La tendencia a la baja en el número de homicidios había sido una constante en el sexenio de Enrique Peña Nieto, pero esto terminó en 2015, cuando se presentó el primer repunte de este delito: el año pasado se perpetraron 20 mil 525 asesinatos en el país, cifra superior en 515 víctimas a la que se reportó en 2014, que fue de 20 mil 10 casos, de acuerdo con el Inegi.
La gráfica del instituto es clara, las muertes violentas en 2013 registraron una disminución de 11.2 por ciento respecto a los 25 mil 967 delitos reportados en 2012, para el segundo año de la presente administración, descendieron 13.3 por ciento; sin embargo, en 2015 se tuvo una alza de 2.5 por ciento.
Si se compara la cifra preeliminar que había dado el Inegi en 2014 (19 mil 669 homicidios) contra la preeliminar de 2015, el incremento es de 4.3 por ciento.
Otras mediciones oficiales dan certeza de dicho aumento de la violencia en el país a partir del año pasado: los números del Sistema Nacional Seguridad Pública reportan que durante 2015 se cometieron 17 mil 27 asesinatos dolosos, lo que significa un incremento de 8.8 por ciento respecto a los 15 mil 649 delitos denunciados en 2014.
La tendencia a la alza de las muertes violentas también se registra en el recuento de asesinatos relacionados con el crimen organizado que MILENIO realiza cada mes, un aumento de 4.8 por ciento en 2015.
En noviembre pasado el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, declaró que para disminuir el número de asesinatos dolosos se necesita de una reforma constitucional que mejore la seguridad en los estados donde se cometen, en mayor medida, los homicidios dolosos.
En ese entonces el titular de la Segob aseguró que el gobierno federal está "trabajando con ellos (los miembros del Poder Legislativo), y tenemos la esperanza de que en este mismo periodo se pueda lograr esta reforma".
Dicha reforma en materia de seguridad pública se aprobó en junio pasado. Entre los cambios importantes destacan la instalación de un Sistema Nacional de Seguridad Pública, integrado por un Consejo Nacional y un Consejo Consultivo Ciudadano, además de que los gobernadores de los estados pueden asumir de manera temporal el mando de las instituciones policiacas de los municipio en casos de fuerza mayor.
Metodología
La metodología del Inegi para contabilizar los asesinatos se basa en los certificados de defunción que emiten los servicios médicos forenses, además de que capta datos en las oficialías de Registro Civil sobre defunciones. Dicha información se complementa con la que proporcionan las agencias del Ministerio Público mediante cuadernos estadísticos.
El informe señala que la tasa de homicidios por cada 100 mil habitantes en 2015 se ubicó en los 16.9 casos, esto significa un ligero aumento respecto a los 16.7 delitos que se reportaron en 2014.
El Estado de México se ubica como la entidad del país con más homicidios: 2 mil 671; sin embargo, su índice de asesinatos se ubica en los 17 delitos por cada 100 mil habitantes.
El primer lugar en la tasa de homicidios lo tiene Guerrero, la entidad más violenta, donde se cometieron 2 mil 402 asesinatos, 67 homicidios por cada 100 mil ciudadanos, lo que equivale a 50 casos por arriba de la media nacional. Además, esta entidad reportó un aumento de casi 39 por ciento en los homicidios cometidos en 2015 respecto a 2014.
Chihuahua y Sinaloa son otros estados con un alto número de muertes por cada 100 mil habitantes, en el primer caso hubo 42 asesinatos y en el segundo 36.
Funcionarios del gobierno federal hicieron algunas anotaciones sobre el informe del Inegi en las que señalan que en 2015 la tasa de homicidios por cada 100 mil habitantes disminuyó 22.7% respecto a 2012, periodo en que se registró una tasa histórica de 22 asesinatos.
Remarcaron que en la segunda parte del sexenio de Felipe Calderón, de 2010 a 2012, hubo 78 mil 937 homicidios, mientras que de 2013 a 2015, sumaron 63 mil 598, lo que representa una disminución de 19.4 por ciento (15 mil 339 homicidios menos).
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