?
redes sociales
El mismo ciudadano aparece en las redes sociales con diferentes candidatos de varios partidos. ¡Cuac!
Y luego dicen que son los políticos quienes engañan a la gente.
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